Capítulo 609
-¡Al principio me prometiste que no volverías a ver a Matilda, pero no tardé en verla con mis propios ojos a tu lado!
Casi morí por un incendio, te pregunté quién me salvó, mentiste y dijiste que fue un bombero, te creí, y qué pasó, ¡Bryan casi murió por mi culpa!
-También lo de divorcio. Me costó mucho curarte la pierna, aceptaste el divorcio, ¡y seis meses después me enteré de que me habías mentido con un certificado del divorcio falso!
-Leonardo, has mentido tanto y me has hecho sentir como una tonta por haberme mentido, ¿por qué no me lo ocultaste el resto de mi vida?
Ante el interrogatorio de Natalie, Leonardo se quedó mudo y su corazón sintió una punzada de dolor.
En ese momento comprendió lo que le había hecho a Natalie.
Dijo que la quería, pero lo que hizo fue entristecerla.
-¡Natalie, lo siento!
Él enrojeció los ojos, se volvió culpable e impotente, como si no supieral
cómo remediarlo.
Natalie cerró los ojos y dijo lentamente: Dejemos por favor, esos tres años de matrimonio consumieron todas mis expectativas de amor, deberíamos habernos separado hace mucho tiempo, pero luego hiciste que volviera a enamorarme de ti y me precipitaste en un abismo sin fin.
Al instante, fue llevada a los brazos de Leonardo.
Natalie, lo siento, de verdad sé que hice mal, no tuve en cuenta tus sentimientos, soy cabrón, pero de verdad te quiero, dame otra oportunidad.
Al final, su voz de ahogó un poco, pero Natalie se apartó de él.
Estoy cansada, no quiero estar contigo en el futuro, siempre tengo que identificar cuáles son ciertas y cuáles no. Leonardo, ya no confío en ti.
Natalie empujó la puerta del coche y se marchó, pero Leonardo parecía una estatua, sentado inmóvil durante largo rato antes de ordenar al chófer que
volviera.
A las ocho de la tarde, Natalie llamó a Tina.
Sal y bebe conmigo.
Tina no tardó en llegar, entró en el cuarto privado y vió que Natalie ya tenía delante unas botellas vacías y seguía bebiendo.
La última vez que ella pidió el divorcio a Leonardo, Natalie no parecía tan
desaliñada.
Tina se acercó a ella y le arrebató el vino de la mano, ¡Natalie, ya estás borracha, volvamos!
Natalie sacudió la cabeza y sonrió, -No estoy borracha, quiero estar borracha, pero cuanto más bebo, más sobria estoy, y siento que el corazón se me ha roto por un agujero, me duele.
Mientras hablaba, Natalie se golpeó el pecho mientras le caían las lágrimas.
Tina suspiró, le consolaba: -¿Qué pasó entre Leonardo y tú? ¿Han
discutido mucho esta vez?
Cuando nos divorciamos, él no tramitó el divorcio, y me ha estado mintiendo durante medio año, pensé que éramos recíprocos en nuestra relación con él, pero descubrí que estaba jugando conmigo. Tanto si vuelvo con él como si no, es imposible vivir de nuevo.
Al oír esto, Tina le riñó: -¡Cabrón, cómo púdo hacer esto! ¡Creo que al
inicio no quería divorciarse de ti!
-No importa, esta vez tengo que divorciarme de él, me ha mentido demasiadas vecès, ya no me atrevo a confiar en él.
+15 BONUS
Al ver a su amiga triste, Tina también se sintió mal y cogió una botella de vino, diciendo: ¡Bebo contigo! ¡Esta vez no debes perdonar a este imbécil tan fácilmente!
–
Al final, ambas estaban tan borrachas que apenas podían andar.
Con lo último de su conciencia, Tina marcó el número de Rafael.
Rafael, ¿puedes recoger a Natalie y a mí?
En este momento, una suave voz femenina, -Señorita Rojas, el señor Abaroa tuvo una cena ocasional esta noche, estaba borracho y lo llevé a casa, ahora no puede recogerlas.
Al oír esta voz, Tina se despertó inmediatamente.