Capítulo 126
¡Ah!
Gisela micaba sorprendida a Hernández tapando la cara y Eugenia lo apartó de un empujón y protegia a Gisela, mirando furiosa a Hernández..
-¿Qué haces? ¿Sabes cuánto miedo ha pasado Gisela estos días en comisaría? Hernández, ¿ estás loco?
Hernández se mofó, -Como ofendieron a Natalie, el Grupo Ramos rompió toda cooperación con el Grupo Sánchez, no tienen que preocuparse por nada en la comisaría, ¿saben cuánto me costó sacarles bajo fianza?
Eugenia seguía enfadada y dijo fríamente: -Eso es lo que tenías que hacer, ¿no?
-Si no fuera porque tú y Gisela hicieron cosas malas, ¿tuve que ir a disculparme? Les advierto, ¡mañana por la noche pedirán sinceras disculpas a Natalie hasta que quede satisfecha!
Con lágrimas en los ojos, Gisela apretó los dientes y dijo: -¡No me disculparé!
Hernández dijo con una mirada fría, -Si no te disculpas, romperemos nuestra relación y podrás hacer lo que quieras.
Gisela se quedó paralizada, y al cabo de un largo rato dijo temblando: -Papá, ¿qué dices? ¿Vas a romper la relación conmigo por una extraña?
-¿Estoy haciendo esto por una extraña? ¿Sabes cómo el Grupo Ramos ha reprimido al Grupo Sánchez estos días? ¡Si las cosas siguen así, el Grupo Sánchez quebrará dentro de un mes!
No imaginaba que sería tan grave, Gisela se mordió el labio inferior y dijo: -Pero Mati me dijo que Leonardo la ama, ¿cómo podría vengarse de la familia Sánchez por Natalie?
Hernández pensó en lo que Natalie había dicho antes y dijo con indiferencia: -Si Leonardo realmente ama a Matilda, ¿por qué no se divorcia de Natalie y se casa con ella?
-Es… ¡Es Natalie la que no quiere divorciarse!
No sabía que Gisela era tan estúpida, Hernández se mofó: -Tú te crees todo lo que dice Matilde, ¿por qué no le pidió a Leonardo que te ayudara para sacarte de la comisaría? ¡Piénsalo bien! Mañana por la noche en la fiesta, o se disculpan con Natalie, o anunciaré en público que rompo relaciones con ustedes, ¡lo que queráis!
Hernández se giró y se fue.
Gisela preguntó a Eugenia, que estaba callada: —Mamá, ¿qué hago?
-¡Haz lo que dijo tu padre y disculpate con ella!
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Pero yo no quiero…
Antes de que pudiera terminar la frase, Eugenia la interrumpió: -Gisela, ¿sabes quién me enseñó a hacer que alguien salpicara la pintura de Natalie?
Gisela se quedó paralizada, lo supuso, pero no quiso admitirlo.
-¡Basta, Mati no me haría daño!
-Piénsalo, ¿por qué la última vez que se encontraron con Natalie, te golpeó a tí y no a ella, y por qué esta vez nos detuvieron a nosotras y no a ella?
Gisela dijo sufriendo: -¡Mamá, basta! Todas las cosas las hicimos voluntariamente, ¡Mati sólo intentaba ayudarnos!
-¡No te juntes con ella o morirás!
S
Si no le hubiera recordado Hernández, probablemente seguiría odiando a Natalie y dándole las gracias a Matilda.
Sin hacer caso de la reacción de Gisela, Eugenia se dio la vuelta.
Matilda les tendió una trampa así, ¡y ella no iba a dejarlo pasar!
Gisela regresó anímicamente a su habitación. Acababa de sentarse en su cama y recibió una llamada del equipo de Mil Generaciones.
-Señorita Sánchez, debido a su reciente comportamiento, que ha violado los límites de nuestro equipo, hemos decidido rescindir su contrato y no tendrá que volver mañana.
Natalie llegó al chalet y se puso un poco rara cuando vio a Leonardo sentado en la mesa esperándola para comer.
Natalie llegó al chalet y se puso un poco rara cuando vio a Leonardo sentado en la mesa esperándola para comer.
Leonardo no respondió a este tema y levantando las cejas dijo, -¿Hoy estás de buen humor?
Natalie asintió, -Sí, el padre de Gisela, el señor Sánchez, vino hoy a MY para disculparse conmigo y dijo que haría que Gisela y Eugenia se disculparan en público.
¡Hay gente razonable en la familia Sánchez!