Capítulo 730
El cuerpo de la persona que habló se puso rigido, giró la cabeza y vio a Jade mirándola con seriedad.
-Diseñadora… diseñadora Martín, lo siento.
Jade sonrió fríamente y enarcó una ceja, -¡Recoge tus cosas y lárgatej Si alguien que quiere hablar de mí, ya puede irse con ella!
Esa diseñadora se quedó paralizada y apretó los dientes: -Jade, eres una diseñadora, ¿qué derecho tienes a despedirme? ¿Crees que eres del departamento de recursos humanos? ¡No me voy!
Jade se quedó parada, mirando a esa diseñadora como si estuviera tramando algo.
Como tenía miedo de ella, se apartó inconscientemente la mirada.
Jade se burló y dijo: -Si no me equivoco, tu madre está muy mayor y tienes un hermano pequeño que aún está en el instituto. Si no quieres que les pase algo, es mejor que te vayas.
El una silla, temblando por todo el
cuerpo de la diseñadora se estremeció y luego se cayó e
cuerpo.
Por fin comprendió por qué aquellos compañeros renunciaron y se marcharon poco después. de ofender a Jade: ella los había amenazado.
(¡Jade es un diablo!>
Al ver su rostro pálido, Jade se dio la vuelta con indiferencia y dijo mientras caminaba hacia el lavabo: No quiero verte aquí mañana.
Jade se marchó, unos minutos después, la diseñadora se echó a llorar sobre la mesa.
La gente la miraba con compasión, pero no se atrevían a consolarla porque temían que Jade les hiciera dimitir a ellos también..
Cuando Natalie llegó a la oficina, una compañera se le acercó con una chica de unos veinte años.
-Diseñadora Silva, ella es Lara Álvarez, recién graduada de la Academia de Diseño de Imperialia, es tu asistente.
Natalie miró a Lara, era guapa, se arreglaba bien, era como una rosa desenfrenada, brillante y colorida.
Asintió con la cabeza, -Vale, gracias, Joana.
Joana hizo un gesto con la mano, -De nada, la dejo entonces, yo voy a trabajar.
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-Vale.
Cuando Joana se marchó, Natalie le dijo con calma, -Siéntate, ¿has traído tus obras anteriores?
Lara pensaba que su superior sería una mujer de cincuenta años, no esperaba que Natalie fuera tan joven, parecía de su misma edad, y era un poco escéptica de su capacidad de diseñar.
-si.
Natalie cogió los dibujos que le entregaba, y tras ojear unos, asintió y dijo: -Tus diseños no están mal, y se pueden mejorar mucho. Por cierto, aún no me he presentado. Me llamo Natalie, y puedes llamarme diseñadora Silva.
Lara se quedó callada un rato, y dijo: -Diseñadora Silva, gané la medalla de oro en el Concurso Nacional de Diseño, y también conseguí estar entre las cincuenta mejores del Concurso Mundial. Así que espero que mi supervisor sea mejor que yo, o por lo menos tenga experiencia que yo.
Natalie enarcó las cejas, ¿Lara estaba dudando de sus capacidades?
más
Sonrió y dijo despacio: Mi nivel de diseño, lo sabrás después de trabajar un tiempo. Tu puesto de trabajo está fuera de mi despacho. Sal y familiarizate con el trabajo.
Al ver que estaba tranquila, Lara frunció el ceño, se levantó y se fue.
Tras cerrarse la puerta, Natalie bajó la cabeza y siguió leyendo los documentos.