Capítulo 422
Pero, aunque intentaba convencerse con la razón, al ver a Dorian con el rostro tenso manejando en silencio y recordar cómo la habia defendido en el evento sin dudarlo, no podia evitar sentir un dolor en el pecho, una profunda congoja
“Hoy yo…”
Observando a Dorian, quien no preguntaba ni decía nada, Amelia finalmente rompió el silencio para explicar con voz baja, “quise ir a la licitación con el Sr. Rufino porque hace dias vi los planos del diseño de la Hacienda Sabin en el celular de mi hermano, no estaba segura si eran reales, así que queria verificarlo en persona y justo el Sr. Rufino dijo que tenía una invitación y podia llevarme, asi que quedé en encontrarme con él.”
Dorian detuvo su mano en el volante y la miró de reojo.
Ella continuó en voz baja: “Cuando llegué al lugar, me encontré con Rafael, él representaba a la empresa de su padre en la licitación y nos pusimos a charlar. Cuando llegó el momento de entrar, el Sr. Rufino aún no había llegado, me llamó para decirme que estaba atascado en el tráfico y Rafael ofreció ayudarme a entrar con su equipo, asi que lo hice.
Durante el evento, un carrito de bebidas perdió el control y se dirigió hacia mi, no pude esquivarlo y me salpicaron. Rafael me ofreció su chaqueta para cubrir mi ropa mojada. Fui al baño a arreglarme y él me esperó afuera, por eso volvimos juntos.
Dorian volvió a mirarla: “¿No te lastimaste?”
Amelia negó con la cabeza: “No.”
Él asintió y no dijo nada más, pero la tensión en su rostro se disipó bastante.
Cuando llegaron a casa, Serena ya estaba dormida.
Amelia la sacó del coche y justo cuando iba a subir las escaleras con ella, Dorian también salió del coche y extendió la
mano.
“Déjame ayudarte.”
Al caer su voz, ya había tomado a Serena.
Juntos llevaron a su hija a la habitación principal, Amelia arreglo la cama mientras Dorian acostó a la niña con cuidado y le puso la cobija.
Viendo que sus movimientos eran muy hábiles, Amelia no lo interrumpió y dijo en voz baja, “saldré primero” antes de dirigirse a la puerta.
Cuando estaba a punto de salir, apenas tocando la manija para abrir una rendija, una mano se extendió de repente desde atrás y se apoyó en la puerta.
La puerta, que estaba apenas abierta, se cerró de nuevo y Amelia fue girada por el hombro.
Levantó la vista sorprendida, sin tiempo de enfocar, cuando el calor familiar y la intensa emoción la envolvieron, Dorian la besó, fue un beso apasionado y profundo.
Amelia podia oir claramente su respiración agitada, cargada de emociones indescriptibles.
Apenas intentó moverse, él la presionó firmemente contra la puerta, besándola con más profundidad, como si se desahogara, como si le confesara algo/urgente y pesado.
Las manos de Amelia, que colgaban a su lado, vacilaron antes de levantarse para abrazarlo con fuerza.
El beso de Dorian se volvió más impaciente, presionándola con más fuerza contra la puerta, besándola más profundamente.
Los sonidos de respiración agitada y desenfrenada resonaban en el espacio tranquilo
El raramente mostraba sus emociones tan intensamente y de manera tan abierta.
Sin embargo, esa expresión tan abierta de sus emociones hacia que Amelia se sintiera inexplicablemente triste y compasiva.
Involuntariamente, ella también lo abrazó con fuerza.
Después de un rato, la respiración agitada comenzó a calmarse y el beso de Dorian también se detuvo gradualmente.
Pero no la soltó, solo bajo la mirada y se encontró con sus ojos.
“Amelia, si no me lo explicabas con claridad, iba a enloquecer”
La miraba con voz ronca y sus palabras eran lentas.
Ella nunca sabría que verla acompañada por otro hombre, lo había hecho sentir al borde de la locura.