Capítulo 311
Al volver al estudio, Leonardo frunció el ceño al ver que Matilda seguía de pie en la puerta del
chalet.
Matilda se cayó de la montaña por salvarle, y luego su cuerpo estaba muy débil, y sin duda enfermaría después de mojarse con una lluvia tan fuerte,
Después de permanecer mucho tiempo delante de la ventana, por fin Leonardo cogió el paraguas y salió del chalet.
Fuera del chalet, Matilda, que llevaba mucho tiempo empapada por la lluvia y casi no podía aguantar, sonrió cuando vio que se abría la puerta del chalet.
Sabía que Leonardo no sería capaz de dejarla marchar.
Leonardo caminó con su paraguas hasta pararse a unos pasos de Matilda y le entregó el paraguas con expresión indiferente.
-Aunque te quedes aquí hasta mañana por la mañana, no perdonaré al Grupo López.
Matilda se desesperó, -Leo, ¿esta vez de verdad no puedes perdonarnos?
Los ojos de Leonardo estaban fríos, y dijo palabra por palabra: -Todavía te debo dos condiciones, puedes compensarlas de una vez con este incidente.
El rostro de Matilde se puso blanco, inconscientemente retrocedió unos pasos, negó con la cabeza y dijo:
No…
Leonardo sonrió con picardía, -Parece que el Grupo López no es tan importante para ti.
Matilda cerró los ojos y dijo lentamente: -Pensaré en otra forma de salvar al Grupo López.
Después de decir eso, dio vuelta y se fue.
Leonardo miró fríamente su espalda hasta que su figura desapareció bajo la lluvia, y volvió al
chalet.
Ellos no sabían que Natalie había visto esta escena en el segundo dormitorio.
(Dijo que no se encontraría con Matilda, pero al final, justo después de volver al dormitorio, no pudo esperar para darle a Matilda su paraguas.>>
(¡Mentiroso!>>
A la mañana siguiente Natalie se despertó y Leonardo ya tenía listo el desayuno.
Se sentó a la mesa y dijo: –Parece que Matilda ya no está en la puerta, ¿cuándo se ha ido?
Leonardo untó mermelada de fresa en una rebanada de pan y se la dio,
No lo sé.
Natalie no hizo más preguntas y, terminó el desayuno callada y se fue a trabajar.
Por otro lado, en la familia López.
Al saber que Matilde fue a rogarle a Leonardo sin éxito, Ricardo se enojó tanto que dejó caer
una taza en el acto.
2
Voy a ver a Natalie.
Matilda apretó los dientes y lo detuvo, -Papá, es inútil que vayas con mi hermana. Ya quiere cortar por completo la relación con nosotros, espera que no nos vaya bien y es imposible que nos ayude.
Ricarde se puso furioso, pensando en la actitud de Natalie ayer en el hospital, dijo fríamente:
¡Si la hubiera estrangulado, ahora no habría habido tantas cosas!
Matilda la odiaba, si Natalie muriera hace veintitrés años, Leonardo seguiría enamorado de ella ahora.
Una vez que la idea se había enconado, empezó a crecer salvajemente y ya no pudo ser reprimida.
-Papá, me encargo de esto, no te metas.
Matilda estaba a punto de irse a trabajar después de decir eso, y de repente sonó el teléfono.
Al ver que era Antonia, se apresuró a contestar: Señora Guerrero, ¿qué ocurre?
–
Media hora después, se encontraron en la cafetería de abajo del MY.
Al ver a Matilda, Antonia abrió la puerta y dijo: -Mati, te sigue gustando Leo, ¿verdad?
Matilda se quedó perpleja por la pregunta, asintió con la cabeza y dijo: -Bueno, nunca me enamoraré de nadie más en mi vida.
–
Antonia asintió y dijo lentamente: Lo pensé mucho tiempo y finalmente tomé una decisión.