Capítulo 552
“La verdad es que al ver esta página, siento que tengo mucho que decirte, pero también como si no supiera qué decirte.
Siempre ha parecido que somos muy cercanos, pero también como si hubiera montañas entre nosotros que no logramos cruzar para acercarnos el uno al otro.
Intenté entrar en tu mundo, pero me encontré con que no tenia la llave. Luego, traté de alejarme de tu mundo y de igual forma, no lo consegui. Quizás ese es el destino.
La gente siempre habla de las deudas de vidas pasadas que pagamos en la presente. Cuando siento que la vida no es como la deseo, me consuelo pensando que quizás mi propósito en esta vida es saldar todas las deudas de afecto que dejé pendientes en la anterior. Una vez que las haya pagado, podré encontrar lo que deseo. Aunque suena a una creencia ingenua, de verdad me ayuda a enfrentar las adversidades con más serenidad.
Esta vez es igual.
Hace mucho que perdi el coraje de volver a tu mundo. Nuestro matrimonio no fue por amor, ni nos separamos por falta de este, simplemente no éramos compatibles. Pero ahora, dos años después de haber llegado a esa conclusión, tenemos que reconsiderar y romper con esa realidad por nuestra hija.
Siempre he dicho que tu mundo es demasiado lejano para mi, demasiado fuera de mi alcance, y no es solo una cuestión de nuestro estatus social, sino más bien las diferencias en nuestros valores debido a nuestros distintos origenes.
Recuerdo que
e una vez discutimos este tema en Zürich. Tú solo querias una vida juntos, mientras que yo buscaba amor. Yo ful adoptada, mi madre no queria quedarse conmigo. Fue después de rogarle llorando a mi padre que él decidió hacerlo. Asi tenía un hogar, pero no me sentia parte de él. Desde pequeña, siempre quise saber qué se sentía ser amada, ya fuera por la familia o por un esposo. Siempre pensé que si hay algo que nunca has experimentado en la vida, deberías intentarlo al menos una vez, y por eso siempre he estado tan obsesionada con la idea de si hay amor o no. A ti nunca te ha faltado eso, pero te ha faltado compañía, así que quizás para ti, tener a alguien a tu lado significa más que cualquier otra cosa. No sé si mi análisis sobre ti es correcto y si me equivoco, por favor, no te ofendas.
Mi obsesión con el amor me impidió aceptar nuestro matrimonio al principio. Habia crecido en un ambiente sin amor y la idea de continuar mi vida asi era desesperanzadora. Por eso rechace cualquier sugerencia tuya durante mucho tiempo. incluyendo la de volver por el bien de Serena.
Supongo que así es la vida, deseamos aquello que nos falta. Durante mucho tiempo me atrapé en mis propias contradicciones, lastimándote a ti y a Serena. Lo siento mucho.
Tú fuiste la primera persona que me gusto, la única que he amado de verdad. Nunca recibi afecto de mi familia, así que puse todas mis esperanzas en ti, esperando que mis sentimientos fueran correspondidos. Si no lo eran, preferia no tener nada. Durante estos años, mi huida y mi distancia eran solo maneras de hacer mi vida más fácil pero ignoré una verdad. Sin que hubieses hecho nada malo, yo, que decidi tener sola a Serena, pero no puedo vivir solo para mi. Serena te quiere y tú la amas. No tengo derecho a privarles del placer de estar juntos. Y al haber decidido traer a Serena al mundo, tengo la obligación de criarla y acompañarla.
He pensado mucho estos dias y en realidad no hay grandes conflictos entre nosotros. Podemos vivir juntos armoniosamente como cualquier pareja, y si no ha sido asi, es por mi propia obstinación. Tal vez me he obsesionado sin darme cuenta y eso te ha herido a ti y a nuestra hija. De verdad, lo siento.
Dorian, si es posible, ¿podríamos intentar reconciliarnos y darle a Serena un hogar completo?”
La carta terminaba con una serie de puntos suspensivos, lo cual dejaba la duda de si realmente había terminado de escribirla o no.
Esa epistola era un análisis completo del viaje emocional de ella hacia si misma, asi como una conversación profunda con él; quizás tenia la intención de enviársela, pero también sentia que no era el momento adecuado, así que en silencio, la guardó en la carpeta de borradores.
Dorian no tenia idea de con qué sentimientos habla redactado Amelia esa carta, ni con qué ánimo la habia archivado de nuevo, sustituyendola por unos pocos mensajes simples y vacilantes como “nosotros hagámoslo bien“, “lo siento” y “feliz cumpleaños“.
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10:09
Capitulo 552
Él no sabía cuánto tiempo había pasado sola frente a la computadora escribiéndola, ni cuánto habia dudado.
Cada palabra que ella escribió era una disciplina autoimpuesta, un compromiso con el destino.
Dorian leia una y otra vez esas lineas, inmóvil,
Marta, al regresar, encontró a Dorian parado en la sala, sosteniendo el celular de Amelia, inmóvil como una estatua.
No pudo evitar llamarlo: “¿Señor Ferrer?”
Él no pareció notarla, pero cuando ella se acercó, de repente soltó un “puh” y una gran cantidad de sangre brotó de su
boca.
