Capítulo 595
Amelia salió sin avisarle a Miranda con anticipación.
Todavía no se había recuperado del todo y Miranda no se sentia tranquila dejándola salir sola.
Le habla dicho que tenía que acompañarla si o sl.
Amelia no sabia si la persona que era antes estaba acostumbrada a andar siempre sola, pero no se sentia muy a gusto con Miranda siguiéndola a todos lados, asi que pensó que mejor saldría y luego le enviaría un mensaje; actuar primero y pedir permiso después era suficiente.
Pero justo al abrir la puerta de su habitación, se encontró cara a cara con Miranda, que iba a visitarla.
“Meli, ¿a dónde vas con este frio?”
Miranda, viendo que Amelia estaba vestida como para salir, preguntó confundida y al notar que su bufanda no la cubria bien, no pudo evitar dar un paso adelante para ayudarla a ajustarla, mientras le decía preocupada, “Hoy bajó la temperatura, no hay sol afuera, no vayas a enfriarte con la brisa.”
La preocupación era genuina, pero también la trataba completamente como a una niña incapaz de cuidarse por sí
misma.
Amelia no estaba muy acostumbrada a tanta cercanía y arreglándose la bufanda por su cuenta, le agradeció a Miranda en voz baja.
Miranda, ya acostumbrada a esa rutina, no se preocupó por donde iba Amelia, después de que se arregló la bufanda, naturalmente se dispuso a seguirla, con toda la intención de acompañarla afuera.
Amelia no tuvo más remedio que detenerla: “Madrina,
Hoy tengo un asunto que necesito resolver sola. Hace frio, mejor quédate en casa descansando y luego salimos juntas, ¿te parece?“.
Amelia habló suavemente, agradecida con su madrina, quien la habia salvado y la había cuidado con devoción cuando estaba herida y postrada en cama, incapaz de valerse por si misma. Por eso, incluso su petición sonaba dulce y suave.
Miranda pareció sorprenderse ante la negativa de Amelia, se quedó quieta un momento y una sombra de tristeza cruzó su rostro: “¿Hay algo que no pueda saber? Solo me preocupa que, al no conocer bien el lugar, te sea dificil andar sola. No te molestaré. ¿Acaso te molesta que esté contigo?”
“No es eso.” Amelia apresuro a tranquilizarla con voz suave, “Es solo que…”
No sabia cómo explicarlo. Si decia la verdad, Miranda se preocuparia aún más
Además, no quería que supiera que había aceptado un proyecto de diseño.
Miranda no estaría de acuerdo en que lo tomara, ya que eso podria significar tener que quedarse más tiempo en Arbolada.
Justo entonces Alejandro salió de su habitación y al verlas paradas en el pasillo, con Amelia visiblemente incómoda, preguntó: “¿Qué sucede?”
“Oh, Meli quiere salir a dar una vuelta y yo la acompañaré.” Respondió Miranda.
“Yo… queria salir a dar una vuelta sola.” Amelia tuvo que intervenir, mirando con pesar a Miranda, cuya expresión se tornó instantáneamente desolada, “Madrina, sé que te preocupas por mi, pero ya estoy bien. He estado encerrada en la habitación del hospital todo este tiempo y me siento un poco agobiada. Realmente quiero salir sola a despejarme un poco.”
“¿Es que te molesto?” La tristeza en el rostro de Miranda se acentuỏ, “Si te incomodo, haz como que no existo, no haré ruido…
“Mamá.” Alejandro interrumpió con una voz tranquila, “Amelia es adulta, necesita su espacio personal.”
Luego la miró: “Ve y haz lo que tengas que hacer.”
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HEDG
Capitulo 595
Amelia le lanzó una mirada agradecida a Alejandro, se disculpó con Miranda y se fue.
Miranda observó cómo se cerraban las puertas del ascensor y todavia parecia querer seguirla, pero Alejandro la
detuvo.
“Controla tu deseo de proteger.” La cara atractiva de Alejandro, que antes mostraba amabilidad, se volvió indiferente, “Incluso si fuera tu hija biológica, no tendrías derecho a desconfiar de ella de esa manera, menos aun cuando no lo
es.”