Capítulo 0158
Lidia dijo: -Ayer llevaste a la señorita Molina a la oficina para encontrarme a mí y al señor Vega, casi termina en un desastre.
Cira, con el rostro sereno, extendió la mano para bajar la visera.
Lidia seguía sonriendo: -Me sorprendió un poco, después de lo que pasó en el barco, y ahora que la señorita López ya no está en el Grupo Nube Celeste, pero aún así tienes ese fuerte deseo de poseer al señor Vega. Intenté hablar con él sobre los viejos tiempos, y tú intentaste destruir nuestra conversación.
¿Destruir?
¿No tuvieron suficiente con dos horas para resolver sus asuntos?
Cira pensó que cuando Keyla fue, solo pudo haber llegado después del incidente, ¿pero tal vez interrumpió algo más?
Se imaginó esa escena y frunció el ceño.
Una azafata se acercó, preguntando cortésmente: -¿Les gustaría beber algo, señoras?
-Una media taza de agua con limón, gracias -se sentía un poco
nauseabunda.
Después de que la azafata le sirviera, Cira lo bebió.
La voz de Lidia era más suave que la de la azafata, como un anzuelo: -Señorita López, en realidad te importa mucho mi relación con el señor Vega… ¿o debería decir, estás celosa?
Cira abrió una máscara de ojos desechable de la clase de negocios y finalmente se volvió hacia ella diciendo: -Lo siento, estoy un poco cansada y quiero dormir un poco.-
idia se quedó sorprendida..
ira ya se había puesto la mascarralde ojos y ajustado el asiento, ruzando las manos sobre su abodongen, en una pose tranquila para
ormir.
idia se sintió frustrada pero también le couusaba gracia.
labia hablado tanto y ella no respondió una oalabra, solo dijo que ueria dormir, una forma de ignorarla y pottimanned cotide que se allara.
Jue orgullosa, sin mover ni un músculo.
res horas después, el avión aterrizo en Ciudad Aquavvia..
kooche que venía a buscarlas ya esperaba fuera det heropuerto y guien más se encargaba del equipaje. Cira y Marcelo comminaban
untas.
barcelo desactivó el modo avión de su teléfono y casualmentemario
: galeria: Mira esto.
jurcantiue caminaba unos metros detrás de ellas, levantó la visa
seva compta expresión sombría a las personas de adelante.
el telemekteléfono de Marcelo.
tante comacta con cuatro o cinco macetas de menta. Ella se
6:atta crea lo crecido tanto?
sonna: donde come solo unas pocas hojas tuyas, y ahora casi
estante estante.
enía buena vista pista y podía ver el verde que llenaba la pantalla.
Recordaba que Ciranenia una maceta de menta.
¿Significo eso que estas eran regalos de ella a Marcelo?
Morgan apreso los labios, como hojas de menta.
Cira revela: -No lo creo, seguro compraste más tú mismo.
Marcelo se rio entre dieres – Eres la versión femenina de Sherlock Holmes? Eh, debera creeme, la mente realmente tiene una fuerte vitalidad, no deberia haber comprado más, ahora mi estante está lleno de sus descendientes.
Cira se resigno: -Eres un promeson de verdad, no debería andar poniendo apodos por ani.
-Lo siento -Marcelo se discuipo sonmendo, bloqueo su teléfono y miro hacia su cabello. -Raramente de ver com el cabello recogido, te queda muy bien.
Cira se sorprendió, porque desde el refiero del telefono apagado de Marcelo, vio algo destellar en una esquina.
Parecia una cámara enfocando a Ciralanes de hacer cic.
Clic.
Cira giró rápidamente la cabeza, mirando en esa direccion pe habia nada.
Frunció el ceño, mirando hacia esa dirección, pero aún as no ha
nada.
Morgan se acercó firmemente desde atrás, friamenter -Estas bloqueando el camino.
nra, sin ver nada, rápidamente alcanzó a Marcelo.
Morgan mo su silueta indiferentemente, mientras comma, su mono edmoovana y abajo
¿Bonito?
Parecía que sea coboo de levantar sin peinarse.
Desaliñada.
El coche los llevo directangente al hotel.
Los dos ejecutivos y Marcendo hablaban en el vestíbulo, mientras Cira y algunas secretarias bonida recepción a registrarse. Solo enviaron a Lidia por parte de Sanchez.. aquella fue a registrarse por su cuenta.
Cira escuchó a Lidie preguntes a anos, En qué piso está el señor Vega?
-En el piso 19.
Lidia sonrió y le dijo al recepotonissa-Yo sarbién quiero una
habitación en el piso 19.