Capítulo 547
Mató a Nuño para avisarles además de por venganza.
Ahora se ocultaba en la oscuridad, esperando una oportunidad de atacarlos.
Caminaron hacia el chalet callados, y en el momento en que pulsó la cerradura de huellas, Natalie notó de pronto algo extraño y se giró para agarrar la mano de Leonardo para escaparse.
-¡Bang!
Una bomba en miniatura hizo estallar la puerta del chalet, aunque no lo mataran, era muy probable que quedaran desfigurados o heridos.
La expresión de Natalie era fría como el hielo mientras decía palabra por palabra, -Seguro que hizo Tadeo.
Colocó esta bomba en miniatura no para matar a ella y a Leonardo, sino para decirles que ha vuelto y estaba en todas partes.
Leonardo estaba furioso, -Nos quedaremos en Royal por un tiempo, mandaré a alguien para limpiar aquí, y sal con unos guardaespaldas.
Regresaron a Royal a las once de la noche, Natalie se duchó y se fue a dormir, Leonardo se fue a su estudio a trabajar y esperar noticias de Carlos.
En media noche.
Matilda estaba durmiendo, y de repente sintió que un par de manos le tapaban la boca.
Se despiertó sobresaltada, vio una figura oscura junto a su cama y su mano le tapaba la boca, y se asustó tanto que forcejeó y gimió al mismo tiempo.
-¡No grites! Soy yo.
Al ver que era Tadeo, el pánico en sus ojos se convirtió en rabia y levantó la mano para abofetearle.
Tadeo bajó la mano y la estranguló.
-¡Matilda, cada vez eres más atrevida!
Tadeo no usaba toda su fuerza, así que Matilda no se sentía incómoda salvo por una ligera sensación de ahogo.
Ella se rió friamente, -Tadeo, aparte de este bebé, es imposible que tengas otro hijo en tu vida, así que es normal que soy atrevida, ¿no?
La mano de Tadeo se tenso lentamente y sonrió.–Tienes razón, pero sí vuelves a pegarme, no sé lo que haré.
Su voz era cruel, con un inquietante horror a la oscuridad.
Matilda se estremeció y dijo con frialdad: -¿Qué haces aquí en media noche?
Tadeo la soltó y se sentó a su lado. -Necesito un lugar para esconderme, y después de pensarlo, aquí es el mejor sitio.
-¿Por qué crees que no se lo diré a nadie? No olvides que ahora eres un fugitivo.
Tadeo sonrió. -Porque sé que quieres separar a Leonardo y Natalie y yo puedo ayudarte.
-¿Por qué debo confiar en ti? Odias a Leonardo y Natalie, y has vuelto esta vez para vengarte de ellos, ¿ verdad? -Matilda guardó silencio un rato y lo miró fríamente.
Tadeo asintió, -Claro, pero yo también tengo que encontrar un padre para mi hijo, ¿no?
En este caso, era imposible que llevara a su hijo con él. Era fugitivo que no podría darle a su hijo una vida cómoda.
-¿Qué quieres decir?
-Quieres casarte con Leonardo, ¿no? ¡Puedo ayudarte!