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Mi Frío Exmarido Capítulo 568

Capítulo 568

Fabiana observaba cómo la frialdad en los ojos de Dorian se hacía más y más densa, un temblor mezclado con miedo se apoderaba de ella, aunque se esforzaba por mantener una expresión de confusión e inocencia en su rostro.

Ella lo miraba, pretendiendo confusión, tratando de leer cualquier pensamiento en la expresión de Dorian, pero él eral impenetrable.

Ni siquiera mostraba su próximo movimiento. Sus ojos oscuros pasaron brevemente por Enrique, antes de volver a posarse en ella.

Fabiana tuvo que armarse de valor para hablar: “¿Señor Ferrer?”

Dorian no respondió, solo la observaba desde su posición elevada.

De repente, ella pensó en el lobo alfa, en la noche de luna llena, en silencio tras su manada, solitario e indiferente, pero brutalmente despiadado. Si atacaba, era letal, sin darle a su presa una minima oportunidad de sobrevivir.

Y ella era la presa que él habia escogido.

Sintió ese escalofrio en la piel que solo puede sentir una presa.

“Fabiana.” Él finalmente habló, “reclamaré cuanto le debas a ella, Mejor que te vayas preparando para vivir bien.”

Con esas palabras, Dorian giró e inescrutable, salió con pasos largos.

Las piernas de Fabiana se debilitaron y casi se desploma.

Camilo también estaba tembloroso, pero no pudo evitar extender una mano para sostenerla: “¿Qué pasa?”

No entendia del todo el mensaje de Dorian. Parecia que habia venido por él, pero también por Fabiana.

Dorian no le habia dado importancia.

Camilo podía entender ese desden. Con suficiente evidencia en la mano, uno no se preocupa por cómo reaccionará el oponente, disfrutando solo de la sensación de miedo a la muerte en su adversario.

Dorian era como un cazador con su arma lista, con la mira puesta en su presa, pero sin prisa por apretar el gatillo. Le daba a su presa el tiempo para escapar, disfrutando del proceso de la caza.

Pero no podia entender por qué iba tras Fabiana.

Para él, Fabiana era inocente en todo este asunto, aparte de ser su hija.

Fabiana solo sonrió débilmente a su padre, todavia con ese aire de buena hija, inocente y coqueta,

“Pa“, estoy bien, no tienes por qué preocuparte,” le dijo con una voz suave y calmada.

Ese lado de Fabiana solo hacía que Camilo se sintiera más culpable y preocupado, convencido de que era por su culpa que el Sr. Ferrer la habia señalado. Y aunque tenia miedo, no pudo evitar gritarle a la espalda:

“¡Dorian, si tienes algo contra mí, enfrenta a mí, no a mi familia! ¿Acaso no comprendes algo tan simple?”

La imponente figura de Dorian se detuvo un momento, luego se giró y sus oscuros ojos se encontraron tranquilamente con los del hombre:

“Señor Camilo, sugiero que vea bien quién tiene al lado, si es una oveja o un lobo. No sea que lo traicionen antes de tiempo, ¡nuestra cuenta aún está pendiente!”

Sin mirar atrás, se marchó.

Al llegar al estacionamiento, Yael ya lo estaba esperando.

“Sr. F

“Sr. Ferrer,”

Yael lo llamó suavemente, había estado afuera, ayudando en secreto con los arreglos y había visto todo.

Dorian lo miró. “Serena ya se fue?”

Antes de ir al piso diecisiete al Estudio Esencia–Rufino, había dejado a Serena con Yael por precaución, no queria

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llevarla al lugar donde Amelia había trabajado.

Ella había estado alli antes y él temía que al ver la oficina de su madre recordara los viejos tiempos y no pudiera soportarlo.

Yael asintió: “Si, ya mandé a Frida para que se encargue de llevarla de regreso.”

“¿Está bien ella?”

