Capítulo 0281
La familia Suárez estaba en la ciudad capital.
La generación mayor en la ciudad capital tendía a organizar fiestas. para celebrar eventos importantes, ya sean alegres o tristes.
Después de una actuación, cuando se cambiaba el escenario, sel levantaba una cortina verde en el escenario.
Cuando Lidia era pequeña, le encantaba trepar al escenario, levantar la cortina y espiar cómo los miembros del equipo preparaban el escenario y cómo los actores se cambiaban de vestuario.
Aunque ya era adulta, no podía dejar de lado este mal hábito. Aún lideraba a un grupo de primos para subir al escenario.
Una prima le preguntó: -¿Qué van a interpretar en la próxima escena?
Lidia vio al personal preparando un escenario con una pared roja, y también estaba curiosa sobre qué iban a cantar. Mientras lo estudiaba, escuchó las risas y reprimendas de sus padres desde atrás.
-¡Ella está aquí! Todavía es igual que cuando era niña, le gusta espiar en el escenario. Lidia, baja de una vez. ¿Cuántas veces te hemos dicho que es grosero mirar a los actores mientras se cambian de vestuario? Además, ya eres mayor, ¿cómo puedes seguir jugando con tus hermanitos así?!
Luego, una voz masculina suave y firme dijo: -La señorita Flores tiene un corazón sincera, es algo valioso.
-Realmente todavía parece una niña, señor Sánchez.
¿Señor Sánchez? Lidia entendió, se refería a su prometido, ¿verdad?
Quería levantar la cortina y ver qué estaba sucediendo.
En ese momento, coincidió que comenzaron a sonar los tambores detrás del escenario, la siguiente escena estaba empezando, y la cortina se abrió lentamente acompañada de la música que iba de superficial a profunda.
El joven que estaba junto a sus padres también miró en su dirección.
Era como la noche de bodas, cuando el novio levantó el velo de la novia, en el escenario y en la audiencia, revelándose mutuamente.
Esa fue la primera vez que Lidia y Osiel se vieron.
Lidia sonrió, con lágrimas: -La obra que estaba interpretando era: se miran de lejos, al ver al amado, el corazón se rompe al instante…
Para Lidia, fue amor a primera vista con Osiel.
Más tarde, cuando sus padres lo presentaron formalmente, descubrió que ese joven no era el que le habían prometido originalmente. La familia Sánchez tenía cinco hermanos, y ese joven era uno de los tres.
El joven señor que originalmente estaba prometido con ella en realidad no estaba interesado en este matrimonio y se negó a asistir a la recepción. En su lugar, su hermano mayor vino en representación de él para explicar y disculparse con la familia de Lidia.
Pero, quien podría haber imaginado que Lidia se enamoraría a primera vista, no del joven señor que le habían prometido, sino del que estaba frente a ella.
Ni siquiera Cira pudo adivinar que comenzaría de esta manera.
Ella sabía que en su círculo social, si el novio no asistía a la recepción y en su lugar, un familiar lo representaba para disculparse, era conocido por todos que había un compromiso matrimonial entre las dos familias.
Esto se hacía para evitar que la familia de la novia fuera objeto de chismes: ¿Por qué el novio no vino? ¿Hubo algún cambio en su relación?
Cira no pudo evitar preguntar: -¿Qué pasó después? ¿Cómo llegaron a esta situación?
¿Cómo era que Carmen Suárez se convirtió en Lidia Flores?
¿Cómo era que la joya de la familia Suárez en la ciudad capital se transformó en una conocida socialité en la ciudad de Xoán?
¿Cómo era que la futura esposa prometida a su hermano menor se convirtió en la amante secreta de Osiel?
Lidia fumaba, sus hermosos ojos bajaron, un tanto desanimados,
entre la neblina de humo.
-En ese momento, él fue a la ciudad capital por trabajo y se quedó en mi casa por unos días. Siempre me veía provocándolo, cuanto más lo hacía, más me gustaba. Cuanto más me gustaba, más sentía que él era la persona que quería. Cuando él me rechazaba, yo lo acosaba y lo perseguía, y cuando estaba deprimido, yo aprovechaba la oportunidad.
Después de una noche de caos, todo salió mal.
-Luego, siempre pensé que eso era una especie de metáfora. Después de todo, la canción de ese momento trataba sobre fugarse. Y yo realmente me fugué con Osiel.
Más precisamente, ella persiguió a Osiel.
Desde la ciudad capital hasta la Sherón, sin dar marcha atrás.
Sus padres la regañaron amargamente, diciendo que arruinó la reputación de la familia, que tenía un compromiso con su hermano menor, pero coqueteaba con Osiel. Si esto se difundiera, la familia
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Suárez perdería toda su dignidad.
Lidia cambió su nombre, de Carmen Suárez a Lidia Flores, y nunca mencionó su verdadera identidad, simplemente se quedó al lado de
Osiel.
Claramente era como la flor del paraíso que se alzaba en las ramas, pero a lo largo de los años, se convirtió en maleza pisoteada por cualquiera.
Cira permaneció en silencio por un largo tiempo, solo corrigiendo en su mente la malinterpretación que había tenido antes:
Cuando Osiel dijo que “la familia Sánchez no nos va a permitir”, refería a que despreciara la falta de igualdad de estatus entre las familias.
En realidad, la familia Sánchez no podía aceptar el escándalo de casarse con la esposa del hermano”.
no se
El cigarro de Lidia se apagó, ella sonrió suavemente y dijo: -Sé que me lo merezco. Todo lo que tengo ahora es resultado de mis propias elecciones. Aunque mi situación es lamentable, no merezco simpatía. ¿Quién me hizo enamorarme de él? Mis amigos me han regañado muchas veces. En este mundo, hay tantos hombres buenos, ¿por qué tenía que ser Osiel?
Levantó la cabeza, miró la luna curvada en el cielo, sus ojos evidentemente contenían lágrimas que se negaban a caer, pero apretó los dientes y habló con determinación.
¡Sí! ¡Nadie más serviria! ¡Yo solo quiero a Osiel!
Cira no pensaba que ella se lo mereciera. Al fin y al cabo, los asuntos
del corazón son como beber agua, solo uno mismo conoce las sensaciones, y los demás no están en posición de opinar.
Solo le preguntó: -Ahora, ¿te arrepientes?