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Reconquistando a Mi Encantadora Secretaria Capítulo 262

Capítulo 0262

Estela apretó los labios y se levantó: -Primo, espérame un momento.

Salió rápidamente del salón privado.

Morgan tenía que regresar a la empresa, mientras que Cira debía ir al hospital a ver a su madre.

Se separaron en la entrada del restaurante, y Cira dijo formalmente: – Señor Vega, me voy primero.

Morgan la miró fijamente: -¿Fuiste tú quien denunció a Fermín por

fumar en el interior?

Cira mantuvo la compostura: -Señor Vega, realmente no fui yo.

Morgan no le creyó y sonrió con escepticismo: -No dije que

estuviera mal.

Cira no era tan ingenua como para confesar todo solo porque él lo decía. Al final, la única persona en la que uno puede confiar

completamente es en uno mismo.

Las demás personas, nunca sabes cuándo te pueden traicionar.

-Señor Vega, realmente no fui yo.

Morgan no quería seguir con esa conversación circular. Agarró su barbilla, entrecerró los ojos y la miró fijamente: -En el futuro, no tienes que ser tan obediente con los demás, hacer todo lo que te dicen. ¿Te pagan ellos un sueldo?

Cira frunció los labios: -Sí.

Morgan continuó: -Regresa temprano después de ver a tu madre

para empacar. Este fin de semana vendrás conmigo a la Villa Lofey.

Cira abrió la boca para hablar, pero él sacudió su barbilla: -0 preferirías seguir discutiendo sobre si los padres son perfectos o no?

Hablar de ese tema solo servía para enfadarlo y para que ella terminara mal, además de retrasar su visita al hospital para ver a su madre. Al final, de todos modos, tendría que ir con él a la Villa Lofey.

Él nunca cambiaba de opinión una vez que decidía algo.

Cira solo pudo decir: -Entendido.

Entonces, Morgan la soltó.

Cira tomó un taxi.

El valet trajo el auto de Morgan, y justo cuando él estaba a punto de subir, una voz femenina lo llamó desde atrás: -Señor Vega.

Morgan se giró y vio a Estela.

-Señorita Zavala, ¿necesita algo?

Estela se acercó a él con pasos elegantes, sus ojos color ámbar lo miraban intensamente: -¿De verdad usted no me recuerda en

absoluto?

Morgan entrecerró los ojos.

La primera vez que la vio junto al lago, le pareció vagamente familiar, pero como no pudo recordar, asumió que no era alguien importante y no le dio mayor importancia.

Ahora que ella lo mencionaba, parecía que realmente se conocían.

Por cortesía hacia Fermín, Morgan preguntó: -¿Señorita Zavala es…?

Estela sonrió, aunque su sonrisa contenía un dejo de autodesprecio, habló con confianza y comprensión.

-Parece que los libros mienten, decían que los hombres nunca

olvidan a su primer amor. Aunque lo nuestro fue en la secundaria, me sorprende lo completamente que el señor Vega me ha olvidado. Me

entristece un poco.

¿Secundaria?

Morgan frunció el ceño ligeramente y finalmente recordó.

-Resulta que eres tú.

Cira llegó al hospital y se dirigió rápidamente al edificio de hospitalización.

La ciudad de Sherón, ni grande ni pequeño.

Grande porque abarca 6,500 kilómetros cuadrados, pero pequeño porque, aunque alberga a 25 millones de personas, de alguna

manera, ella se encontró en el vestíbulo del hospital cara a cara con Keyla sentada en una silla de ruedas.

Cira pretendía pasar sin mirar, pero Keyla también la vio y la llamó: –

Hermana Cira.

Cira no se detuvo.

Keyla se enderezó y dijo rápidamente: -¡Cira López! ¿Te sientes culpable?

-Enviaste mis fotos al señor Vega, distorsionando nuestra relacio luego aprovechaste la oportunidad para estar con él en Ciudad Aguavilla. Sabes que hiciste mal, por eso ahora no te atreves a enfrentarme, ¿verdad?

Cada palabra que decía lograba irritar a Cira.

Cira no tuvo más opción que detenerse y girarse para mirarla..

Si esto era una provocación, definitivamente funcionaba, al menos. Cira le estaba prestando atención.

Se acercó a ella nuevamente: -Sí, fui yo quien envió las fotos a Morgan. ¿Comparado con lo que tú hiciste, esparciendo fotos de mi amiga por todas partes y difamándola con rumores, solo por enviar algunas fotos antiguas tuyas a Morgan, es demasiado?

La mujer de mediana edad que empujaba la silla de ruedas de Keyla soltó una carcajada fría: -Así que tú eres esa Cira López. ¿Crees que tus pequeños trucos tendrán algún efecto?

Cira levantó la vista hacia ella.

La mujer tenía un parecido con Keyla, probablemente era su madre.

La madre de Keyla, vestida con un traje profesional y con una actitud imponente, dijo desafiante: -Incluso si tú intentas sabotear la relación entre Keyla y Morgan por detrás, ellos ya se han reconciliado!

-Incluso si te metes descaradamente en la casa de Morgan, él todavía acudiría al lugar del accidente para ayudar a Keyla. ¡La llevaría al hospital para que la atendieran e incluso pasaría toda la noche en el hospital cuidándola!

-En su corazón, la persona más importante siempre ha sido mi hi Keyla. ¡Tú no eres más que un payaso!

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