Capítulo 646
Amelia se sentia algo incómoda.
Ya no se trataba de aceptar o no.
Siendo esposos y con una hija, teoricamente no había nada de malo en que la familia viviera junta.
Pero tal vez porque no tenía ningún recuerdo relacionado con ellos, la pérdida de una memoria compartida básicamente la convertia en una extraña y todo, incluyendo hábitos, comprensión y cercanía, tenía que ser reconstruido y cultivado desde cero. Vivir bajo el mismo techo definitivamente traeria muchas incomodidades y desajustes.
“Yo…” Amelia reflexionó un momento, “necesitaré algo de tiempo para acostumbrarme y adaptarme.”
Después de decir eso, miro a Dorian con cierta disculpa: “Desde que desperté, ha sido Miranda quien ha estado conmigo. Pensé que estaba soltera y de alguna manera me acostumbré a vivir sola. Ahora, de repente, tener que adoptar una vida matrimonial con familia y una niña, me hace sentir un poco desorientada.”
“No hay problema,” Dorian le sonrio con dulzura, “podemos… simplemente empezar a conocernos de nuevo.”
Ella forzó una sonrisa, pero no se sintió especialmente entusiasmada o expectante con la idea que él propuso. Todavia se sentia perdida e insegura, como si hubiera una emoción escondida en lo profundo de su subconsciente.
No podia explicarlo.
La sensación de amnesia la hacia sentirse extraña incluso consigo misma, por no hablar de los demás.
Dorian no pasó por alto la confusión y la inseguridad en lo profundo de sus ojos; podia entender aproximadamente su psicologia.
Aunque tuviera amnesia, esa obstinación de querer mantener distancia con él ya estaba arraigada en sus huesos. Se sintió ligeramente dolido, pero no lo expuso, ni la presionó en ese asunto, simplemente le dijo con voz suave: “No tienes que pensar tanto, cuando regresemos, podemos empezar por tener cada uno su habitación, como si fuéramos compañeros de piso. Eso te hará sentir más cómoda.”
Amelia se sorprendió ante su concesión.
Lo miro y asintió levemente: “Gracias.”
Él solo sonrió ligeramente, sin necesidad de responder con un “de nada“.
Pronto Yael y Frida volvieron con la comida empacada.
Esa era la primera cena desde el reencuentro con Amelia, pero como estaban en el hospital, no pudieron hacer una gran celebración, lo que dejó a Frida álgo decepcionada.
Afortunadamente, Amelia podría ser dada de alta al dia siguiente. Frida habia pedido el dia libre para ayudar en casa y planeaba preparar una ceremonia especial de bienvenida por su regreso.
Yael también habia tomado el dia libre para ayudar con los preparativos.
Amelia no sabía nada de eso.
Pasó la noche en el hospital.
Dorian se quedó a acompañarla y aunque la idea era que Serena regresara con Frida, parecia que la niña temia que su madre desapareciera de nuevo y se negó a irse, asi que también se quedó en el hospital.
No sabia si era por haber estado tanto tiempo sin ver a Amelia o por la extrañeza causada por la amnesia, pero Dorian notó que aunque Serena estaba al lado de Amelia, la naturalidad y el cariño que solian compartir se habian atenuado. Podia ver que Amelia estaba haciendo un esfuerzo por tratar bien a su hija, pero sin los recuerdos de una vida compartida, por más cálida y amable que se mostrara, faltaba esa sensación de cariño natural.
Amelia también se dio cuenta de ese problema y aunque trató de ocultarlo, Dorian aún percibió su tristeza.
“Despacio, hace mucho que Serena no te ve, es normal que sienta algo de miedo al estar a tu lado, le dijo Dorian en voz baja después de que la niña se durmió.
Capitulo 646
Amelia asintió ligeramente, sabia que Dorian estaba tratando de consolarla y se lo agradecia, pero su tristeza era genuina.
Estaba un poco perdida.
“Vamos a dormir.” Dorian no la dejo angustiarse por mucho tiempo, “para ti, tanto Serena como yo, solo somos extraños que acabas de conocer hoy. Es normal sentirse distante. Con el tiempo, después de vivir juntos por un tiempo, mejorará.” Amelia asintió levemente, no se permitió desgastarse internamente con el tema, además su cuerpo aún debilitado tampoco podia soportar el desgaste emocional
Pronto se quedó dormida.
Observando cómo la respiración de Amelia se volvia lenta y serena, la sonrisa en el rostro apuesto de Dorian también se desvaneció poco a poco, transformándose en reflexión y una leve perplejidad.
La verdad es que frente a esta Amelia tan desconocida, no solo ella, sino que él también se sentía incómodo.
Extrañaba profundamente a la Amelia que compartia todos sus recuerdos.
También temía que esa Amelia jamás regresara.
Aunque ella estaba allí mismo, algo en su corazón se sentía vacio.
No pudo evitar tomar suavemente su mano.
Ella movió los dedos, pero no desperto.
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Dorian apretó la mano de ella un poco más y luego de echarle un vistazo a Serena, quien dormia plácidamente en brazos, giró y tomó su celular para revisar los mensajes que no había podido ver durante toda la tarde y la noche.
En WhatsApp, Alejandro le habia enviado algunas fotos y mensajes de texto.
Eran fotos de Amelia en la UCI, con tubos por todos lados y monitores que mostraban sus débiles signos vitales. La esquina inferior derecha de la foto tenía una fecha, documentando detalladamente todo el proceso de su coma. Alejandro le había dejado un mensaje: “Esa noche, mi madre y yo pasábamos por el rio cuando la vimos tirada en la orilla, con medio cuerpo aún en el agua, el cabello hecho un desastre y la cara cubierta de sangre, apenas respirando. La llevamos a bordo, estaba gravemente herida, asi que los doctores ya habian emitido varios avisos de estado critico. Estuvo en coma más de un mes, la primera vez que subiste al barco fue cuando ella recuperó la conciencia por primera vez, pero solo fue un breve momento de lucidez, en menos de cinco minutos volvió a desmayarse.”