Capítulo 685
Bertín asintió, De acuerdo, ahora mismo nos disponemos a ver los diseños para la diseñadora Silva.
Jade que estaba sentada frente a ella, vio la expresión nerviosa de Natalie.
Jade sonrió fríamente y dijo despacio: –Señor Vidal, la diseñadora Silva no ha terminado sus diseños. Sería mejor que primero vieran los míos.
Natalie, como una gata a la que le han pisado el rabo, le dijo enfadada a Jade: -¡Diseñadora Martin, no me acuses!
-¿Te acuso? Estabas tan nerviosa cuando el señor Vidal dijo que quería ver tus diseños, ¿y ahora te empeñas en mentirnos?
Natalie se quedó callada unos segundos y dijo impotente: -¡Puesto que quieres que veamos primero los tuyos, lo hagamos!
Lo que dijo hizo que Jade estuviera más segura de que estaba asustada y se mofó: -¡Te di una oportunidad y no la apreciaste! Ahora te expondré delante del señor Ramírez y del señor
Ramos
Se acercó a Bertín y clicó en la carpeta. Al ver que contenía diseños, hizo zoom.
Al instante, la sonrisa de su cara se congeló.
El diseño de Natalie era mucho mejor que el suyo… Comparado con este diseño, el suyo no tenía ningún mérito.
Pasó diez hojas hacia atrás asombrada, y cada diseño era singular, y uno quedaba cautivado
con sólo mirarlo.
-No… ¡Es imposible! ¿Cómo has podido dibujar diseños tan perfectos? ¡Seguro que lo has copiado de internet!
Dijo Bertín con voz fría, Jade, ¿suficiente?
Jade estaba furiosa, ¡Bertín, los ha copiado de verdad! ¿Cómo ha podido dibujar los diseños tan buenos? Si entras en Internet, seguro que encuentras esos diseños.
Natalie rio y levantó las cejas, Diseñadora Martín, siempre me odies, pero hoy están aquí el señor Ramírez y el señor Ramos, y sigues haciéndome quedar en ridículo. Pero, de hecho, ahora estás deshonrando a la empresa.
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Jade se percató de la gélida mirada de Bertrán y Leonardo y apretó los dientes. Seguro que has plagiado. Si no, ¿por qué estabas tan nerviosa cuando Bertin dijo que quería ver tu diseño?
-¿Te dije que estaba nerviosa?
-¡La cara que tenías era de nervios!
Natalie no quería hablar con ella y miró a Bertín: -Señor Vidal, si es en privado, no pasa
nada, pero ahora están aquí el señor Ramirez y el señor Ramos, y la diseñadora Martín me ha calumniado. Quiero que me pida disculpas.
-Para un diseñador, el plagio es la ofensa más grave. Si hoy no me dan una explicación clara, ¿cómo podré seguir en el mundo del diseño?
Al ver a Natalie tan decidida, Jade tuvo de repente un mal presentimiento.
Sin embargo, la situación actual no le permitía pensar demasiado.
Miró fríamente a Natalie y dijo: -¡Vale, vamos a comprobarlo! Si realmente no has plagiado y has completado el trabajo, ¡me arrodillaré y te pediré disculpas!
Natalie se sorprendió, pero luego se calmó.
Jade era ahora como esos adictos al juego que ponen todas sus apuestas sobre la mesa y sólo querían ganar.
Sin saber perderían más.
Bertín se puso serio. Al ver que Bertrán y Leonardo no estaban contentos con cómo
gestionaba a sus subordinados, no sabía si seguirían trabajando con Zaran.
Miró a los callados Bertrán y Leonardo y se disculpó: -Señor Ramírez, señor Ramos, perdón por las molestas.
Bertrán sonrió y dijo: -Señor Vidal, ya que lo ha dicho la diseñadora Martín, pide a alguien que lo investigue. No perderá mucho tiempo.
-Bien.
El personal fue muy eficiente y los resultados salieron en menos de diez minutos.
-Señor Vidal, lo hemos comprobado, ninguno de los diseños de la diseñadora Silva son plagios. Todos son originales.
¡La cara de Jade se puso blanca!
-¿Cómo puede ser?
