Capítulo 497
Tras el examen, el médico sonrió y dijo: –Señora Guerrero, es un milagro que se haya despertado. Voy a avisar inmediatamente al señor Ramos.
En menos de media hora, Natalie llegó al hospital.
Al verla, Antonia frunció el ceño, -¿Por qué tú? ¿Dónde está Leo? Necesito ver a Leo. Tengo algo que decirle
Natalie la miró tranquilamente, -Se ha ido al extranjero. Tardará una semana en volver.
-¿Por qué tarda tanto? ¿Qué es más importante que yo me despierte? ¡Llámalo ahora y dile que vuelva!
Se fue a investigar el accidente de los padres de Tadeo. Aunque sepa que estás despierta, no volverá.
La cara de Antonia se congeló y apretó los dientes, —¡Ya sé la verdad! Dile que vuelva inmediatamente.
Natalie se sintió un poco impotente, -Ahora está en el avión. Aunque quieras que vuelva, tienes que esperar a que baje del avión.
Al oír esto Antonia le dirigió una mirada de descontento y le dijo enfadada, – Ayúdame a levantarme, necesito ir al baño.
-Llamo a la cuidadora.
Aunque ha vuelto con Leonardo, Natalie no quería complacer a Antonia, que la despreciaba. Y aunque hiciera todo lo posible, sería en vano.
Antonia apretó los dientes y dijo: —Mati me cuidará sola, pero tú ni siquiera me ayudarás.
Natalie le devolvió la mirada y dijo: -¿Entonces llamo a Matilda? ¿A ver si quiere venir a cuidarte?
–
—¡Tú! ¡No sé qué le gusta a Leo de ti! La cara de Antonia se tornó verde y blanca como una paleta de colores.
Natalie la ignoró y fue a llamar a la cuidadora.
Cuando Antonia volvió a la cama del hospital después de ir al baño, Natalie dijo con indiferencia:
Como no hay nada más, me voy.
Antonia no dijo nada, tenía la cara fría.
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A Natalie no le importó y le dijo al guardaespaldas de Leonardo que la protegiera y se fue.
Poco después de que Natalie se fuera, Ramón se apresuró a ir al hospital.
Al verlo, Antonia se mofó, –Ramón, ¿tienes el valor de venir?
Ramón frunció el ceño, ¿Qué quieres decir?
-¿Cómo que no lo sabes? ¿Necesitas que yo se lo cuente a todo el mundo lo que hiciste en aquel año?
El rostro de Ramón se tornó extremadamente serio, apretó los dientes y mirándola fríamente, -No sé de qué me hablas.
—Ese año en la mansión, entraste en la habitación de Julia cuando no estábamos todos en casa e intentaste violarla. Si no hubiera llegado León, lo habrías conseguido. ¡Me das asco!
Ella pensaba que Ramón sólo estaba enamorado de Julia; no sabía que intentaba forzar a Julia. ¡Hijo de puta!
La cara de Ramón palideció de repente. ¡No esperaba que lo que había ocultado durante tanto tiempo hubiera sido descubierto por Antonia!
—¿Quién te contó esto?
Solo lo sabían tres personas además de él: León y Julia estaban muertos, Nuño estaba enfermo y seguía en el psiquiátrico. ¿Cómo se enteró Antonia?
Antonia se rio fríamente. —¡Claro que me lo dijo Tadeo! ¿Acaso no fui a verlo en mitad de la noche y casi me mataste?
—Él… ¿Cómo lo sabía?
Tadeo sólo tenía seis años. ¿Cómo lo sabía?
-¿Cómo lo voy a saber? Si tanta curiosidad tienes, ¡pregúntaselo tú mismo!
Cuando Antonia terminó de hablar, se hizo el silencio en la sala.
Esto no debe saberse,
Tras un momento de silencio, Ramón dijo lentamente: de lo contrario no sólo yo, sino también Leo, nos veremos afectados.
Antonia se burló: -Cuando hiciste esto, ¿por qué no pensaste que afectaría a Leo? ¡Me da asco cuando finges!