Capítulo 486
Los dos condujeron hasta la mansión de la familia Ramos Justo a tiempo para encontrarse con Ramón, que iba a salir,
Sorprendido al verlos, Ramón escondió inconscientemente lo que llevaba a la espalda.
Leonardo y Natalie vieron su movimiento, pero no lo impidieron.
-Leo, ¿a qué vienes a la mansión?
Leonardo asintió y le miró con indiferencia. -Papá, hoy he venido a decirte que Nuño, al que he mandado recoger, ya está en el Hospital psiquiátrico Castle.
Las pupilas de Ramón se entrecerraron y su sonrisa fue forzada, -¿Tan pronto?
-Bueno, si quieres verle, puedes ir alll.
Ramón asintió, -Vale, ya sé, luego tengo algo que hacer, así que no comeré contigo.
-Si se te ocurre alguien a quien los tíos hayan ofendido en el pasado, no dudes en llamarme.
Ramón estaba a punto de hablar, y de repente vio que un coche de policía se detenía delante del chalet. Su rostro se volvió serio.
Dos policías bajaron del coche y caminaron junto a ellos.
-Señor Ramón, en relación con el accidente de coche entre León y Julia hace seis años, se han encontrado nuevas pruebas. Venga con nosotros a declarar.
La mirada de Leonardo era fría, parecía que Tadeo empezaba a tomarle el pelo a Ramón.
–
Ramón frunció el ceño y dijo fríamente. Se han encontrado nuevas pruebas del accidente de coche
de mi hermano y cuñada ¿Por qué quieren que vaya a declarar? Yo estaba en el extranjero en el
momento del accidente. ¡Este asunto no tiene nada que ver conmigo!
-Usted es el hermano de la víctima, tenemos algo que preguntarle. Venga con nosotros, por favor.
Finalmente, fueron juntos a comisaría.
Ramón salió de la comisaría después de prestar declaración. Su rostro estaba evidentemente un poco
tenso.
Cuando vio a Leonardo y Natalie esperando delante de la comisaría, frunció el ceño, -¿Por qué no se
van todavía?
Leonardo actuó con calma, -¿Qué preguntó la policía?
La cara de Ramón se puso rígida, y luego dijo enfadado, -Leonardo, ¿qué actitud tienes? ¿Tú también
sospechas que tengo algo que ver con el accidente de tus tíos?
-Yo sólo creo en las pruebas, pero tu comportamiento es realmente sospechoso, cada vez que te pregunto por mis tíos, lo ocultas como si hubieras hecho algo malo.
– ¡Yo no sé nada de este asunto! Así que no me vuelvas a preguntar.
Tras decir esto, Ramón se marchó enfadado.
Mirando a su espalda, Natalie apretó los labios. Ahora mismo, la mirada irritada de Ramón era evidentemente de miedo. No se creía que no supiera nada.
Los dos volvieron al chalet, Natalie miró a Leonardo y le dijo: -Creo que es mejor no tener demasiadas esperanzas en Nuño.
Según el comportamiento de Nuño hoy, no parece que esté fingiendo.
-Bueno, ahora se está investigando el motivo de su locura. Y quizá podamos encontrar al asesino siguiendo esta línea.
Natalie asintió. -De acuerdo.
Se levantó, y cuando estaba a punto de ir a cocinar, de repente sonó el timbre de la puerta.
Justo cuando abrió la puerta, Eugenia se arrodilló frente a los dos, -¡Señor Ramos, Señorita López, por favor, ¡perdonen a la familia Sánchez!
Natalie la miró tranquilamente y dijo con voz fría. – Señora Sánchez, no podemos permitimos su gran honor. Por favor, levántese.
-Señorita López, Písalo hizo esto solo, y Písalo pagó el precio. Todavía está en una cama de hospital, y lo que queda del dinero de Písalo se lo llevó la perra June. Si no perdonan a la familia Sánchez, la familia Sánchez tendrá que quebrar…