Capítulo 473
Fabiana estuvo sumede en la ansiedad y el desasosiego todo el dia, hasta que finalmente llegó la hora de dejar ta
Justo cuando estaba saliendo, Lorenzo también terminaba sus asuntos laborales y al verla con su hotso, le lanzó una invitación casual “Ya teminaste? To levo en el camino.
“¡Ah? Fabana se sorprendió ante la iniciativa de Lorenzo. Desde el asunto del plagio, él se habla mostrado algo distante con ella
Aunque quena aprovechar la oportunidad para mejorar su relación con Lorenzo, su padre, Camilo Samper, habla venido a Arbolada expresamente para visitarla y estaba por llegar al aeropuerto, asi que tenia que ir a recogerlo.
“Mi papa vino a verme, voy a recogerlo al aeropuerto“, dijo Fabiana.
Lorenzo funció el ceño: “Tu papá vino a Arbolada? ¿Qué hace por aqui?”
No había tenido mucho trato con Camilo, solo sabia que su negocio estaba en el extranjero y rara vez volvia al país.
“Solo vino a visitare“, explico Fabiana. “Desde que regrené, no he tenido oportunidad de ir a verlos, como di estuvo por Bariloche por trabajo, pensó en pasarse a verme.”
Lorenzo asintió: “Entonces ve a buscarlo. Cuando tengas tiempo, organiza una comida para reunirlo con la familia. No debe haber sido fácil para el cuidarte todos estos años.”
Fabiana asintió y al percibir a Amelia saliendo de la oficina, actuó rápido para evitar que Lorenzo y ella tuvieron más contacto. Se acerco y agarro el brazo de Lorenzo, tirando de él hacia el ascensor mientras decia con coquetería: “Hermanito, ¿por que no me llevas un trecho?”
“No tengo tiempo.”
Lorenzo rechazó friamente. “Si no estás apurada, le pido a Lucas que te llove,”
Se libero del abrazo y presionó el botón del ascensor, sin mirar hacia donde estaba Amelia.
Sin embargo, Fabiana seguia alerta y se volvió a aferrar al brazo de Lorenzo.
Amelia los observó con curiosidad y luego fijó su mirada en Lorenzo, que estaba parcialmente oculto por Fabiana.
Esta vez, Lorenzo no retiró su brazo; estaba claro que también tenia un trato especial con Fabiana.
Desde el punto de vista de Amelia, aunque Lorenzo a veces regañaba a su hermana recién encontrada, el incidente del plagio no parecia haber mermado su cariño o su posición privilegiada en la familia Sabin.
Viendo a Lorenzo asi, no pudo evitar pensar en Fabio Soto.
Ambos eran hermanos, uno consentía a su hermana sin condiciones, el otro…
Amelia no queria seguir pensando en ello; nunca había sentido el calor fraterno de Fabio.
En ese momento, las puertas del ascensor se abrieron y Dorian salió.
Ni Lorenzo ni Fabiana esperaban encontrarse con Dorian alli y ambos se detuvieron sorprendidos.
Fabiana, recordando la presión que habia sentido por parte de Dorian en la conferencia de prensa, bajó la mirada, sin
atreverse a enfrentarlo.
Dorian tampoco esperaba verlos allí, sus ojos oscuros los escanearon friamente antes de abandonar el ascensor sin saludar.
Con el rostro levemente tenso, Lorenzo tampoco dijo nada y entró al ascensor con Fabiana.
Cuando Dorian se acercó a Amelia, preguntó: “Terminaste?”
Ella asintió suavemente: “SI”
“Vamonos“, propuso Dorian.
Amelia asintió de nuevo: “Está bien.”
Ambos se dingieron al estacionamiento y subieron al auto.
Al pasar por un supermercado, Dorian se giró y preguntó “Comemos afuera o compramos algo para cocinar?”
Ella respondió “Como quieras.”
Donan la mirò un momento.
“Compremos para cocinar“, decidió
Anelia asintió. “De acuerdo.”
La rutina de comprar la comida en el supermercado transcurrió sin mayor emoción.
Era como volver al pasado y a la vez, como si nada hubiera cambiado.
