Capitulo 609
Jacinto, por el contrario, no tardó en llamar a Amelia para informarle que Dorian habia respondido y que estaba seguro de utilizar su diseño.
Claramente, Jacinto estaba muy contento con el resultado, se le notaba alegre y en la llamada no dejaba de recordarle a Amelia que se comunicara con Dorian y que puliera el trabajo.
“Lo haré, gracias Sr. Jacinto.”
En comparación con la emoción de Jacinto, ella se mostraba mucho más serena.
“Además, la escuela va a celebrar su centenario pronto, en cuestión de unos dias. Si le conviene, ¿le gustaria asistir como invitada?” Preguntó el director con una sonrisa.
“Gracias por la invitación, Sr. Jacinto, pero no soy alumna de su escuela, el museo de ciencias todavía no se ha inaugurado, e incluso el boceto del diseño no está finalizado. No he hecho ninguna contribución a la escuela, asi que no creo que sea apropiado asistir en este momento.”
Amelia rechazó cortésmente la invitación de Jacinto, sintiendo que su relación actual con la escuela no era suficiente para asistir como invitada a una celebración tan importante.
Jacinto entendió la preocupación de Amelia, la invitación habia sido más que nada un comentario al pasar y no esperaba que ella realmente aceptara, asi que respondió con una risa: “No hay problema. Cuando tengas tiempo, también sería lindo que pases a visitar la escuela.”
“Está bien, gracias.”
Una respuesta cortès, como siempre.
Después de colgar el teléfono, Amelia se puso a pensar en las modificaciones de su diseño.
Pero no sabía si era porque ese diseño llevaba consigo las esperanzas y expectativas del cliente, pero se sentia más presionada que antes.
Pasó todo el dia sentada frente a la computadora, dibujando varios bocetos con los que no estaba satisfecha, siempre sintiendo que faltaba algo, pero sin poder decir exactamente qué era.
Parecia que había una idea en su mente luchando por liberarse, pero cada vez que tomaba el lápiz, el resultado final nunca era el deseado.
Finalmente, no tuvo más opción que enviarle un mensaje a Dorian: “Sr. Ferrer, buen día. ¿Tiene alguna solicitud específica para el corredor cultural? En cuanto a la estructura, forma y función, o deberia dejar volar mi imaginación?”
Dorian se quedó perplejo al ver la pregunta.
La idea del corredor cultural había sido de Amelia.
En ese momento, él no sabia que ella no tenía un hogar al que regresar, solo sabia que Solia pasar los fines de semana sola en la librería cerca de la escuela.
La librería de esa época solo vendia libros y no ofrecía asientos ni lugares para leer o descansar.
A menudo, ella pasaba todo el dia de pie en la libreria.
Y como no tenia dinero para comprar libros, también le daba vergüenza quedarse alli todo el tiempo.
Él la había encontrado en la libreria varias veces y la idea del corredor cultural surgió durante una charla casual.
En ese entonces, aunque la escuela tenia una biblioteca, no abría los fines de semana y era antigua, aunque tenia libros. no ofrecia un lugar para estudiar o leer.
Las aulas de estudio de la escuela tampoco abrian los fines de semana.
Ella no tenia dónde estudiar ni un lugar donde quedarse, por lo que bromeó diciendo que seria bueno si la escuela tuviera un corredor cultural abierto los fines de semana donde pudiera leer, estudiar y descansar.
Pero en ese momento él no sabia de su situación en casa y pensó que solo estaba hablando por hablar.
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No había descrito concretamente cómo queria el corredor cultural, solo mencionó las necesidades especificas mencionadas.
En ese momento, a ella solo le importaba tener un lugar donde quedarse, ya fuera lujoso o en ruinas.
“No,” Dorian envió un mensaje de vuelta a Amelia, “cumpliendo con las necesidades mencionadas, que sea un lugar donde se pueda leer, estudiar y descansar está bien.”
Después de pensarlo, le envió otro mensaje: “Que predomine tu estilo actual.”
Sería un estilo que a Amelia le gustaría, él lo sabía.
Ella le respondió rápidamente con un “de acuerdo“, pero todavía se sentia incapaz de desarrollar su creatividad, quizás porque tenía la esperanza del otro, temía que el diseño no fuera lo suficientemente bueno, sin acercarse a lo que Dorian tenía en mente.
Después de dudar durante mucho tiempo, apagó la computadora y decidió volver a la escuela para buscar inspiración.
Dorian, habiendo apagado su teléfono, también estaba perdido en sus pensamientos frente a la computadora.
La pregunta lo habia tocado un poco y no podía evitar imaginar en su mente cómo sería el corredor cultural que ella queria.
Ella nunca entró en detalles.
En aquel entonces, Amelia era aún una niña, sin una imagen concreta de lo que seria un corredor cultural; simplemente quería un lugar donde asentarse.
Pero seguro que ella habia imaginado como sería el interior del corredor cultural.
De repente, a Dorian le entraron ganas de ir a la escuela para ver.
Para la Amella de aquel tiempo, su imaginación sobre el corredor cultural se limitaba a la escuela; probablemente, lo que le gustaba también tenía que ver con cómo era la escuela.
No lo pensó dos veces; apartó el teclado de un empujón, agarró las llaves del coche y se levantó para irse.
Capitulo 618
“Señor Ferrer.”
