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Sr. Ramos su multimillonaria osa quere el divorcio Capítulo 305

Capítulo 305

-No, yo también puedo trabajar en el estudio.

Al ver su insistencia, Natalie no dijo nada más y asintió con la cabeza para volver al dormitorio.

Se tumbó en la cama a descansar, y no tardó en quedarse dormida, y aturdida le pareció que Leonardo había entrado en el dormitorio y había vuelto a salir al poco.

Al despertarse de nuevo, ya era casi de noche.

Natalie se levantó lentamente y justo al encender la luz vio un vaso de leche caliente en la mesilla.

Se lavó y se dispuso a ir al salón.

Al abrir la puerta del dormitorio olió la comida.

Se dirigió a la puerta de la cocina y se quedó paralizada un instante al ver la figura que había dentro, con el delantal puesto, atareada en los fogones.

Leonardo se volvió y la vio de pie en la puerta y le dijo: –Ve la televisión, la cena está lista pronto.

-Bien.

Diez minutos después, Leonardo llevó la sopa a la mesa y llamó a Natalie, que estaba viendo la tele en el salón.

-La cena está lista.

Natalie se levantó y se acercó a la mesa, en la que había tres platos y una sopa que tenía un aspecto tan sabroso que hasta a una adicta a la picante como ella se le abrió el apetito al verla.

Leonardo sirvió el arroz y salió, entregándole a ella uno de los cuencos.

-Cocinas muy bien.

-Seguí la receta, no siempre sale bien.

Natalie dio un mordisco a la comida y sonrió tras probarla, -Está deliciosa.

-Come más.

La expresión de Leonardo era ligera, pero sus ojos mostraban una sonrisa, obviamente las palabras de Natalie le habían gustado.

Tras la cena, Natalie quiso tomar la iniciativa de limpiar la mesa, pero Leonardo la detuvo.

-Ve a descansar en el sofá, yo lo hago.

-Estoy mucho mejor.

-No hace falta.

Ante la insistencia de Leonardo, Natalie asintió y se dirigió al sofá.

Justo cuando se sentó én el sofá, sonó el timbre de la puerta.

+15 BONUS

Antonia vio a Leonardo limpiando la mesa, se sonrojó y dijo: -Leo, deja los platos, eres el presidente del Grupo Ramos. ¡No puedes perder el tiempo haciendo este tipo de cosas!

Mientras hablaba, Antonia miraba a Natalie con insatisfacción.

Hacer las tareas domésticas debería ser cosa de mujeres, Natalie incluso estaba sentada en el sofá viendo la tele y ¡dejaba que su hijo hiciera esto!

Leonardo no se detuvo y dijo con la mirada débil: -Mamá, ¿qué quieres?

Antonia, al ver que no la escuchaba, se acercó a él e intentó ofrecerle ayuda, pero Leonardo se negó.

Sólo después de meter los platos en el lavavajillas y lavarse las manos, Leonardo salió de la cocina y miró a Antonia que estaba un poco ensimismada y le dijo: -Vamos al estudio a hablar. Los dos entraron en el estudio y pronto Antonia salió.

Al salir, no pudo evitar mirar a Natalie y decirle: -Natalie, las tareas domésticas son cosa de mujeres, Leo está muy ocupado en el trabajo, no dejes que pierda el tiempo haciendo este tipo de cosas.

Natalie, con quien sólo había mantenido una paz superficial, dijo directamente: -Señora Guerrero, si no le gusta, puede contratar una niñera para el señor Ramos.

-¡Tú!

Antonia la miró enfadada y dijo fríamente: —¡Si fuera Mati, no dejaría que Leo lo hiciera!

A Natalie le hizo gracia y mirando a Antonia le dijo: -Entonces pregúntale a Matilde cuánto cuesta al mes contratarla como niñera, creo que el señor Ramos se lo puede pagar.

-¡Cállate!

Natalie frunció el ceño y estaba a punto de hablar cuando sonó la gélida voz de Leonardo.

-Mamá, esto es entre Natalie y yo. Si no te gusta, puedes no venir a nuestra casa.

Antonia miró a Leonardo con asombro en los ojos.

-Leo, lo hago por tu bien. ¿Cómo te atreves a ayudar a Natalie en mi contra?

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