Capitulo 607
Jacinto no podia esperar y al dia siguiente volvió a enviar un mensaje para preguntar sobre el progreso de la comunicación con Amelia y Dorian.
Él había hablado con Amelia y sabia que ella solo estaba de paso por Arbolada y no se quedaría mucho tiempo. Por eso, estaba preocupado de que se fuera antes de que Dorian diera una respuesta y le daba mucha importancia a ese asunto.
Además, como Dorian y Yael habian añadido a Amelia en las redes, Jacinto pensaba que el asunto ya tenia un ochenta por ciento de posibilidades de concretarse. Estaba ansioso por el resultado, asi que esperar un dia y una noche ya era el limite de su paciencia.
“El Sr. Ferrer dijo que cuando haya un resultado, el Sr. Yael nos informarà“.
Amelia le transmitió a Jacinto la respuesta de Dorian.
Después de reflexionar durante una noche, ella ya no se tomaba el asunto tan a pecho.
Sin embargo, Jacinto detectó algo raro: “¿Han dicho cuándo podrian tener un resultado?”
“No pregunté“, respondió Amelia.
Al oir eso, Jacinto sintió un vuelco en el corazón y rápidamente le envió un mensaje a Amelia: “Voy a preguntar y te aviso si hay novedades.”
Amelia le respondió cortésmente: “Está bien, gracias Sr. Jacinto.”
Pero ya no sentia la misma emoción y expectativa que el día anterior.
En cuanto a los asuntos de colaboración, ella siempre hacía su máximo esfuerzo, pero el resultado estaba fuera de su control.
La palabra “siempre” pasó por su mente y Amelia se quedó pensativa, sin entender por qué había asumido esa actitud.
En ese momento, se oyó la voz de Miranda en la puerta: “Mell, ven a comer, y toma tu medicina. Hoy te preparé una sopa nutritiva especial”
Asi volvió a concentrarse en el presente.
Después de responderle a Amelia, Jacinto llamó rápidamente a Yael.
“Sr. Yael, soy yo, Jacinto. Queria preguntar si ya han revisado el diseño. ¿Qué les pareció? ¿Podría darme alguna actualización?”
Yael acababa de llegar a la oficina y aún no estaba seguro de la situación, pues Dorian era quien tomaria la decisión final, pero respondió amablemente: “El Sr. Ferrer todavia está considerándolo. Ha estado muy ocupado estos días. probablemente no ha tenido tiempo de revisarlo detalladamente. Yo lo apuro un poco por usted.”
“Gracias, se lo agradezco, Sr. Yael“, dijo Jacinto, sonriendo. No pudo evitar agregar con cierta hesitación: “¿Creen que podrían tener una decisión hoy? Es que la diseñadora no es local de Arbolada y pronto se irá, asi que nos gustaria tener una respuesta antes de su partida.”
Después, preocupado de que Yael y Dorian pensaran que la ausencia de la diseñadora podria afectar el progreso del trabajo, agregó rápidamente: “Aunque hablé con la diseñadora y dijo que si deciden usar su trabajo, está dispuesta a quedarse y colaborar con la construcción. Es solo que tiene otros compromisos y no seria justo pedirle que cambie sus planes para esperar una respuesta y si luego no utilizan su diseño, seria una pérdida de tiempo para ella, ¿verdad?”
“Entiendo“, respondió Yael con una sonrisa. “Le pasaré el mensaje a mi jefe y le devuelvo la llamada cuando tenga noticias.”
Jacinto agradeció nuevamente y luego agregó: “Hay otra cosa. La escuela está preparando su centenario y quisiera invitar a Dorian como exalumno distinguido a participar en las celebraciones, y de paso anunciar la donación del museo de ciencias por parte del Sr. Ferrer. ¿Sería posible para Dorian?”
“Lo consultaré y le informo“, dijo Yael
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Capitulo 607
“Gracias de nuevo, Sr. Yael“, Jacinto agradeció con una sonrisa.
“Es lo menos que puedo hacer.”
Yael devolvió la sonrisa y colgó. Rufino acababa de entrar y al verlo, le saludó con la mano y le pregunto: “¿Dónde está Dori?”
Yael señaló hacia la oficina cerrada: “Está adentro.”
Recordó que Dorian habla encargado a Rufino el diseño del museo de ciencias del Colegio Secundario de Arbolada, asi que tenia autoridad para decidir, por lo que preguntó: “Oye, Sr. Rufino, ¿qué piensa sobre el diseño del museo de clenclas? ¿Vamos con la diseñadora que recomendó Jacinto? Me acaba de llamar, está ansioso por saber la respuesta.” “Vine a ver a Dori por eso mismo,” expresó Rufino, “creo que el borrador de la diseñadora está muy bien y el precio es justo, asi que no veo la necesidad de presentar otro diseño. Ya que tú también vas a reportar sobre esto, podrías pasar mi opinión también.”
Mientras hablaba, Rufino le entregó los documentos a Yael: “Yo no entraré.”
“Ya que está aquí, vamos juntos,” insistió Yael, empujándolo hacia la puerta, “Su opinión es más especializada.”
Conversaban mientras tocaban a la puerta de la oficina de Dorian,
“Adelante.”
Una voz grave y suave resono desde dentro.
Yael abrió la puerta: “Sr. Ferrer, Jacinto acaba de llamar de nuevo para confirmar nuestra postura respecto al diseño, recuerda que la diseñadora no es de aquí y tiene otros compromisos; no seria justo hacerle esperar en Arbolada sin una respuesta.”
Dorian hizo una pausa con la mano en el ratón, recordando los planos de diseño.
Quizás porque esos planos le habian dado grandes expectativas, desde que se confirmó que no eran obra de Amelia. subconscientemente se resistía a tocar ese tema y el asunto del diseño había quedado pendiente.
Dorian no respondió, sino que miró a Rufino, que habia seguido a Yael.
*Justamente vine a hablar contigo de eso, dijo Rufino, acercándose, “estudié a fondo el borrador y me parece muy bueno, encaja con el estilo arquitectónico de la escuela y refleja el ambiente académico que combina con el tema de la institución, también tiene valor estético y el estilo es más delicado y sutil lleno de cultura. Mi estilo es más rústico y libre, quizás no tan acorde con la arquitectura cultural de la escuela.”
Rufino le pasó a Dorian el diseño con sus comentarios: “Esto es una impresión de la imagen del diseño. justo vi este estilo y…”
Iba a decir que también se parecia al estilo de Amelia, pero temiendo tocar la herida de Dorian, se detuvo: “Como donaste en su nombre, este estilo arquitectónico también combina bien con su imagen y personalidad.”
Dorian extendió la mano para tomar los diseños que Rufino le ofrecia y los abrió.
El estilo delicado y elegante del diseño capturó su atención, por un instante imperceptible, se quedó inmovil
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