Capitulo 474
omo era costumbre, ambos se pusieron manos a la obra en la cocina.
Hace tiempo que no cocinaban juntos y Serena, al parecer, lo habia notado Por eso, esa noche, al ver que la tradición coleaba vida una vez miks, emocions tanto que se metió en la cocina, revoloteando y queriendo ayudar en todo
as
Amedia y Dorian no la detuvieron, sino que le asignaron tareas sencillas. La niña estaba feliz de poder colaborar y lo hacia con entusiasmo.
a transcurrió entre esa misma emoción y alegria, con Serena charlando sin parar mientras comia.
notaba más animada que en días anteriores.
Era evidente que Serena disfrutaba enormemente de ese ambiente familiar
Observando a su hija, Amelia sentia una mezcla de emociones.
Como madre, la felicidad de su hija era su mayor recompensa
Sin embargo, en su interior, la balanza empezaba a inclinarse, casi sin darse cuenta, hacia la idea de darle a Serena un hogar completo.
A pesar de eso, no podia evitar sentir una pizca de tristeza y melancolia ante la idea de que su propia importancia se
Mientras reflexionaba, dejó de comer y se quedó mirando a su hija embelesada, sin notar la mirada que Dorian posaba
sobre ella
Desde que
Amelia habla empezado a observar a su hija, Dorian no le quitaba los ojos de encima
Él captó la lucha y el compromiso en su mirada, así como una sutil tristeza y melancolia.
Esos sentimientos también pesaban en su pecho, haciéndolo sentirse sombrio.
Después de conar, siquieron la rutina de siempre, paseando con Serena, ayudándola a lavarse y acostándola.
Una vez que su hija se quedó dormida, Amelia se fue al estudio de al lado.
Dorian no la siguió, ambos necesitaban tiempo y espacio para pensar.
Se sentó en la silla de su escritorio, reclinándose y mirando al techo, perdido en sus pensamientos.
Revivia los momentos desde que se conocieron, desde aquel primer vistazo en el aula de la escuela secundaria, pasando por las tardes volviendo a casa en bicicleta, hasta su mirada conmovedora en su cumpleaños
Esos recuerdos pasaban por su mente como una serie de diapositivas, llegando hasta el reencuentro inesperado y la pasión descontrolada de aquella noche y luego a la confusión de ella sosteniendo el informe de embarazo en el hospital, hasta llegar a la tranquilidad en sus dos años de matrimonio.
Durante esos dos años, ella fue tranquila y hermosa, siempre serena, sin discusiones ni quejas, pero también esforzada y diligente, tranquila y contenta.
Esa versión de ella le permitió concentrarse en su carrera, asumiendo que siempre estaria ahí para cuando el decidiera
volver
Pero no fue asi
Ella también podía marcharse
Se había ido y nunca habia vuelto, tal vez nunca lo haria.
La mirada de Dorian pasó del techo iluminado por la luz artificial a la oscuridad de la noche a través de la ventana.
La madrugada invernal era tan desoladora y fría como sus sentimientos en ese momento.
El sonido repentino de su celular rompió el silencio nocturno.
Miró el teléfono con indiferencia, sin intención de contestar.
Pera después de varios tonos, suspiró, se mclind hacia adelante y lo tomó en sus manos. Era su padre quien llamaba
Contemplo la pantalla un momento antes de responder
Donde estabas? ¿Por qué no contestabas el teléfono?”
La voz vigorosa de Eduardo resonó tan pronto como contestó.
Quizás el hecho de que Amelia hubiera hablado con él le permitió finalmente dejar de preocuparse por si ella se quedaba o no Eduardo se había recuperado rápidamente y le darian el alta del hospital al siguiente dia