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Sr. Ramos su multimillonaria osa quere el divorcio Capítulo 615

Capítulo 615

Tina la miró con pena, -Eres tan guapa, qué pena no salir con alguien.

¡Entremos! Tienen langosta australiana. ¡Tengo que comer dos esta

noche! Pero lo pago yo. ¡No discutas conmigo!

Natalie entró con Tina, que hablaba con nostalgia de lo bueno que estaban los mariscos, y fue tan convincente que incluso Natalie, que no solía estar interesada en la comida, quería probarlo enseguida.

Atravesaron el arco tallado y vieron a dos personas.

Al ver la cara del hombre de la izquierda, a Natalie le dio un vuelco el corazón y se apresuró a arrastrar a Tina detrás de la montaña falsa.

Cuando Tina estaba a punto de hablar, Natalie le tapó la boca.

Cuando el sonido de las dos al hablar se desvaneció, Natalie soltó a Tina.

-Natalie, si me sueltas un poco más tarde, mañana podrás ir a mi banquete de despedida!

Natalie miró a Tina con cierta disculpa, Tina, lo siento, estaba demasiado nerviosa hace un momento.

No esperaba encontrarse aquí con Javier.

Tina levantó las cejas, -¿Conoces a esas dos personas?

Natalie guardó silencio unos segundos y asintió con la cabeza, -Sí, lo conocía antes.

-¿Cómo que antes? ¿No se conocen ahora?

-Entonces nos conocemos.

-¿Tienen problemas?

Era la primera vez que veía a Natalie evitar a alguien, y pensaba que le había ofendido.

Natalie no quería que Tina siguiera preguntando y asintió, -Bueno, no hablemos de eso, entremos.

Tina sonrió con curiosidad, en Monteflor, ¿a Natalie le daba miedo alguien?

-Vamos.

En la entrada del Patio del Sur, Javier terminó de la reunión con Holid y sonrió: Señor Holid, vaya usted primero, acabo de ver a alguien que conozco, voy a saludarla.

Bien, señor Silva, luego vamos a comer antes de que se vaya, ¡y permítame despedirme de usted!

De acuerdo, señor Holid, adiós.

Tras despedirse de Holid, Javier sonrió y volvió a su coche.

A las ocho de la tarde, Natalie y Tina salieron del Patio del Sur.

Rafael vino a recoger a Tina y después de que su coche se fue, cuando Natalie iba a irse, Javier se rió.

-Natalie, hace años que no me ves, ¿finges que no me reconoces?

El cuerpo de Natalie se puso rígido y se giró lentamente.

Al ver a Javier de pie a unos pasos, levantando las cejas hacia ella, Natalie

forzó una sonrisa.

-Javier, qué casualidad, ¿tú también cenas aquí?

No es casualidad, esta vez he venido a Monteflor a verte.

Natalie:–

Javier dio dos pasos hacia delante, miró a Natalie, luego frunció el ceño:

Has adelgazado, la familia López no te ha tratado bien estos años.

Natalie se mordió el labio inferior, -Javier, he oído que has venido a

Monteflor para ampliar el negocio de la familia Silva.

Después de que Natalie volvió con la familia López, se vieron por primera vez en siete años.

Javier se rió, ¿Crees que la familia Silva tiene que venir a Monteflor a hacer negocios? Trabajar con las empresas de Monteflor es una excusa.

Entonces, ¿cuál es el propósito de que vengas a Monteflor?

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