Capítulo 537
Yael y Rufino se quedaron paralizados ante el inesperado acontecimiento, corriendo para intentar separarlos, pero era imposible mover a Dorian.
Él tenia su mano cerrada con fuerza alrededor del cuello de Fabiana, con la firme intención de acabar con ella, sin mostrar piedad alguna, su rostro guapo se tornaba sombrio y sanguinario.
El rostro de la chica se torno púrpura por la falta de oxigeno, instintivamente trataba de zafarse de las manos que le cortaban la respiración, mostrando un terror absoluto en su mirada.
Pero sin importar cuanto luchara, no podia liberarse del agarre de las largas manos de Dorian y la sensación de asfixia se hacía cada vez más intensa.
Rufino y Yael también estaban desesperados, Dorian habia perdido toda razón.
“¡Dori, sueltala ya, va a morir!”
Rufino Intentaba con urgencia soltar la mano de Dorian, tratando de hacerlo desistir, pero no lograba moverlo ni un poco.
Dorian tenía sus intenciones puestas en llevar a Fabiana a la tumba, sus ojos oscuros se volvían cada vez más frios y despiadados, sus dedos se apretaban aún más.
Fabiana casi no podia respirar y sus esfuerzos por liberarse mermaban.
El personal de recepción, los guardias de seguridad y los clientes también quedaron atónitos ante la escena. acercándose para intervenir.
Yael estaba tan agitado que fue directo a intentar desbloquear los dedos de Dorian, hablándole con urgencia: “Señor Ferrer, calmese, piense en Amelia, piense en Serena, no vale la pena meterse en problemas por alguien como Fabiana.”
“Exacto.” Rufino se sumó ansiosamente, “Serena ya perdió a su madre, ¿puede soportar perder a su padre también?”
Contrario a lo esperado, esas palabras parecian haber irritado aún más a Dorian.
Un destello asesino cruzó sus ojos oscuros y él apretó su mano con más fuerza.
Yael vio claramente la intención mortal en los ojos de su jefe, completamente despreocupado por las consecuencias, asi que gritó aterrado: “Amelia solo está desaparecida. ¿y si alguien la salvó? Si lo encuentra en la cárcel al volver, ¿qué va a hacer?”
Esas palabras parecieron tener el efecto deseado.
Dorian relajó un poco su agarre.
Yael y Rufino aprovecharon la oportunidad para acercarse, pero antes de que pudieran tomar la mano de Dorian, este ya le había lanzado una mirada helada a Fabiana: “Si le pasa algo, pagarás con tu vida.”
Y con esas palabras, soltó de golpe el cuello de Fabiana y se marchó.
La chica se desplomo en el suelo, tosiendo violentamente y cubriendose la garganta.
Quizá por el susto o por algo más, comenzó a llorar desconsoladamente, en un estado lastimoso.
Rufino se agachó para ver cómo estaba: “¿Estás bien?”
Yael, sin darle tiempo a recuperarse, le dijo a Rufino, “Te dejo a cargo aqui, voy con el Sr. Ferrer,” y salió tras Dorian.
Fabiana seguia tosiendo y llorando, parecía bastante asustada.
Rufino no tuvo más remedio que intentar consolarla: “Con todo lo que ha pasado, Dori está mal, trata de entenderlo.”
“¿Así que solo porque está de mal humor puede desquitarse conmigo?”
Fabiana lloraba sin poder recuperar el aliento. “Y pensar que me preocupaba por él, vine especialmente para verlo.”
Rufino no sabía qué decir en ese momento.
Si Fabiana decia esas palabras, sonaban discordantes, pero si aceptaba su identidad como Amanda Sabín, entonces tendrian un significado diferente.
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Capitulo 537
“Agradezco tu preocupación de parte de Dori.” Al final, Rufino tuvo que responder cortésmente, “Pero con la situación tan caótica, tu presencia no ayuda. Ya has visto como está, al borde de perder el control. Será mejor que te vayas por
ahora.”
Al recordar el descontrol de Dorian, Fabiana volvió a sentir miedo, pero después de haber llegado hasta alli, no estaba dispuesta a irse asi como asi.
