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Reconquistando a Mi Encantadora Secretaria Capítulo 212

Capítulo 0212

Cira miró primero la herida en su abdomen.

Pero no podía ver claramente, estaba borrosa y ensangrentada.

Su rostro se había vuelto pálido por la pérdida de sangre, y debido a esa palidez, sus cejas y ojos oscuros parecían aún más profundos.

Cira dijo: —Emilia está tan gravemente herida, es comprensible que el profesor Sánchez fuera primero a cuidarla.

La mirada de Morgan también recorrió su rostro, diciendo fríamente: -Vaya, la defiendes.

El doctor estaba listo para comenzar, sosteniendo una jeringa anestésica se acercó a la cama de Cira: -Paciente, no hable más,

vamos a empezar a suturar.

Cira apretó los labios, asintió y contuvo la respiración.

El médico de Morgan también dijo: —No, todavía está sangrando, no sabemos si ha dañado los órganos internos, avisen al quirófano para

prepararse.

La identidad de Morgan ya había sido notificada, el médico no se

atrevió a ser negligente: -Señor Vega, necesita una cirugía inmediata.

Helena, que estaba al lado de Morgan, estaba ansioso y preocupado: -Doctor, por favor, debe curar a nuestro jefe.

Morgan levantó la mano, indicándoles que se callaran, las

enfermeras iban a llevarlo al quirófano, él también esperaba un

momento.

Después de que Cira recibiera la anestesia, el médico comenzó a

suturar.

Cira no se atrevió a mirar, cerró los ojos, aunque la anestesia le impidió sentir dolor, la sensación de la aguja y el hilo atravesando la piel era muy evidente.

Ella frunció ligeramente el ceño, aguantando, sin notar que Morgan la observaba todo el tiempo.

Después de cinco puntos, el médico dijo listo, y Cira relajó completamente sus nervios, cayendo exhausta en la cama del hospital, con algo de sudor en la frente.

El médico dijo: -Debe quedarse en el hospital dos días, para recibir tratamiento intravenoso y antiinflamatorios. ¿Su familia está aquí?

Antes de que Cira pudiera responder, Morgan habló: -Helena, ve a hacer los trámites por ella.

-Hasta luego, señor Vega, me encargaré de eso, pero sus heridas realmente no pueden esperar -¡Helena estaba muy preocupado, la sangre había manchado otra venda!

Morgan echó un último vistazo a Cira, la vio con los ojos cerrad descansando, y solo entonces accedió a ser llevado por las

enfermeras.

Después de que Helena llevara a Morgan al quirófano, fue a buscar la identificación de Cira para el ingreso hospitalario, y luego ella fue trasladada a una habitación de pacientes especiales.

Esto no fue un pedido de Cira, su herida solo requería tratamiento intravenoso, no era necesario una habitación VIP, pero Helena ya lo había arreglado, así que lo dejó pasar.

-Cira, descansa, iré a esperar al señor Vega en el quirófano. A pesar de estar tan herido, insistió en ver terminar tu sutura antes de ir a cirugía, perder demasiada sangre también es muy peligroso. Si algo le pasa bajo mi cuidado, no sé cómo explicarlo al presidente Vega y a

ου συμνόμ…

Helena hablaba sin parar, Cira separó los labios pegados y dijo en voz baja: -Ve, estoy bien aquí.

Helena se fue apresuradamente, y Cira exhaló.

La anestesia aún no había pasado, no sentía dolor, y parecía que había un componente sedante en el medicamento, Cira comenzó a

sentirse somnolienta.

No luchó contra su instinto y cerró los ojos.

El haber experimentado tal evento le dejó un trauma psicológico, y en su sueño volvió a ese camino de tierra del pueblo.

El cielo gris, la gente asustada, los perros feroces, y el sonido de un disparo perforando el tímpano.

¡Bang!

Cira se despertó abruptamente.

Había algo de movimiento en la habitación del hospital, miró hacia la puerta y vio a las enfermeras empujando la cama de Morgan hacia adentro, colocándola junto a la suya.

Ella se despertó de inmediato: -¿Qué haces en mi habitaci

-¿Tu habitación? -la voz de Morgan era ronca. -Pagué tus hospitalarios, ¿no puedo quedarme?

Cira en realidad solo le había dado a Helena su identificación, no su tarjeta bancaria.

Ella extendió la mano para llamar a la enfermera: -Voy a pedir un cambio de habitación.

Morgan frunció el ceño con desaprobación: -¿Por qué tanto alboroto? En el pueblo, no dudaste en arriesgar tu vida para salvarme.

Cira se detuvo.

Inusualmente, ella no lo negó e incluso preguntó preocupada: -¿Las

heridas de usted son graves?

Morgan la miró sorprendido por su reacción, su tono se suavizó mucho: -No dañaron mis órganos internos, suturaron la herida, no

es nada serio.

Él ajustó su posición en la cama, mirándola con un significado indescifrable: -¿Preocupada por mí?

La anestesia comenzaba a perder efecto, y Cira sintió dolor, agarrándose el brazo y diciendo: -En èse momento, realmente fui a

salvar a usted.

Morgan pensó que ella lo negaría.

-Si no hubiera sido por ese golpe con mi bolso, estaría ahora mucho más herido, así que en cierto modo, yo también soy su salvadora.

Morgan simplemente la miró, esperando ver qué más diría.

Čira se giró hacia un lado: —Como agradecimiento, por favor, or Vega, borre mi foto.

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