Capítulo 354
shotary
Tadeo frunció el ceño y dijo: No tengo tiempo.
Matilda sonrió: -Te vi reunido con Nina, diseñadora de MY.
Ante eso la voz de Tadeo se volvió fría, -¿Qué quieres decir?
-Sólo quiero cenar contigo.
Envía la hora y el lugar al móvil de mi secretaria.
Tras decir esto, Tadeo colgó directamente el teléfono.
Matilda enarcó las cejas, él era realmente despiadado, ellos eran una pareja comprometida, incluso ella estaba embarazada.
A las siete de la tarde, Tadeo llegó puntual al restaurante.
Con una mirada gélida, se sentó frente a Matilda y le dijo: -Matilda, odio que la gente me
amenace.
Matilda sonrió sin miedo.
-Pero has venido.
Tadeo la miró y le dijo: -¿De verdad sólo querías cenar conmigo?
-Claro que no. Te llamo para celebrarlo contigo.
-¿Celebrar qué?
-Claro que celebramos lo de MY. El incidente de MY está por todas partes. No me digas que no te has enterado.
Tadeo frunció el ceño, -¿Tú hiciste eso?
Matilda asintió, -Sí, ahora deberías creer en mi habilidad, ¿verdad?
Tadeo se mofó, -Estúpida, esa cosa no causará daños sustanciales a MY.
-Así que por eso estamo aquí.
Tadeo se sorprendió, -¿Qué quieres hacer?
-Por lo que sé, le gustas a Nina, y es diseñadora de MY.
TAN
Los ojos de Tadeo se fueron enfriando poco a poco, mirando a Matilda con gesto adusto.
Matilda le sirvió un vaso de vino y sonrió: -¿Quieres escuchar mi plan?
Natalie regresó del trabajo al chalet y recibió una llamada de Tina.
-¡Natalie, hay noticias del detective privado que vigila a los padres de Noél! Nunca adivinarás con quién se han reunido esta tarde los padres de Noél.
-¿Con quién?
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-¡Fernández!
Natalie frunció el ceño mientras sorbía su agua: -¿Estás segura?
—Bueno, no sé de qué hablaron, ¡pero Fernández les dio a los padres de Noél una tarjeta bancaria cuando se fue!
Ya veo, que siga vigilando.
Al colgar, Natalie no entendía por qué Fernández tenía algo que ver con esto.
Poco después, su móvil volvió a sonar.
Lo cogió y Rosa estaba llorando.
-¡Por favor, ayuda a mi hermano!
Cuando Natalie llegó al hospital, la enfermera estaba dando el alta a Noél y Rosa se agarró a la cama y no dejó que tocara a Noél.
La enfermera no podía hacer nada, -Señorita Guillermo, su familia puede pagar los gastos médicos pero no lo hará. Las camas del hospital están apretadas, no podemos poner en el pasillo a los pacientes que pueden pagar, así que será mejor que haga venir a su familia y se lleve a su hermano.
—¡No, seguro que puedo pagar los gastos médicos! ¡Sólo dame un día más! No, medio día, antes del mediodía de mañana, ¡definitivamente los pagaré!
Lo había dicho varias veces, la enfermera no le creía, pero en realidad no podía echarlos, por eso estaban en un callejón sin salida.