Capítulo 560
Matilda se sobresaltó y se giró hacia atrás, vio a Leonardo mirándola con una mirada gélida y su rostro
se puso blanco.
-Leo…Leo, he venido para decirte…
Antes de que pudiera terminar la frase, Leonardo ya se le había acercado y le dijo fríamente: -Dame el
anillo.
Matilda sostuvo la caja del anillo durante unos segundos antes de entregársela lentamente a Leonardo.
Tras recibir el anillo, se dirigió hacia su escritorio sin hacerle caso a Matilda.
Al notar su frialdad, Matilda se mordió el labio inferior y le miró a la espalda: -Leo, ¿vas a pedirle
matrimonio a mi hermana…?
-No tiene nada que ver contigo. ¡Sal del Grupo Ramos!
Leonardo caminó detrás de su escritorio y se sentó, tomó un documento y comenzó a leerlo.
Matilda se sintió agraviada y no se movió, lo miró con tristeza.
-Leo, sé que hice muchas cosas para lastimarte en el pasado, y la persona.que te gusta ahora es mi
hermana. Si de verdad vas a pedirle matrimonio, te daré mi bendición…
-¡Fuera!
Leonardo estaba impaciente, con una mirada fría como el hielo.
Antes su mirada estaba siempre llena de cariño, ahora no había amor.
Todo era por culpa de Natalie, ¡no les dejaba estar juntos!
Quería decirle a Leonardo que Tadeo estaba escondido en la familia López en ese momento, pero ahora
no quería decir nada.
Sin decir nada más, se dio vuelta y se fue rápidamente.
En el camino, Matilda se enteró de que Leonardo había comprado miles de rosas de champán y que los hombres de Jardín del Cielo les estaban decorando, y los celos torcieron su expresión.
(Leonardo quiere pedirle matrimonio a Natalie esta noche.>
Ella nunca permitiria que estuvieran juntos.
Volvió a la familia López y cuando entró en el dormitorio, la estrangulo por el cuello.
Tadeo gritó furioso: -Matilda, ¿por qué fuiste hoy al Grupo Ramos? ¿Le dijiste a Leonardo que estoy
aquí?
-Sueltame… Sueltame…
Matilda lo apartó de un empujón y tosió dos veces antes de apretar los dientes. -Si se lo dijera a Leonardo, ¿crees que ahora estaría yo aquí?
Tadeo se mofó, y no la creyó.
-¿Has ido a ver a Leonardo no para decirle que estoy aquí?
Mientras hablaba. Tadeo sostenía la pistola contra la frente de Matilda, como si fuera a disparar inmediatamente si decía una palabra equivocada.
Matilda lo miró fríamente y admitió: -Sí, traté de decirle la verdad cuando fui allí.
-Entonces, ¿por qué no lo dijiste?
Matilda respiró hondo y dijo: -Porque va a proponer matrimonio a Natalie y ahora no me quiere. ¿Por qué le voy a ayudar? Y… Me dijiste que me ayudarías, ¿no?
Al ver que ella no mentia, Tadeo guardó su arma y la miró con una sonrisa, -No dejes que descubra que
me mentiste o te mato seguro.
-No te preocupes, odio a Natalie más que tú, cuando Natalie esté muerta, tendré la oportunidad de
acercarme a Leonardo.
Tadeo no tenía sentimientos por ella y no le importaba quien le gustaba.
-¡Está bien que te acerques a Leonardo, pero si te atreves a tratar mal a mi hijo, no te dejaré ir ni
aunque muero!
Matilda se burló y le miró.
-Me obligaste a abortar cuando supiste que estaba embarazada, ¿no? ¿Y ahora pretendes ser un buen
padre?
Tadeo no quería discutir con ella y le dijo fríamente: -Yo me encargo de Leonardo y Natalie, da a luz al
bebé.
Matilde bajo la mirada y dijo friamente: ¡No dejaré que se casen!
Despues de decir eso. Matilda se dirigió al armario y comenzó a escoger ropa.