Capítulo 597
“Si. Jacinto acaba de llamarme, me dijo que recibió una propuesta de diseño que le encantó. Ya se coordinó con la disefladora y ambos están contentos con el resultado, además el precio es accesible, así que quieren seguir adelante con esa propuesta,” dijo Yael. “En cuanto a los pequeños ajustes, esperan que usted pueda hablar con la diseñadora para concretarlos.”
“¿No te mencioné que la decisión del diseño del museo la tomaría el Grupo Esencia?“, preguntó Dorian, su tono de voz se había endurecido.
Era evidente que no estaba del todo contento con la decisión unilateral de Jacinto sobre el diseño,
“Ya hablé de eso con Jacinto, se apresuró a decir Yael, percibiendo el descontento en la voz de Dorian. “Pero Jacinto sugiere que vea primero la propuesta de diseño, dice que combina muy bien con el estilo arquitectónico de la escuela.”
Dorian guardó silencio por un momento. “Pidele que me la envíe por correo electrónico y que también le mande una copia a Rufino.”
“De acuerdo.”
Yael accedió rápidamente, un poco sorprendido por la rápida aceptación de Dorian, pero al mismo tiempo tenía la impresión de que su jefe habia cambiado en ese aspecto desde hace tiempo.
Desde que vivió la situación con la diseñadora Amy, quien resultó ser Amelia, Dorian se había vuelto mucho más tolerante. Ya no rechazaba las propuestas de manera tan categórica como antes. Especialmente después de lo que le ocurrió a Amelia, quería revisar personalmente cualquier trabajo de diseño que llegase a manos del Estudio Esencia–Rufino,
Yael colgó y rápidamente devolvió la llamada a Jacinto para decirle que Dorian necesitaba ver el diseño primero y que le enviara la propuesta.
Para Jacinto, el hecho de que Dorian no rechazara la idea de inmediato ya era una señal muy prometedora, asi que tan pronto como colgó, envió ansiosamente la propuesta de diseño de Amelia a Yael y luego le dijo sonriendo a Amelia, “El benefactor del museo de ciencias quiere revisar primero la propuesta de diseño.”
Luego, preocupado por si Amelia tenia alguna inquietud, rápidamente añadió, “Pero tranquila, al final es el museo de ciencias de la escuela, para uso de los estudiantes, así que la escuela tiene la última palabra sobre qué propuesta de diseño se utilizará,”
Ella asintió, “Lo entiendo, gracias Jacinto.”
Que Jacinto pagara un anticipo era ya un reconocimiento de su trabajo, ella estaba muy agradecida por ello.
‘Te aviso en cuanto tengamos novedades,” dijo Jacinto.
Amelia asintió de nuevo, agradeció una vez más y al llegar a la orilla de la calle, se despidió de Jacinto y levantó la mano para llamar a un taxi, partiendo rápidamente.
Después de colgar, Dorian llamó a Rufino para preguntarle sobre la situación de la propuesta de diseño del museo.
Puesto que era una donación a nombre de Amelia, tenia altas expectativas para el diseño del museo y no confiaba en dejarlo en manos de otros, por lo que le habia pedido especialmente a Rufino que se encargara del diseño.
“Dorian, si me mandaste los requerimientos ayer, ¿cómo esperas que ya tenga algo listo?”
Rufino bostezaba al otro lado de la linea, su voz denotaba sueño, Dorian claramente lo habia despertado con su
llamada.
Amelia podía tener un diseño listo en una noche.
Al pensar en Amelia y recordar cuando diseñó la hacienda de estilo tradicional para la familia Sabin, Dorian sintió un breve nudo en la garganta.
El inusual silencio de Dorian alertó a Rufino, quien de inmediato sospecho que estaba pensando en Amelia, y preocupado le llamó, “¿Dori?”
*SI,” respondió Dorian con voz neutra, “Jacinto dice que tiene una propuesta de diseño que les gusta mucho y quieren usarla directamente. Le pedí a Yael que también te la enviara. Tú eres el experto, asi que ayúdame a revisarla y si te parece bien, usamos esa.”
