Capítulo 629
Dorian estaba angustiado y al mismo tiempo perdido.
Alejandro, un maestro del juego estratégico, habia punzado con precisión justo donde más le preocupaba a Dorian.
Una y otra vez, la falsa esperanza lo había hecho vacilar y temer al acercarse a la verdad.
Una y otra vez, su esperanza era reavivada seguida por la decepción. A menudo, no se atrevía a esperar nada, pero aun asi no podía ni queria rendirse.
Esta seria la última vez que lo intentaria.
Observando a los turistas abajo, que no mostraban signo alguno de anomalia, Dorian se repetia a si mismo, una última vez de fe, una vez más en el destino, una vez más con la posibilidad de que Amelia todavía estuviera viva.
Con esa creencia caminaba a través del bullicioso y animado centro comercial, donde de vez en cuando veia a los guardias de seguridad que había contratado, vestidos de civil mostrando la foto de Amelia y preguntando a los visitantes si la habian visto. Pero siempre recibian el mismo resultado: gestos de negación y cabezas que se sacudian en desacuerdo.
Cuanto más veia esas escenas, más se hundia su corazón.
El apuro y la certeza que lo habían llevado desde la escuela al centro comercial, de ahi al hotel y a este lugar, se desmoronaban poco a poco con cada gesto educado de los transeuntes.
El anuncio por altavoz y en las pantallas grandes del barco tampoco daba ninguna noticia sobre la búsqueda de una persona.
Su teléfono sono; era Yael.
“Señor Ferrer, hay un fallo con el equipo, no podemos transmitir.”
Apenas contestó la llamada, la ansiedad en la voz de Yael se filtró a través del auricular. “El personal del barco dice que el fallo ha estado presente por un tiempo y que uno de los motivos de la parada era para repararlo. Pregunté a varios
turistas al azar y todos mencionaron que hubo una notificación sobre el fallo hace unos dias.”
“Entonces consigue unos megáfonos, unos micrófonos, prepara carteles de Amelia y pontos en todo el barco.”
Dorian habló con voz fria y colgó.
*¿No puedes dejar que se vaya con dignidad?” La voz de Rafael resonó de repente detrás de él
Dorian se giro hacia la voz y vio a Rafael, quien habia subido al barco sin que se diera cuenta.
Rafael estaba tranquilo, pero bajó esa calma habia un dejo de sarcasmo y enfado, defendiendo a Amelia: “Cuando estaba viva, ni tu ni tu familia la trataron bien. Ahora que se fue hace meses, no puedes dejarla en paz, la expones con esos carteles y anuncios públicos. ¿Has pensado en lo que la gente podría hacer con su foto? A ella, que le gustaba tanto la tranquilidad y era tan reservada, ¿por qué la molestas incluso después de muerta? ¿Astes como la amas?:
Dorian tragó saliva, su rostro se tensó y no dijo una palabra.
Las acusaciones de Rafael eran algo que él ya había considerado.
no habla
Durante esos dias habia permitido que la noticia de la recompensa se desvaneciera, no queria ni imaginar que no podido darle a Amelia la dignidad que merecia en su partida, temía que alguien perturbara su eterno descanso.
Pero detrás de ese tira y afloja, estaba el dolor de no querer rendirse.
*Disculpa, ¿han visto a la chica de esta foto?”
Detrás de él, uno de los guardias de seguridad pasaba, mostrando la foto de Amelia y preguntando.
Pero, como en las ocasiones anteriores, la persona interpelada apenas echó un vistazo a la foto antes de disculparse con un gesto de la mano: “Lo siento, no la he visto.”
Dicho eso, se dio la vuelta y se fue.
Rafael esbozó una fria sonrisa, sin decir nada más, pero con un desden aún más evidente en sus ojos.
Capitulo 629
Dorian no miró hacia él. La negación repetida de los transeuntes volvía su ya disperso corazón aún más desolado y sin rumbo.
Se dio la vuelta sin decir una palabra y se adentró en la multitud bulliciosa.
Rafael observó como la figura de Dorian se perdía lentamente entre la gente y su expresión se tornó gradualmente más sombría.
“Lo siento,” susurró una disculpa. “Los dos años sin ti fueron los más felices de su vida.”