Capitulo 0197
Cr a experimentó una reacción en cadena. En este momento, recordó la que habra sucedido en situaciones similares, lo que aceleró aún mentos electon de la medicación en su cuerpo. Con la mirada perdida, se acercó incontrolablemente a Morgan y lo abrazó por la contura
La a expresion de Morgan se volvió más fría.
Se pregunto, si no hubiera estado en el bar en el momento justo, si no
la haber visto y venido a rescatarla, ¿habría caído en manos de esnas personas? Bajo la influencia de la medicación, ¿se habría entrecado a aquellos que la perseguían?
Sus ojos seg voivieron helados, su mano en el cuello de Cira, presionandol tala mandíbula, obligándola a levantar la cabeza para que
el pudiera vereciclaramente ese rostro lleno de deseo.
Realmente era maas interesante que verla sobria y racional.
Cira sintió que sus faladineración” estaba impregnada de desprecio, mo si ella fuere solo un juguete divertido para él.
La razón superó el instinto, y ella lo apartó con repulsión: -… ¡no me toques!
Morgan la presiono sin rodemos contra su cuerpo.
Con la esquina de la pared detetas de Cira, no tenía a dónde escapar, especialmente en su estado ona
-Asi es como estás, y aún esperas que te suelte? ¿A quién crees que debería pedirle ayuda para resolver este problema?
Dijo Morgan sin emociones: ¿Mblerdek? Te abandonó, el hombre que elegiste ni siquiera te valora Gerardtto? Probablemente todavía esté
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ucharla murmurar, Morgan esto odina breve y fria sonrisa: – s a Gerardo? Es una lastima,dalp persona que está contigo soy yo.
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Pue
cren
con sus propios ojos a Gerardo ciename en la habitación de Cira. e habian pasado dos días, la mere adjicies todavia le provocó un imiento persistente.
hern
habia estado vigilando en secreto toddomste ciempo?
Cira
alfe
ΕΠΙ
Las
mal
speraria que también la estuviera observandolo.
in agarró las mejillas de Cira, antes de querella pudiera decir labra, él la besó apasionadamente.
biración del hombre era fuerte, envolviendo para o centimetro de Cira, debilitada por los efectos de la medicación no podía rse no sabia como hacerlo. Las sensaciones se intensiticaron ata medicación, y en su mente, pasaban rapioasemin muchas
nes.
antocentos de intimidad entre ellos en el pasado, as doomcla ata scala de Morgan hace dos meses. Entre ellos, hanoia un icaun deado de rencores y agravios.
ia, no demo queria estar con él de esta manera
forgan, no gan no puedes… -Cira to rechazó suavemente, ss010
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ces
dijo
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blusa.
Sus movimientos eran rudos, dejando marcas moradas en su cuerpo
Cira estaba en un estado entre la claridad y la confusión Sabia lo que Morgan estaba haciendo, lo rechazaba instintivamente, pero su cuerpo se entregaba a la indulgencia. Odiaba la conducta
desenfrenada de Morgan y, al mismo tiempo, se odiaba a sí misma por no tener control sobre su propio cuerpo.
Puesta con un vestido ajustado, él encontró la ubicación de la cremallera.
Morgan, suéltame…
-Tu cuerpo no parece querer que me vaya -los ojos afilados y hermosos de Morgan brillaban peligrosamente en la oscuridad.
Cira movió la cabeza impotente, pero él la levantó y la colocó en el alféizar de la ventana.
En todo el cuarto, solo aquí había luz. El dijo: -Mira bien quién soy.
Las manos de Cira se dirigieron hacia su rostro: -Morgan, eres un malvado… Umm!
Morgan agarró su mano y la presionó contra la barandilla de la
ventana.
En un repentino aliento contenido, las lágrimas de Cira caían sin cesar. El dolor hizo que su mente se aclarara mucho, temblorosa, dijo: -… Morgan, ¿por qué…? ¡Te voy a denunciar!
Morgan se rió burlonamente, susurrando como un demonio: -No sabes apreciar lo bueno. Estoy tratando de salvarte. >