“Claro que si, aceptó Rufino de inmediato, “pidele a Yael que me la mande.”
“Ya está en eso. Revisa tu correo.”
Dorian colgó el teléfono después de dar algunas instrucciones y al girarse, vio a Serena, apoyada en él de manera desganada, pareciendo no estar muy animada.
“Serena, ¿qué te pasa?”
Dorian la levantó en brazos, preguntándole con preocupación.
La niña estaba a punto de responder cuando estornudó.
Dorian levantó la mano para tocarle la frente, que estaba caliente.
Con un semblante serio, miró al conductor: “Luis, al hospital.”
“Claro, contestó Luis, haciendo un giro para cambiar el rumbo.
Rufino acababa de colgar el teléfono con Dorian cuando su bandeja de entrada emitió el sonido de un nuevo correo electrónico.
Sin pensarlo, lo abrió, era un reenvio de Yael con el diseño del proyecto para el Colegio Secundario de Arbolada.
La primera visión del diseño del museo de ciencias, elegante y lleno de un aire académico, lo hizo saltar de la cama, dispersando todo rastro de somnolencia.
Rufino, sin siquiera tomarse el tiempo para pensar, instintivamente se puso el abrigo y con el teléfono en una mano. salió de la cama apresuradamente para ir hacia su estudio. Encendió la computadora, abrió su correo y desplegó el diseño que acababa de recibir.
Deslizó el ratón hacia el final del documento en busca de una firma, pero no había ninguna.
Rufino frunció el ceño y cogió el teléfono con intención de llamar a Dorian para preguntarle sobre el proyecto, pero se detuvo, reflexionó un momento y en cambio, marcó el número de Yael.
“¿Jacinto te mencionó quién hizo el diseño del museo de ciencias del Colegio Secundario de Arbolada?”
Preguntó Rufino.
El tono cauteloso de Rufino hizo que Yael frunciera el ceño: “No lo menciono, ¿qué pasa?”
“Podrias preguntarle quién es la diseñadora y si tiene información detallada del perfil, seria ideal tener una foto y un contacto“, indicó Rufino.
“¿Qué sucede?” Yael estaba confundido.
“Este estilo de diseño me resulta muy familiar, dijo Rufino. “Parece el estilo de Amelia.”
“Voy a contactarlo de inmediato, respondió Yael, recuperandose.
Rufino asintió: “Si Dori no te lo pregunta, no te apresures a decirselo, para evitar que se desilusione de nuevo. Mejor verifiquemos primero.”
“De acuerdo.”
Yael colgó y contactó rápidamente a Jacinto para averiguar sobre la diseñadora..
“Ella se llama Elvia, es una expatriada de origen latino que llegó a Arbolada hace un par de dias. A tiempo para ver el anuncio de diseño del museo de ciencias de la escuela, explicó Jacinto, tambien confundido. ¿Qué pasa?”
“Tienes una foto o contacto?” Yael pregunto
Jacinto respondió “Solo tengo WhatsApp y correo electrónico. Nos hemos contactado por correo”
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“Enviamelo.”
“Está bien.”
Después de la llamada, Jacinto paso el WhatsApp de Amelia a Yael.
Parecia un número de WhatsApp nuevo o uno para el trabajo, ya que ni siquiera se había cambiado el nombre predeterminado del sistema
El avatar era simplemente una foto de un océano al atardecer, nada que revelara la edad, pero el perfil de WhatsApp
indicaba que era una mujer.
Yael frunció el ceño y añadió el contacto.
Dorian no tuvo un respiro hasta tarde en la noche.
Había llevado a Serena al hospital y había estado allí la mayor parte del día. Por suerte, los resultados de los análisis de
y! sangre no mostraron problemas graves, se determinó que la fiebre había sido causada por un resfriado y una infección viral.
Al volver del hospital, estuvo ocupado tomando la temperatura de Serena y vigilando su condición.
No fue hasta la noche, cuando Serena finalmente se durmió y su fiebre bajó, estabilizándose su estado de salud, que Dorian pudo respirar aliviado. Solo entonces tuvo tiempo de tomar su teléfono y revisar su correo de trabajo.