Capitulo 86
editoriales de manera estable. Muchos autores la buscaban especificamente para que realizara el diseño de personajes y portadas de sus libros y sus ingresos crecieron junto con su reputación.
Cuando estaba en tercer año de la universidad, Amella se topó con la fiebre de los IP y, gracias a los contactos que había acumulado haciendo dibujos originales y diseños de portadas, consiguió algunos proyectos de adaptación de IP Todos tuvieron buena acogida en el mercado y aprovechando ese viento favorable, logró juntar su primer gran ahorro-
en la vida.
Aunque la cantidad de dinero que ganó no se comparaba con lo que Dorian y su círculo de amigos podrían gastar en unas vacaciones, para Amelia representaba un logro significativo. Había logrado un pequeño ahorro para su educación avanzada y para tener un colchón financiero antes de casarse, lo que le daba cierta seguridad al enfrentarse a las encrucijadas de la vida.
Pero era consciente de que todo eso era solo un medio para ganar dinero y alcanzar sus sueños.
Su verdadero objetivo siempre había sido convertirse en arquitecta. Por eso, durante sus cuatro años de universidad, además de trabajar a tiempo parcial para ganar dinero, dedico el resto de su tiempo a mejorar sus habilidades. profesionales y a la práctica. Eso incluía participar activamente en competencias de diseño arquitectónico nacionales
e internacionales.
Ella tenia un plan muy claro.
Despues de graduarse, quería trabajar en un prestigioso estudio de arquitectura. Siendo una novata, no tenía ninguna posibilidad de competir con los veteranos más experimentados, así que pensó en usar las competencias para mejorar su curriculum, acumulando proyectos y premios que la hicieran destacar al graduarse. Por eso, se esforzó tanto en prepararse para cada concurso.
En ese tiempo, cuando todos aún estaban relajándose después del examen de ingreso a la universidad, ella prácticamente vivia en la biblioteca, leyendo, buscando inspiración, haciendo bocetos y revisando sus diseños una y otra vez. No sabia si se debía a que el destino le sonreia o a que realmente tenia talento, pero ganó un segundo premio en una competencia importante de diseño arquitectónico en su primer año.
Para una estudiante de primer año, recibir un premio en una competencia tan prestigiosa causó revuelo en la facultad. Amelia atrajo la atención de su profesor Rubén, quien también era un renombrado arquitecto, así que además de sus estudios, comenzó a trabajar en proyectos con él.
Amelia demostró su valia, trabajando duro y sin quejarse, lo que le valió la simpatía de Rubén, quien gradualmente la involucro en proyectos con derecho a crédito.
En su último año, Rubén, muy ocupado, confió en Amelia para que diseñara un pequeño proyecto emblemático, que no le parecía muy importante. Amelia aprobó el diseño en su primer intento y una vez que el proyecto se completo, rápidamente se convirtió en un punto de referencia popular en la zona, ganando elogios de todos.
Aunque más tarde, debido al embarazo y el matrimonio, su camino en la vida dio un giro y se desvió un poco, durante sus dos años de matrimonio con Dorian, Amelia no optó por una vida hogareña simplemente porque había casado con un hombre rico y poderoso. Nunca tuvo una obsesión con la alta sociedad; simplemente se habia enamorado de un hombre que casualmente provenía de una familia acaudalada.
Ella siempre supo que no podia adoptar la actitud de Cintia, que disfrutaba de la vida en la alta sociedad.
No era que se considerara superior, sino que acostumbrada a ser libre y a valerse por si misma, ademas de tener la habilidad y la base económica para ganar dinero por su cuenta. Simplemente no podía hacer cosas que implicaran someterse a los demás para agradarles.
Por lo tanto, aunque no tenia un trabajo de oficina, mantuvo su colaboración con Rubén y durante esos dos años continuó produciendo diseños de forma intermitente.
La experiencia laboral y los proyectos que habia acumulado durante sus días de estudiante le abrieron una puerta cuando Rufino le ofreció una oportunidad de trabajo. Amelia estaba agradecida por la oportunidad que Rufino le había dado, asi como por el esfuerzo que había puesto en su educación universitaria y en su matrimonio