Capítulo 460
Marta notó el ceño fruncido de Dorian y con cierta inquietud, le preguntó: “¿Pasa algo?”
“Nada.” Volvió en sí, Tú sigue, yo tengo que colgar.”
Tras colgar, se sintió algo irritado.
Bajo esa irritación, había un dejo de pique como si dijera ‘si se fue, pues que se vaya“, especialmente al recordar que había hablado con su padre en el hospital sobre cómo engañarlo con tanta calma.
El dolor que su decisión le causó era mucho más profundo de lo que imaginaba.
Ella tenía el corazón más duro que nadie.
Mejor terminar con todo de una vez en lugar de seguir arrastrando una existencia a medias.
Con ese estado de ánimo, Dorian no se molestó en confirmar con Rufino si Amelia estaba de viaje de negocios.
Pero claramente perturbado por la situación, decidió dejar la empresa antes de la hora de salida.
Yael había observado todo el cambio de humor de Dorian y aunque no sabía exactamente qué había pasado, estaba seguro de que tenía que ver con Amelia.
No entendía cómo, si hasta hace poco todo parecía ir bien entre ellos, de repente todo cambió de un día para otro.
Después de pensar un rato, no pudo resistirse y le mandó un mensaje a Frida: “¿Qué pasa últimamente con Amelia y el Sr. Ferrer?”
Frida estaba en el trabajo y se quedó confundida al recibir su mensaje: “¿Qué pasa con qué?”
Yael interrogó: “¿No has notado algo raro entre ellos últimamente?”
Frida: “..
Recién había empezado en una nueva empresa, como gerente comercial y estaba en esa etapa de poner toda la carne en el asador, tan ocupada que apenas tenía tiempo de visitar a Amelia. Aun así, siempre hacía un espacio para ver a Serena después del trabajo, la familia parecía estar bien y en armonía.
“Siempre los veo bien cuando voy, no hay peleas,” le respondió a Yael, “¿Por qué preguntas de repente?”
Yael le contó brevemente lo sucedido con Dorian esa tarde.
“¿Viste el contenido del mensaje?“, preguntó Frida.
Yael replicó: “No.”
Frida: “Entonces puede ser algo del trabajo lo que lo tiene preocupado, no necesariamente problemas entre ellos.”
“Eso es imposible,” dijo Yael sin dudarlo, “Aparte de Amelia, no he visto nada que pueda complicar al Sr. Ferrer.”
Frida respondió: “Eso solo demuestra que no conoces lo suficiente al Sr. Ferrer. Él es humano, no un dios, no puede ser
invencible.”
Yael insistió: “Pero sí que lo es. En el trabajo y en la vida no lo he visto preocuparse por nada, excepto por Amelia, que es su gran desafío.”
Frida no pudo evitar reírse: “Mira, tú eres un asistente, preocupate por tu trabajo y ya, ¿para qué te metes en la vida amorosa del jefe?”
Él replicó: “Si el jefe no maneja bien su vida amorosa, puede afectar mis beneficios de vacaciones, así que naturalmente debo cortar cualquier problema de raíz.”
“Pues tienes un trabajo duro,” Frida no pudo evitar reírse, “Déjalo, te voy a dar un consejo.”
Yael: “¿Qué consejo?”
“Cree en una cosa, si de verdad tiene que ver con Amelia, eso significa que el Sr. Ferrer todavía no es lo suficientemente bueno.” Frida siempre estaba del lado de Amelia cuando se trataba de sus sentimientos, “Amelia es
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muy fácil de complacer. En lugar de preocuparte por sus problemas, mejor aconseja al Sr. Ferrer, que trate bien a mi amiga. Si está dispuesto a bajar un poco su orgullo, no habrá ningún problema entre ellos.*
Yael: “…”
“Bueno, ya no te molesto más. Tengo cosas que hacer.”
Después de esto, Frida cerró la conversación con Yael, pero sus palabras la habían afectado y no podía dejar de pensar en Amelia. Después de reflexionar, decidió llamarla.
La llamada apenas se conectó y pudo escuchar al otro lado a una recepcionista diciendo con una voz clara, “Señora, bienvenida. Su registro está completo, su habitación es la número 508. Esperamos que disfrute su estancia…“. Frida
se quedó perpleja por un momento y preguntó, “¿A dónde fuiste?”
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