Capítulo 655
Debes preguntarlo al rey del Hades en el infierno.
Tras decir eso, abrió el mechero y lo lanzó hacia el suelo,
Pronto empezó a salir humo de la planta y el fuego se extendió rápidamente.
-Adiós, Iris!
Por otro lado, en el hospital..
Cuando Matilda se despertó, una gran mano la agarró por el cuello.
-¿Dónde está Natalie ahora?
Mirando los ojos fríos y sombríos de Leonardo, Matilda sintió miedo de repente.
-Leo… Ejem, Leo… De qué estás hablando… No sé…
-iJe!
Leonardo se rió, pero era una risa helada y rezumante.
-Matilda, ¿de verdad no lo sabes, o finges no saberlo?
Matilda negó con la cabeza, horrorizada, -De verdad, no lo sé… Leo, no sé por qué estaba en ese lugar, de verdad que no lo sé…
-¡Entonces la acompañas a morir!
Al ver la intención asesina en sus ojos, y el apretón de la mano alrededor de su cuello, Matilda estaba asustada, ¡Leonardo realmente quería matarla!
Pero no podía admitirlo, de lo contrario sería peor que estar muerta.
Poco a poco, Matilda iba perdiendo el conocimiento, el agarre de la manga de Leonardo se hacía más ligero y su rostro adquiría un color anormal.
Justo cuando Matilda pensaba que iba a morir así, Leonardo la soltó de repente.
Una gran cantidad de aire entró y una ráfaga de dolor como una aguja salió de sus pulmones y Matilda tosió fuertemente.
Leonardo la miraba y se limpiaba las manos con un trozo de pañuelo mientras dijo: -¡Si descubro que esta vez tiene algo que ver contigo, haré que te arrepientas de haber venido a
este mundo!
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Matilda no podia decir nada, solo sacudia la cabeza horrorizada.
Cuando Lonardo tha a marcharan, Carlon entró corriendo en la sala.
Señor Hamos, tengo la localización de la sentita Lopez!
-¿Donde
Alver la expectación en sus ojos, Carlos se mostró de pronto un poco reacio a hablar.
le
A Leonardo se lo encogió el corazón y dijo: ¿Dónde está?
Carlos respiro hondo y dijo con voz temblorosa: -Serita López está en una planta química abandonada a diez kilómetros, cuando llegamos, habla un mar de Hamas… y Señrita López, i murió calcinada!
Al instante, el cuerpo de Leonardo se estremeció.
-¡No! imposible!
Salió rápidamente por la puerta, con el paso ya un poco tenso.
Carlos sabía que no creerfa la verdad de que Natalie estaba muerta antes de ir a confirmarlo
él mismo.
Pero Natalie estaba calcinada, apenas reconocible, y no se sabía qué haría Leonardo si la veía.
-Señor Ramos, ¡lo acompaño allí!
En el camino al lugar, Leonardo estaba frío y callado, pero le temblaba la mano en la rodilla.
No podía creerlo, era imposible que Natalie muriera, era tan buena en artes marciales y tan inteligente. Incluso si era capturada por Tadeo, sin duda sería capaz de encontrar una manera de escapar, jera imposible que muriera!
Pensando en esto, cuando llegó a la planta y vio el cuerpo calcinado y carbonizado, sus pasos tropezaron y no se atrevió a avanzar más.
-Carlos, no es ella, jhaz que se la lleven!