“Bueno, entiendo que el Sr. Ferrer esté de mal humor,” dijo ella, dándose palmaditas en la ropa para quitarse el polvo y levantarse. “Me quedaré por aqui a ver si hay algo en lo que pueda ayudar.”
“No hay nada que puedas hacer aqui.” Rufino se puso de pie también. “Ya tenemos todo bajo control. Mejor vete, para que cuando vuelva Dori no te vea y vuelva a perder el control,”
Aunque Rufino no entendia por qué Dorian sentia tanta animosidad hacia Fabiana, después de todo, ella era Amanda, la niña que habia estado a su lado en silencio cuando él perdió a su madre siendo pequeño, en el fondo sabia que en ese momento no podia permitir otro encuentro entre Fabiana y Dorian, porque quién sabe que podría pasar.
“No le he hecho nada.”
Fabiana no pudo evitar murmurar en voz baja, sus párpados bajos escondiendo mal la conmoción y la inquietud.
Ella tampoco sabía por qué Dorian la queria fuera del camino de repente. ¿Acaso sabia que ella habia aprovechado el caos para empujar a Amelia?
Esa sospecha le hizo estremecerse y su corazón palpitó aún más fuerte de miedo.
Pero rápidamente se convenció a sí misma de que Dorian era humano, no un dios; era imposible que supiera lo que había pasado.
No había dejado ninguna pista.
Rufino, viendo que permanecía cabizbaja y en silencio, asumió que estaba dudando. Considerando que ella parecia estar bien y sin tener tiempo para seguir convenciéndola, dijo “Mejor vuelve a casa y ten cuidado en el camino” antes de marcharse.
Fabiana ni siquiera tuvo tiempo de llamarlo.
Se quedó parada en su lugar, Indecisa sobre si deberia irse o no.
Mientras estaba dudando, apareció Eduardo.
Estaba ansioso y aburrido solo en su habitación de hotel y sin poder contactar a Dorian, habia decidido bajar a caminar un poco para despejarse. No esperaba ver a Fabiana parada en el vestibulo del hotel tan pronto bajó. Sorprendido, la llamó: “¿Amandita?”
Fabiana no reacciono de inmediato al apodo “Amandita” y no se dio cuenta de que la llamaban a ella.
vio a Ed..
Hasta que Eduardo se acercó y le dio unas palmaditas en el hombro, ella finalmente reaccionó y al girarse v mirándola confundido, momento en el cual se quedó paralizada.
a Eduardo
“¿Qué haces aquí?“, preguntó Eduardo desconcertado, luego notó el mortón en su cuello, frunciendo el ceño, “¿Qué te pasó en el cuello?”
Fabiana instintivamente tocó su cuello y soltó un suspiro de dolor, a lo que Eduardo rápidamente la detuvo: “No lo toques. más. ¿Quién te hizo eso? Fue demasiado fuerte.”
Ella apretó los labios y lo miró como queriendo hablar pero sin poder: “Me lo hice sin querer, no tiene nada que ver con los demás.”
“No digas tonterías, nadie sería tan tonto para hacerse eso a sí mismo.” Eduardo la regañó suavemente y al ver que se rehusaba a hablar, se giró hacia la recepción y preguntó: “¿Quién fue?”
La recepcionista conocía a Dorian y Eduardo. Esa mañana, Eduardo habla regresado del hospital y habia pedido indicaciones para ir al cuarto de Dorian y Serena.
Con una mirada vacilante hacia Fabiana, la recepcionista finalmente habló: “El mismo señor que usted fue a buscar esta mañana.”
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10–AS
De repente Eduardo recordó que le habia dicho a Dorian que Fabiana le habia revelado que la construcción comenzaria en un momento diferente al que el chamán habia marcado. Supuso que su hijo estaba desquitándose y se sintió un poco culpable con la chica, así que le dijo en un tono más suave:
“Es mi culpa. Esta mañana Dorian me preguntó como sabia que habian cambiado la hora de la construcción y le dije que
tú me lo hablas dicho. Creo que por eso desquito su enojo contigo. No te lo tomes a mal, el también está pasando por un mal momento.”
Capitulo 538
Capítulo 538