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Sr. Ramos su multimillonaria osa quere el divorcio Capítulo 573

Capítulo 573

Al otro lado, Edisen le dijo a Fausto: Fausto, ahora mismo no tengo otro deseo, sólo quiero que te cases cuanto antes. Si puedo ver a tu hijo, entonces moriré sin remordimientos. Fausto frunció el ceño, Abuelo, hoy cumple 60 años, no diga tales desgracias.

-¿Cómo que desgracias? Me prometiste hace muchos años que te casarías y tendrías hijos, ¿ y qué pasó? No sólo no tuviste una mujer a tu alrededor en todos estos años, jni siquiera tuviste una secretaria! -Edisen lo fulminó con la mirada y dijo enojado.

Fausto:

Al ver que él no decía nada, Edisen dudó un momento y bajó la voz: -Fausto, dime, ¿no te gustan las mujeres?

En general salía sólo con Leonardo y otros amigos, cuando veía a una mujer, parecía inmutable, ni siquiera miraba a las mujeres, Edisen sospechaba algo hace mucho tiempo.

Fausto se puso serio, -¡Abuelo, me gustan las mujeres!

-¡Entonces dime tú! ¿Por qué llevas tantos años sin tener novia? -Edisen se enfadó, hoy tenía que

hacer que Fausto fuera a la cita con una mujer.

-No he encontrado a nadie que me guste.

-Ya que no has encontrado a ninguna que te guste, hoy vienen a mi fiesta de cumpleaños casi todas las solteras chicas ricas de Monteflor, tú eliges a la que te guste y yo voy mañana a pedirle matrimonio.

-Abuelo, quiero decidir quién sea mi novia. —Fausto se sintió un poco impotente.

Edisen enseguida se puso serio, -¿No te he dejado decidir en estos años? ¿Y qué pasó? Hoy tienes que elegir una, ¡de lo contrario no seré tu abuelo!

Fausto miró molesto al salón principal y se sorprendió al ver a Natalie sentada en un rincón.

En realidad, vio a ella cuando entró en el salón principal, estaba tan guapa esta noche que ni siquiera se atrevió a mirarla por miedo a delatar sus sentimientos.

-Abuelo, si no tengo novia para su próximo cumpleaños, aceptaré su consejo y me iré a la

cita.

Edisen apretó los dientes, exasperado: -¡Es inútil posponer las cosas así!

¡No aceptaré romper a menos que muera!

¿Te divierte insistirlo?

-Natalie, nunca amaré a nadie más en mi vida, así que no te dejaré ir.

Natalie sintió que estaba loco y no quería hablar con él. Se cruzó de brazos e intentó marcharse.

Sin embargo, en el umbral de la puerta, Leonardo la abrazó por detrás.

-Natalie, ¿qué hago para que me perdones?

La voz de Leonardo era grave, con dolor reprimido, lo que hizo que Natalie se quedara atónita.

Tras unos segundos, ella quitó las manos de Leonardo de su cintura.

-No tiene nada que ver con perdonarte. No quiero pasar por esa experiencia de confiar en ti y que me mientas una y otra vez.

Tras decir eso, Natalie abrió la puerta del cuarto privado y salió.

Al mirarla a su firmeza, los ojos de Leonardo estaban llenos de dolor y arrepentimiento.

Podía sentir que Natalie estaba realmente decepcionada con él, y que realmente no quería

estar con él.

Leonardo cerró los ojos y cuando los volvió a abrir, su mirada era firme.

Pasara lo que pasara, ¡no rompería con ella!

Al volver al salón principal, Natalie no vio a Tina y cogió un vaso de zumo de naranja y se sentó en un rincón tranquilo.

No estoy posponiendo las cosas, digo la verdad. Fausto miró a disen con seriedad

Edisen suspiró y empezó a persuadirle,

Fausto, en realidad no quiero meterie prisa, pero ya sabes que soy viejo y no estoy muy blen de salud, quizá algún día…

Abuelo, he leído su informe reciente, el médico dijo que está muy bien de salud, vivirá veinte años más sin problemas.

Me preocupas tanto, ime enfadaré tanto contigo que perderé al menos diez años de mi esperanza de vida!

Vale, tengo algo que hacer, voy a atender a los invitados.

Antes de que Edisen pudiera decir algo, Fausto salió corriendo, y Edisen se puso furioso.

Cuando llegó al lado de Omar y Emiliano, le preguntó: -¿Tu abuelo te empuja a buscar novia otra vez?

Fausto frunció el ceño, -¿Cómo lo sabes?

-Es la tradición de tu abuelo, ¿no? Pero no has tenido ni una notícia con mujeres estos años, incluso sospecho que te gusta alguno de nosotros tres.

Fausto le lanzó una mirada de disgusto, -No te preocupes, aunque me gustan los hombres, no me gustan los amorosos como tú.

Emiliano:

Leonardo se acercaba hacia ellos descontento.

-Leo, ¿es cierto que terminaste con Natalie? -Emiliano preguntó mientras le pasaba una copa de vino.

Leonardo lo miró fríamente, -Nada que ver contigo.

-Creo que su relación es demasiado dura.

Leonardo lo míró fríamente y dijo palabra por palabra: -¡No importa el proceso, al final

estaremos juntos!

Emiliano se rió y dijo: -No saques conclusiones tan pronto

-Hablas mucho, ¿Lucía ha aceptado estar contigo?

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