Capítulo 92
Emiliano frunció él ceño,
No estoy de acuerdo, me pondré en contacto con un especialista
del extranjero para que venga a examinarte.
No, lo buscaré si es necesario.
Al ver la cara seria de Leonardo, Emiliano suspiró y dijo:
–
De acuerdo.
Fausto palmeó el hombro de Emiliano, miró a Leonardo y le dijo: Si nos necesitas, puedes decírnoslo cuando quieras.
-Sí.
-Por cierto, hay una cosa más por la que hemos venido.
Leonardo levantó una ceja, -¿Qué es?
-Omar también está aquí, ahora está en la entrada del chalet, pero debido al incidente del último recurso, se sintió avergonzado de verte, así que no se atrevió a entrar.
Leonardo se puso serio al instante y dijo fríamente: -Dile que vuelva, no quiero verle hasta que rompa con Gisela.
-Leo, somos amigos desde hace tantos años, por qué hacer tal lío por una mujer, Omar sólo está temporalmente abrumado por el amor, cuando recupere la cordura, ¡definitivamente no seguirá con Gisela!
Emiliano también habló por Omar, -Ah, te garantizo que sus padres no dejarán que Gisela se case con él, no dejes que Gisela arruine nuestra relación.
Los ojos de Leonardo estaban llenos de frialdad, y un aura irresistible emanaba a su alrededor.
-Dejen de hablar por él, no quiero verlo.
Como no podían persuadir a Leonardo, los dos tuvieron que marcharse.
Omar vio que sus rostros estaban sombríos y supo que Leonardo aún no lo perdonaba.
Sonríe de mala gana y les consolía, -Leo sigue enfadado, y acaba de tener un accidente de coche, puedo entenderlo, volveré cuando esté mejor.
Emiliano asintió: -Bueno, vuelve tú, Fausto y yo tenemos una reunión, vendremos otro día a
persuadir a Leo.
-Bueno.
Cuando Omar se marchó, Emiliano dejó de sonreír y se rascó el pelo con fastidio.
—Fausto, tú conoces a Leo, si dice que no va a ver a Omar, es que no va a ver a Omar, creo que
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Fausto se quedó callado un rato, y dijo en voz baja: –La clave de este asunto es Natalie, si Natalie perdona a Omar, la actitud de Leo cambiará definitivamente.
Emiliano se sorprendió y frunció el ceño: -¿Estás seguro? Creo que sería mejor preguntarle a Matilda que a Natalie, porque le gusta mucho a Leo.
Fausto bajó un poco la voz: -Si de verdad a Leo le gusta tanto Matilda, ¿por qué está aquí Natalie para cuidar de él y no Matilda?
Después de un momento de silencio, Emiliano también pensó que Fausto tenía razón.
-Si a Leo realmente le gusta Natalie, entonces no podremos ofender a Natalie en el futuro.
Fausto tenía algo de amargura, de todos modos, si ella y Leonardo estaban juntos o no, no había posibilidad para él de estar con ella.
Cerró los ojos y asintió, -Bueno, tú habla con Omar y dile que lleve a Gisela a disculparse con
Natalie.
-De acuerdo.
Emiliano no notó su disgusto,
casa a descansar!
–
¡Vamos, terminaremos temprano la reunión y nos iremos a
Después de que los dos se fueron, Leonardo volvió al dormitorio.
Natalie estaba leyendo un libro, cuando escuchó el sonido, dejó el libro y miró a Leonardo.
–
¿Emiliano y Fausto se fueron?
-Sí.
Ella se levantó y dijo con expresión pálida:-voy a limpiar el salón.
Cuando pasó junto a Leonardo, él de repente cogió la mano de Natalie.
-Omar también está hoy aquí.
Natalie frunció el ceño, ¿qué tenía que ver la visita de Omar con ella? No había venido a verla.
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