Capítulo 18
La noticia se difundió rápidamente y la renuncia de Cira ya no era un secreto en la industria.
Durante el fin de semana, Morgan y algunos amigos fueron a un
prado a montar a caballo para relajarse. Durante ese tiempo, hablaban de este tema.
Rodrigo Valbuena preguntó inocentemente:
-¿Es cierto que Morgan aceptó la solicitud de renuncia de Cira?
-Definitivamente es cierto. Mi gerente de recursos humanos habló con ella, pero no estoy seguro si fue por razones de planificación profesional o porque conozco a Morgan. En cualquier caso, ella rechazó mi oferta -respondió Enrique Torres, mientras miraba a Morgan con cierta reprobación, como si estuviera quejándose de que le había impedido contratar a una persona hábil.
Morgan, vestido con un elegante traje de equitación negro, estaba montando un caballo blanco. Era atractivo y distante, pero más casual en comparación con los momentos en que vestía trajes.
Sus amigos estaban hablando de Cira, pero él mostraba una expresión como si ella fuera una desconocida para él.
Pensándolo bien, Morgan siempre había sido así. Aunque Cira había sido la única mujer a su lado durante todos estos años, nunca había mostrado emociones especiales hacia ella.
Entre los amigos, habían discutido en privado la relación de Morgan con Cira. Aparentemente, Morgan no la consideraba su prometida, pero tampoco había admitido que ella era su novia. No parecía ser su amante, ya que nunca gastaba grandes sumas de dinero en ella. En este círculo, era común patrocinar a modelos o influencers con
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diseñador. Por ejemplo, el bolso de Hormas que Keyla llevaba era exactamente un regalo de Morgan.
Al final, Enrique, quien había crecido junto a Morgan, expresó una definición más precisa: una herramienta para resolver problemas biológicos.
Morgan era un hombre normal con necesidades físicas, por lo que necesitaba una mujer. No le gustaba perder tiempo en relaciones sentimentales, y Cira era la mujer que estaba disponible. En otras palabras, cuando Cira estaba pasando por momentos difíciles en esta relación, en realidad era solamente una persona de poca importancia para Morgan.
En cuanto a Keyla, ni Cira ni los amigos de este círculo entendían por qué era tan especial. Se había revelado la verdad del accidente de aquel día, pero Keyla todavía pudo quedarse a su lado sin problemas. Su parcialidad hacia Keyla era algo fuera de la compresión de todos.
Ramón Castro sonrió y dijo:
-Definitivamente no es por eso. Cira también está al tanto de mi relación con Morgan, pero cuando mi gerente de recursos hum la contactó, ella no se negó e incluso hablaron durante toda la t
Rodrigo exclamó de inmediato:
-Entonces también le pediré a mi gerente de recursos humanos que
la contacte. ¡También quiero una secretaria como Cira!
Ramón miró a Morgan y dijo lentamente:
-Ya han llegado tarde.
Enrique arqueó ligeramente las cejas y preguntó:
-¿Qué quieres decir? ¿La has contratado?
Ramón le preguntó:
-¿Sabes quién es Álvaro Gómez?
Rodrigo respondió:
-¿El heredero del Grupo de Alimentación Dorada?
-Exacto. Ayer los vi cenando juntos,
Rodrigo no pudo evitar exclamar:
-Cira es realmente muy popular…
Ramón agregó:
Es más que eso. La pierna de Cira estaba herida y Álvaro la ayudó a subir y bajar del auto y ella no lo rechazó. Parecían bastante
cercanos. Anoche, Álvaro incluso publicó un twit diciendo que iba a
ganar tanto en el amor como en su carrera.
Rodrigo y Enrique se miraron, luego echaron un vistazo a Morgan y guardaron silencio.
El prado era amplio. Después de correr libremente durante tres vueltas, ya era casi al mediodía. Decidieron regresar, mient ue Morgan parecía poco entusiasmado. Ramón tiró de las rienc quedarse a su lado mientras lo llamaba:
-Morgan.
Morgan lo miró. Ramón era un joven caballero con un aire gentil. familia se había dedicado durante muchos años al negocio de lo jades y era conocida como “el líder de la industria del jade”.
Debido a algunos accidentes en las minas extranjeras, la familia Castro había enfrentado problemas de capital hace unos años. Durante esa difícil situación, fue el Grupo Nube Celeste quien les brindó ayuda. Desde entonces, Ramón y Morgan se convirtieron en
Ramón le preguntó:
-Cira ha trabajado tres años para ti y nunca ha cometido errores,
también ha sido leal contigo. ¿De verdad vas a despedirla? Para ser honesto, creo que sería una lástima.
