Capítulo 549
Natalie asintió. -Vale.
Una hora después, a Ángela casi se le cayeron las gafas de sol de la cara cuando vio a Natalie salir del Maybach negro.
-Natalie, ¿han pasado unos años y ya eres tan rica? ¿Me puedes mantener?
Ángela media más de un metro siete, su cara era delicada y bonita, pero desprendía una sensación fría e inabordable, y su forma de vestir era la misma, un vestido rojo sexy de escote en pico, con un par de
tacones finos y puntiagudos en los pies, estaba guapísima.
Pero su voz era dulce, algo que la angustiaba.
Abrazó a Natalie y alargó la mano para frotarle la cabeza, sonriendo favorablemente.
-Ángela, suéltame, no puedo respirar…
Ángela la soltó y enarcó una ceja, -Te encantaba abrazarme.
Natalie: -…
Porque no podía escaparse de su abrazo.
A punto de hablar, Ángela se acercó de pronto a su oído: -¿Quién es ese hombre que baja del asiento del conductor? ¡Qué guapo! ¿Es tu marido?
Ángela recordó que Natalie se había casado, estaba ocupada trabajando en un proyecto en el extranjero y cuando recibió la noticia, Natalie ya estaba casada con Leonardo.
Natalie negó con la cabeza: -Estoy divorciada de él, ahora es mi novio.
Ángela: – …
La información era demasiado para ella que no podía asimilarla un poco.
Llevaba pocos años en el extranjero y Natalie había logrado tantas cosas como casarse y divorciarse y luego entablar una relación con su ex marido.
Se sentía triste por sí misma al pensar que aún no había salido con nadie.
Leonardo se acercó a ellos.
Natalie, aqui hace viento, subamos al coche.
Natalie les hizo una breve presentación, se saludaron y luego llevó a Ángela al coche.
Al verla sentada en el asiento trasero con Angela, Leonardo enarcó una ceja.
Cuando Leonardo subió al coche, Natalie y Angela ya habían decidido el restaurante.
-Leo, llévanos al Hotel Riverview. Angela quiere ver el río.
-Bueno.
Leonardo arrancó el coche, Natalie y Ángela se sentaron en el asiento trasero, él estaba un poco enfadado.
Pero cuando vio a Natalie y Ángela charlando, con los ojos llenos de la alegría, se le disipó el ánimo sombrio y sonrio inconscientemente.
Sin embargo, este buen humor sólo duró hasta que el coche se detuvo en el Hotel Riverview.
Natalie salió del coche con Ángela y vio que Leonardo la seguía, frunció los labios y dijo: -Hablaremos de los temas entre mujeres, tú vete a casa.
Leonardo la miró fijamente, ¿lo utilizaban de chófer?
Al ver el disgusto en sus ojos, Natalie se apresuró a apartarlo, -Hoy es realmente especial sé que te ofendi, te compensaré cuando vuelva.
Leonardo seguia fingiendo estar molesto, -¿Cómo vas a compensarme?
-¿Qué quieres?
Leonardo se acercó a su oído y le susurró algo, la cara de Natalie se puso roja.
-¡Cabrón!
-Tú me preguntaste qué quería, ¿y quieres arrepentirte?