Antes de bajar ai piso diecisiete habia hablado con Serena, también había hecho una videollamada con ella antes de dejar la empresa, diciéndole que iba a ocuparse de unos asuntos de trabajo. Se aseguró que ella estaba bien antes de irse a atender sus propios asuntos, pero aunque tenía todo planeado, no podía evitar preocuparse por su hija.

Yael entendió la preocupación de Dorian y asintió con la cabeza: “Serena está bien, se puso muy contenta al ver a Frida y no ha estado insistiendo en buscarlo.”

El asintió y sin hacer más preguntas, echó un vistazo a su reloj.

Yael, siempre atento, le recordó: “Señor Ferrer, usted prometió almorzar con el señor Delgado esta mañana, ya es casi hora, ¿vamos para alla?”

Dorian asintió: “Vamos.”

Su asistente también asintió: “Está bien, lo llevo.”

Dicho eso, abrió la puerta trasera del coche para Dorian.

Él se agacho y subió al coche,

Yael también abrió la puerta del conductor y se metió en el coche, poniendo el motor en marcha..

Mientras el coche se alejaba del hotel, no pudo evitar echar un vistazo a Dorian a través del espejo retrovisory preguntar: “Señor Ferrer, así que vamos a dejar a Camilo y a Fabiana asi nomás?” Penso que Dorian tenia otros planes para ese día.

Dorian levantó la vista y lo miró de reojo: “¿Qué prisa hay? El juego apenas comienza.”

Su tono era tan frio que casi parecia distante, “Hay una manera de resolver las cosas con la ley y otra en el mundo de los negocios. Por lo que hizo Camilo, no lo condenaran a muchos años y Fabiana ha sabido desligarse de todo, la cadena de evidencia que tenemos ahora aún es suficiente para hacerles daño, seria demasiado fácil para ellos solo pasar unos años en prisión.”

Luego, Dorian miró a Yael de nuevo: “Chequea si Fabiana tiene a algún perro faldero o algo por el estilo.”

Yael frunció el ceño confundido y miró instintivamente a Dorian, “¿Hay algún nuevo descubrimiento?”

“Es muy probable que haya sido Enrique quien la empujó, pero no conoce a Fabiana, lo que indica que no fue ella quien contactó directamente a Enrique. Obviamente, alguien está trabajando para ella desde las sombras. Dijo Dorian, “Alguien que está dispuesto a ir muy lejos por ella, no necesariamente se puede manejar solo con dinero. Investiga por ambos lados.”

“Entendido.” Yael asintió.

Dorian no dijo más y se recostó en el asiento con los ojos cerrados, agotado.

Pero en cuanto cerró los ojos, la imagen de Amelia siendo empujada al rio, su rostro aterrorizado e indefenso, su cuerpo frio y solitario hundiéndose en el fondo del mar, invadieron su mente.

Abrió los ojos entre sudores frios, con un dolor familiar en el pecho.

Yael, que conducia concentrado, se sobresaltó al ver a Dorian abrir los ojos de golpe.

No pudo evitar mirarlo con preocupación: “¿Señor Ferrer?”

Dorian no le respondió, simplemente se llevó una mano al pecho, mirando hacia fuera de la ventana con una expresion dolorida y perdida,

El coche ya circulaba por la Avenida Costera y lo que se veía a través de la ventana era una vasta extension de mar sin

fin.

Capitulo 568

Dorian miraba el inmenso océano, y la confusión y el dolor en sus ojos oscuros se transformaron lentamente en una fria y decidida intención de venganza, mezclada con un dolor indescriptible.

Yael, viendo el cambio en la expresión de su jefe, entendia el dolor y el odio en su corazón, también se sentia triste. No dijo nada más y condujo en silencio hasta el crucero que Alejandro habia atracado en el puerto.

“Señor Ferrer, hemos llegado al Crucero Terrén.”

Yael se giró hacia Dorian para avisarle.

El se volvio hacia la ventana y miró el crucero que estaba afuera, una nave internacional de lujo con restaurantes. cines, hospitales, gimnasios, centros comerciales y todas las comodidades necesarias para la vida a bordo.

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