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Sr. Ramos su multimillonaria osa quere el divorcio Capítulo 209

Capítulo 209

Ana estaba muy agotada y no rechazó, entregándole la maleta a Rolando.

-Gracias, señor Jerez.

Rolando sonrió, -De nada.

Llegaron a su destino media hora después, Ruyman y Ana estaban sudando y un poco marcados. Natalie, en cambio, respiraba con tranquilidad y no se le notaba en absoluto que acababa de escalar una montaña durante media hora.

Tras dejar la maleta de Ana, Rolando miró a Natalie y le dijo: -Señorita López, esta es la casa que le hemos preparado para que se queden los próximos días, es un poco sencilla, espero que no les moleste.

Natalie asintió con la cabeza, -Bueno, gracias Señor Jerez. Por cierto, ¿y nuestra comida diaria?

-Comen en mi casa, hoy ustedes descansen, yo les traeré el almuerzo. A partir de mañana les enseñaré la fábrica de telas del pueblo.

-Bien. Gracias, señor Jerez.

-De nada. Me voy a casa. Llámeme si tienen algún problema.

-De acuerdo.

Después de que Rolando se fuera, Natalie echó un vistazo a la casa, era una de esas viejas casas con paredes de tierra, y sabía que era la mejor casa de su pueblo que había visto en el camino.

Los ojos de Ana estaban llenos de disgusto por saber que allí sería donde se quedarían durante la próxima semana.

Nunca había visto una casa tan destartalada, ¿podía vivir gente aquí?

Señorita López, ¿cómo vamos a quedarnos?

Natalie miró hacia atrás y dijo: -Acabo de ver que hay tres habitaciones, una para cada uno.

Ana frunció el ceño, contrariada, ¡No me refiero a eso, no puedo vivir en una casa así!

-¿Qué quieres entonces?

-Quiero encontrar un hotel, al menos un sitio donde ducharme, ¿no?

Si hubiera sabido que el lugar donde viajaba estaba en tan malas condiciones, ayer habría fingido estar enferma.

-Ana, parece que te has equivocado en una cosa. ¡Estamos aquí por negocios, no por

Ana se mordió el labio Inferior y dijo enfadada: -De todas formas, no puedo estar ni un dia en una casa así, y si me obliga usted, tendré que renunciar!

-Lo que quieras

Después de decir eso, Natalie se dio la vuelta y arrastró su equipaje a la habitación.

Ana apretó los dientes con rabia, pero no conocía bien aquí y, aunque quisiera marcharse ahora, no sabía a quién llamar.

Ruyman, que estaba al lado, vio su dilema y dijo: -Ana, ya estamos aquí, aguantaremos una semana. Aunque realmente quieras renunciar, espera a volver a Monteflor.

Bajo la persuasión de Ruyman, Ana dijo de mala gana:-De acuerdo, dimitiré en cuanto volvamos a Monteflor, jestoy aquí para ser secretaria, no para sufrir!

Natalie ya había hecho la cama cuando Ana arrastró su maleta hasta el salón.

Estaba tranquila cuando vio a Ana, no tenía ni rabia en los ojos ni alegría de que Ana hubiera aceptado quedarse.

Ruyman percibió el ambiente extraño que había entre ellas y se apresuró a decir: -Señorita López, Ana ya sabe que he hecho mal, no se enfade por lo que acaba de pasar.

Natalie parecía tranquila, -No estoy enfadada, es sólo un trabajo. Si quieres hacerlo, lo haces, si no quieres hacerlo, no lo haces, ya está.

Los ojos de Ana estaban llenos de quejas.

Ruyman temía que Ana volviera a discutir con Natalie, así que dijo rápidamente: -Ana, ve a elegir una habitación y déjame el resto a mi.

-Bueno.

Ana eligió la habitación y fue a dejar la maleta.

Cuando terminaron, Rolando ya había traido la comida.

-Señorita López, lo siento, no tenemos mucho que ofrecerles en nuestro pueblo. Espero que les guste.

Ana echó un vistazo a lo que había sobre la mesa: un pollo estofado, un plato de huevos revueltos con tomate, un plato de verduras y una sopa de verduras y albóndigas.

Era realmente muy casera.

Natalie sacudió la cabeza y dijo: -Se ve rico, no hace falta hacer tanto. Sólo nos preparan dos platos de verduras, cultivan todas sus propias verduras en su pueblo, ¿verdad?

Capítulo 210

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