Capítulo 436
La pregunta directa de Dorian una vez más concentró todas las miradas en Fabiana y los murmullos a su alrededor
volvieron a elevarse.
Ella se mostró visiblemente nerviosa.
“Yo…” Intentó hablar, pero no sabía qué decir, Dorian la había tomado completamente por sorpresa.
En su desesperación, Fabiana buscó ayuda con la mirada hacia Lorenzo.
Lorenzo la miró decepcionado. Ella ya había presenciado la firmeza de Dorian y sabía que no era fácil de engañar. No esperaba que en una situación así siguiera intentando esquivar el tema.
Dorian tampoco tenía intención de dejar que se saliera con la suya: “¿Señorita Fabiana, le resulta incómodo hablar?”
La chica, mordiéndose el labio inferior y sin saber qué hacer, apretó el teléfono en su mano con fuerza, su pulgar silenciosamente desbloqueó la pantalla y volvió a la página del hospital. Su rostro, antes lleno de pánico, se iluminó al ver el resultado del informe de paternidad en su móvil. Miró a Dorian y dijo:
“La razón por la que guardé una copia electrónica es porque realmente admiro el trabajo de la Directora Amelia. Quería desglosarlo para estudiar su enfoque de diseño, solo por aprendizaje. No tenía otras intenciones.
En cuanto a hacer la vista gorda, ya lo he dicho antes. Al principio no quería decepcionar a mis abuelos, así que permití que se hicieran ilusiones. Planeaba diseñar otra obra para reemplazarla, pero debido a que no me comuniqué a tiempo con mi hermano, él presentó el trabajo de Amelia para el proyecto. En ese momento, estaba asustada y confundida, así que perdí la oportunidad de aclarar las cosas en el mejor momento.
Ayer, frente a los periodistas, no me sentía tranquila, pero siendo parte de la familia Sabín, no podía avergonzar a la familia en tal situación, así que tuve que enfrentar la entrevista.
La presentación de ayer originalmente no incluía imágenes del diseño, el concurso era solo para la Hacienda Sabín, no para el diseño de Amelia. Nuestro plan era hacer cambios más tarde, solo que salimos con tanta prisa que tomamos la presentación equivocada y eso llevó a la confusión de que íbamos a usar el diseño de Amelia.”
La expresión de Lorenzo se endureció de repente, incrédulo al escuchar a Fabiana cambiar su historia frente a los medios y tratando de hacer que él compartiera su mentira.
Fabiana lo miraba. Sin decir una palabra, le giró la pantalla del teléfono, bajó el micrófono y le dijo en voz baja: “Hermano, ayúdame“.
Lorenzo echó un vistazo a la pantalla y su expresión cambió ligeramente, mirándola incrédulo.
Con los ojos ligeramente rojos y una mirada de súplica, Fabiana le pidió que aceptara su versión de los hechos, que no estaban tratando de plagiar el trabajo de Amelia, sino que Lorenzo, en su prisa, había tomado el diseño equivocado, llevando al público creer que usarían el diseño de Amelia, de esa manera podrían deshacerse de las acusaciones de plagio contra Fabiana.
Ella había organizado su lógica claramente: al principio, no quería decepcionar al anciano, por lo que no negó la situación de inmediato. Pero ella había comenzado a trabajar en su propio diseño de inmediato. El malentendido se debió a la falta de comunicación con Lorenzo, quien presentó el diseño de Amelia por error. Pero como el edificio aún no estaba construido, su producto final usaría su diseño, eliminando la posibilidad de plagiar el trabajo de Amelia.
Todo lo que necesitaba era que Lorenzo aceptara su explicación, incluso tenía la presentación sin las imágenes de los planos como prueba.
Pero Lorenzo no asintió de inmediato ni dijo nada, solo la miraba fijamente con ojos oscuros, su expresión llena de
conflicto.
Dorian también notó el teléfono que Fabiana había girado hacia Lorenzo, frunció el ceño y lo miró directamente.
Lorenzo apretó los labios con fuerza y miró a Dorian de reojo, con una expresión tremendamente complicada en su
rostro.
En ese momento, solo tenía dos caminos a elegir: o aceptaba lo que decía Fabiana, intentando minimizar el daño a su reputación que esto había causado o negaba sus palabras, forzándola a pedir disculpas. Si escogía la segunda opción,
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Capitulo 436
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Fabiana estaría acabada, pero Lorenzo vacilaba, mirando el celular que Fabiana sostenía en sus manos, indeciso sobre qué hacer.
Hoy no era como ayer, la conferencia de prensa no podía ser detenida, solo quedaba aceptar o negar.
Dorian no le dio oportunidad de dudar, levantó el micrófono y se dirigió a Lorenzo: “Ya que el Sr. Lorenzo también está involucrado, que por favor, nos dé una explicación.”
