Capítulo 204
Acababa de decir eso, las expresiones tanto de Antonio como de Natalie cambiaron.
-Leonardo, ¿qué quieres decir?
Ai ver la mirada interrogante de Natalie, Leonardo no contestó sino que se dio la vuelta para
irse.
No sabía por qué, Natalie tenía una sensación de inquietud.
-Señor Rojas, vete a casa, tengo algo que hacer.
Después de decir eso, sin importarle Antonio, Natalie se dio la vuelta y corrió rápidamente en la dirección que había dejado Leonardo.
Cuando llegó al aparcamiento, vio a Leonardo de pie junto a su coche, obviamente esperándola.
Camino rápidamente hacia Leonardo y apretó los dientes, -Leonardo, explícame lo que acabas de decir, ¿qué significa que no estamos divorciados?
Después de preguntarlo, la abrazó la cintura con fuerza.
Natalie levantó la cabeza, y estaba tan molesta que iba a reñirle, y de repente su apuesto rostro apareció ante sus ojos.
Intentó apartarse, pero Leonardo la sujetó por la barbilla.
La besó, tan agresivamente que Natalie sintió su cuerpo envuelto en su aliento helado.
Mordió a Leonardo con fuerza, pero él, en lugar de soltarla, la besó más salvajemente.
-¡Estás loco!
Natalie se estiró contra su pecho, forcejeando desesperadamente pero incapaz de liberarse.
Era mucho más fuerte que un hombre normal, pero no esperaba que no podía defenderse ante Leonardo y sólo podía dejarle hacer lo que quisiera.
Cuando se dio cuenta de que ella casi no podía respirar, Leonardo la soltó y le dijo fríamente: ¿Vas a buscar a un hombre que me haga enojar?
La cara de Natalie se puso oscura ante su tono dominante, ella no era de su propiedad, por qué él podía hablarle asi.
Empujó a Leonardo y se limpió los labios con la mano y dijo: -Estamos divorciados. Puedo salir con cualquiera y acostarme con otro hombre, ¡no tienes derecho a impedirme!
-i¿Te atreves?!
Natalie levantó la cabeza y vio su mirada furiosa, dijo palabra por palabra: -¿Por qué no me atrevería? Leonardo, ya estamos divorciados, tengo derecho tener sexo con otro hombre, ¿no
es así?
Al ver la burla en sus ojos, Leonardo sentía que la ira aumentaba en su pecho, casi llegando al punto de ruptura.
-Natalie, puedes intentarlo. Cualquier hombre que te toca, lo haré que no pueda ser un hombre el resto de su vida.
-¡Qué cabrón eres!
Leonardo la miró con ira en los ojos, ¡Si te veo con Antonio otra vez, te garantizo que dentro
de tres días recibirás la noticia de que el Grupo Rojas está en bancarrota!
Natalie apartó la mirada, sin querer mirarle.
Después de un largo rato, Natalie se tranquilizó por fin.
-Leonardo, has dicho que no estamos divorciados, ¿qué significa? Me mientes con un certificado de divorcio falso, ¿verdad?
Leonardo la miró y le dijo con calma: -¿Crees que tengo que mentirte? Si no me crees, puedes ir a la Oficina de Asuntos Civiles a comprobarlo.
-¿Entonces por qué acabas de decir eso?
-Porque no quiero verles a Antonio y a ti fingiendo una relación íntima delante de mí. Me
molesta.
Natalie frunció el ceño, -Puedes cerrar los ojos.
Leonardo se mofó, Natalie, no te conviene enfadarme.
Natalie puso los ojos en blanco y dijo enfadada,
Aunque te haga feliz, parece que tampoco
tenga nada a mi favor, así que, ¿por qué debería hacerte feliz?
Leonardo:
Tras unos segundos de silencio, dijo con voz grave: -Te acompaño a casaa.
-No, me voy en taxi.
Ella se dio la vuelta para marcharse y acababa de dar unos pasos cuando le sujetó la muñeca.
Al notar que tenía la palma caliente, Natalie frunció el ceño: -¡Sueltame!
-Estaremos aquí toda la noche, o te llevo, tú elige.
Capítulo 205