Capítulo 0282
-No lo sé-dijo Lidia-, de todos modos, no tengo ningún sentimiento de arrepentimiento por ahora, solo tristeza y desánimo. Después de años de ocultar su corazón, finalmente lo he entrenado de esta manera, pero al final, se lo tengo que regalar a otra persona.
Cira dijo: –Quizás después de un tiempo, o después de algunos años, cuando mires hacia atrás, quizás en ese momento sabrás si lamentar o no tener a este hombre en tu vida.
Lidia sonrió: -Hmm.
Al retroceder un poco, se puede ver claramente toda la montaña. Muchas veces, es necesario revisar las cosas después de un tiempo para saber qué estaba bien y qué estaba mal.
Lidia se calmó emocionalmente y le preguntó curiosa: -¿Por qué no me preguntaste quién es el joven de la familia Sánchez que está comprometido conmigo?
Cira respondió: -¿Es Marcelo, verdad?
Anteriormente, en la ciudad Aguavilla, Morgan le había dicho que Marcelo tenía una prometida.
Ella también le preguntó a Marcelo, y él lo admitió, pero también explicó que no tenía intenciones románticas con la otra parte, y que en los últimos años la chica había mantenido una estrecha relación con su hermano mayor.
Todo encajaba perfectamente.
Lidia asintió con la cabeza.
En el edificio resonaban risas y alegría, indicando que la fiesta había comenzado. Lidia dijo: -Regresa, yo me retiraré a mi habitación.
Cira negó con la cabeza, no tenía interés en ese tipo de eventos: -Te
aco.
Después de llevar a Lidia de vuelta a su habitación, Cira se dirigió hacia la suya. Mientras caminaba, reflexionaba sobre las similitudes y diferencias entre ella y Lidia.
Lo que tenían en común era que ambas habían caído en la perdición por hombres en el pasado. Lo que las diferenciaba era que Lidia era la hermana de Morgan, y no importaba lo que sucediera, él siempre estaría allí para apoyarla.
Cuando Cira estaba cerca de su habitación, recibió un mensaje de WhatsApp de Lidia. Lidia le agradeció y le dijo que le devolvería la chaqueta después de lavarla. También le informó que se iba primero.
Cira se preocupó y preguntó: [Has bebido bastante, ¿por qué no te quedas hasta mañana?]
Lidia: [Una copa de whisky no es suficiente para embriagarme. Pediré al conductor de la mansión que me lleve, no te preocupes.]
Cira le deseó: [Bien, descansa bien cuando llegues a casa.]
Mientras buscaba la tarjeta de la habitación, Cira pensaba en si Li volvería al grupo Sánchez después de todo. Ella estaba decepciona con Osiel esta noche, y había dicho algo como “regalárselo a ot persona”, ¿eso significaba que no había tenido éxito en recuperarlo
él?
Entonces, ¿sus padres la perdonarían y la aceptarían de nuevo? Los padres siempre son así, realmente molestos cuando están enojados, pero siempre y cuando estés dispuesto a disculparte, te pueden perdonar…
Cira entró en su habitación, tal vez con pensamientos confusos en su mente, no estaba tan alerta. Justo cuando iba a encender la luz, i
alguien le agarró la muñeca!
Un hombre la arrastró hacia adentro y cerró la puerta de golpe. Cira instantáneamente percibió el aroma fresco del hombre, era Morgan.
¿Señor Vega?
Morgan le respondió con un “hmm” desde lo más profundo de su garganta, luego la presionó contra la puerta y bajó la cabeza directamente hacia sus labios.
El corazón de Cira dio un salto repentino, todas las emociones de desesperación y tristeza desaparecieron de inmediato, solo quedaba la confusión.
Ella rápidamente apartó la cabeza para esquivar: -… Señor, señor Vega, ¿por qué has vuelto?
-¿No te dije que después de acompañar a Lidia a su habitación, vinieras a buscarme? -la respiración de Morgan estaba ardiente, y Cira no se atrevía a moverse-. Como no vienes, he tenido que buscarte yo mismo.
-Lidia no estaba de buen humor, la acompañé a charlar un rato.
Él respondió: -Muy bien, ahora también sé buena, no te escond
Morgan tenía un objetivo muy claro. Mientras se dirigía hacia sus labios, sus manos ya se habían deslizado dentro de su ropa, acariciando su cintura.
Cira sintió su intensa pasión y no entendía por qué él estaba actuando de esta manera. Todo su cuerpo estaba rígido y no podía ceder: –Señor Vega, espera, espera un momento. El pomo de la puerta está presionando mi cintura, me duele un poco.
Esa claramente no era una buena excusa para ganar tiempo.
Porque Morgan la arrastró dentro de la habitación, la presionó en la
cama, y en ese instante, Cira sintió una repentina erización en su piel. Morgan no solo quería que ella firmara el contrato esta noche, i
también la quería a ella!
En la oscuridad de la habitación sin luces, Morgan exploraba su cuerpo: -¿Por qué ayudaste a Lidia?
¿Por qué ayudar a Lidia?
Cira estaba completamente confundida, tratando de encontrar una manera de esquivarlo y al mismo tiempo reflexionando sobre esa pregunta.
En ese momento, nadie estaba ayudando a Lidia. Osiel no lo hizo, y Morgan aún no había intervenido. Lo que vio fue a Lidia siendo acosada y humillada, recórdando muchas veces en su propia las que se encontró en situaciones similares y sin apoyo.
Así que decidió tenderle una mano.
Vida en
Pero Morgan claramente no interpretó las cosas de esa manera: -¿ Fue porque sentiste celos? ¿Estás celosa de Estela?
Cira tuvo que ordenar sus pensamientos para entender esta lógica: él pensaba que ella estaba celosa de Estela, y al final, ella ayudó a Lid porque Lidia reprendió a Estela.
Esta explicación era absurda.
Cira quería refutar, pero el hombre no tenía tanta paciencia. Sujet las manos de ella sobre su cabeza, bajó la cabeza y, con sus ojos brillando en la oscuridad, parecía como si fuera pleno día.
-Al mediodía bebí ese tazón de sopa de cola de cordero por ti, ahora. prueba sus efectos.