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Sr. Ramos su multimillonaria osa quere el divorcio Capítulo 687

Capítulo 687

Su mirada se llenó de asco y desprecio. No quería ver ni un minuto más a esta mujer estúpida y

viciosa.

Pero al recordar lo que Cristian le había dicho antes, cuando Jade le había prestado dinero, eral necesario seguir soportándola.

Las manos que le colgaban de los costados se apretaron inconscientemente y su cuerpo empezó a tensarse.

En medio año podría dejar completamente clara su relación con Jade. ¡Sólo tendría que aguantarla otros seis meses!

En ese momento, se oyó el rugido de Cristian.

-Jade, ¿qué has hecho? Te lo advierto, si cabreas a Leonardo y causas problemas con la cooperación entre el Grupo Marin y el Grupo Ramos, ¡te mato!

Tras decir esto, Cristian colgó el teléfono.

Al instante, sonó el móvil de Leonardo.

Al ver que era Cristian, Leonardo sonrió con picardía y contestó delante de todos.

-Señor Martín, ¿qué pasa?

Encendió el altavoz para que todos pudieran oír la voz de Cristian.

-Señor Ramos, lo siento, Jade ha sido mimada por nosotros. Tendrá que perdonarla. Le invito

a cenar esta noche al Pabellón Oro y le pido disculpas por lo de Jade, ¿vale?

Leonardo se rio, pero su voz era fría,

Señor Martín, no me atrevo a aceptar su invitación. La

señorita Martín me ha advertido delante del señor Ramírez que no ofende a la familia Marín. Señor Martín, me desvalore como su hija, por eso, me ha dicho esto, ¿no?

-No, no, no…

Cristian sudaba por los nervios, el Grupo Marin sufría últimamente una pequeña crisis financiera y podía quebrar si perdía el pedido del Grupo Ramos.

Señor Ramos, seguro que voy a educar bien a Jade, al fin y al cabo, es una chica. Usted es tan generoso. ¡Perdónela esta vez! -La señorita Martin y yo no somos amigos ni nos conocemos. ¿ Por qué tengo que perdonarla?

-Yo no conozco ni soy amigo de la señorita Martín, ¿por qué la voy a perdonar? Además, la señorita Martín es mayor de edad, debe ser responsable de lo que dijo. El Grupo Ramos no puede apoyar al Grupo Marin. Señor Martin, traiga usted a su secretario al Grupo Ramos para que cancele su contrato.

Sin dar a Cristian otra oportunidad de hablar, Leonardo colgó el teléfono.

La confiada Jade estaba nerviosa en ese momento. Con miedo en los ojos, agachó la cabeza y no se atrevió a hablar.

Según la llamada, entendió que ahora era el Grupo Marin el que le rogaba al Grupo Ramos que cooperara con ellos, y ella había sido atrevida a amenazar a Leonardo.

Si el Grupo Ramos rompía la colaboración con el Grupo Marín, Cristian no la perdonaría jamás.

Al pensar en eso, a Jade no le importaba su dignidad y se puso de rodillas.

-Señor Ramos, es culpa mía. Por favor, perdóneme.

Leonardo ni siquiera la miró y le dijo fríamente: -No debes disculparte conmigo.

Jade comprendió de inmediato: aunque no quería, debía disculparse con Natalie en ese

momento.

-Diseñadora Silva, lo siento, fue mi culpa, no debí calumniarte por plagio sin comprobarlo. ¡ Lo siento! ¡Me puedes perdonar una vez!

Natalie levantó las cejas y sonrió, Claro que puedo, diseñadora Martín, en realidad sólo quiero que compruebes mi inocencia y te disculpes conmigo. No hace falta que te pongas de rodillas. Somos compañeras de trabajo y nos veremos en la empresa.

Eso que le hizo Jade lo recuerda tan claramente, que no sería divertido echarla de Zaran así.

-¿De verdad puedes perdonarme?

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