Capítulo 416
““¿Qué pasa?” Rufino notó que el ambiente estaba tenso y sonrió tratando de animar el momento, “la licitación del proyecto no es hoy? Es un gran motivo de celebración, ¿por qué todos tienen esa cara de velorio?”
Pero Dorian no estaba pata bromas, sus oscuros ojos sequian inmoviles sobre Fabiana. “Deja que lo diga ella misma.”
La seriedad de Dorian hizo que Rufino sintiera un vuelco en el estómago y al mirar a Fabiana, sus ojos se desviaron hacia la gran pantalla detrás de ella sin querer. Al ver los planos de diseño tan familiares, su sonrisa se desvaneció y su expresión se volvió grave.
“Esto es lo que diseñaste para la hacienda?”
Cuando preguntó, su voz se elevó ligeramente sin poder evitarlo.
La actitud de Dorian, la acusación de Serena y ahora la pregunta de Rufino. Tres personas, distintos tonos, pero la misma sospecha Incluso Lorenzo, por más despistado que fuera, se dio cuenta de que había un problema con los planos de diseño.
“¡Fabiana!”
Su voz se endureció, se giró y señaló la imagen de la pantalla, “Dime la verdad, ¿de donde sacaste estos planos?”
“Yo… yo…
La chica balbuceo e incapaz de resistir más, comenzó a llorar desconsoladamente, sin poder articular palabra.
Manuel la miró con una pena inmensa, se acercó rápidamente y la abrazó, consolándola mientras le daba palmaditas en el hombro:
“No te preocupes, no pasa nada. Si tienes tus razones, dilo con claridad, yo te entendere.”
Pero cuanto más trataba de calmarla, más lloraba Fabiana, abrazando a Manuel y sollozando mientras se disculpaba “Abuelo… lo siento… te he decepcionado…”
Dorian la observó llorar impasible, su mirada fria atravesaba su hombro y se enfocaba en Lorenzo
Lorenzo, con el ceño todavia fruncido, estaba indiferente ante Fabiana que luchaba por respirar entre sollozos.
Ante la mirada helada de Dorian, simplemente le devolvió la mirada en silencio antes de desviar los ojos.
Dorian también retiró su mirada, volviendose hacia Amelia
Ella simplemente observaba a Fabiana llorar en los brazos de Manuel, con una expresión de desconcierto.
Serena se dio cuenta de que su madre estaba alli y se acercó emocionada, tomando su mano, le dijo muy contenta: “Mamá, encontré tu dibujo perdido.”
Sus ojos brillaban de sorpresa y alegria señalando con entusiasmo la gran pantalla.
Amelia le sonrió acariciando su cabeza y le respondió suavemente: “Si, Serena, eres increible.”
Lorenzo estaba cerca y escuchó la conversación entre madre e hija.
Se giró hacia Amelia: “¿Es tu diseño?”
Ella asintió con decisión: “Si, es mi obra.
Su voz no era fuerte, pero sonaba clara y poderosa, sin ningún atisbo de duda.
Rufino también intervino: “Es obra de Amelia, yo lo he visto.”
Lorenzo miro a Rufino.
“Tengo el registro del correo electrónico como prueba.” Dijo Rufino, “Amelia me pidió que le entregara el diseño a la señora Elisa hace dias, pero no vi el correo a tiempo y se me pasó. Cuando estaba por llevarlo, ella se enteró de que otro diseño había sido elegido para el proyecto y me dijo que yo no hacia falta.”
Mientras hablaba, Rufino abrió su correo electrónico en el teléfono, buscó el correo que Amelia le habia enviado
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Capitulo 416
originalmente y le mostró la pantalla a Lorenzo.
“La fecha del correo no necesariamente refleja cuándo se hizo el diseño, pero puedes comparar si quieres “Dijo Rufino, “Ese día me senti un poco decepcionado al escuchar que ya habian elegido otro diseño, pero quién iba a pensar que seria el de Amelia.”
Rufino tenia una sonrisa irónica, mientras sus ojos se desviaban, casi sin querer, hacia Fabiana que sequía llorando en los brazos de Manuel
Lorenzo echo un vistazo al dibujo técnico que Rufino había abierto y luego a la hora en que se habia enviado el correo electrónico, que fue incluso medio día antes de que Fabiana se los mostrara.
Su expresión se ensombreció de golpe y se volvió hacia la chica: “Fabiana, explicame, ¿qué está pasando aquí?”
Al escuchar todo eso, Manuel frunció el ceño preocupado, pero al ver a su nieta llorando casi sin aliento, su corazón se suavizó y no pudo evitar intentar calmar a Lorenzo: “Tranquilizate, ¿no ves que la niña está hecha un mar de lágrimas?” “Perder el control no es excusa para lo que hizo,” intervino Dorian con voz fria, su mirada seguia clavada en Fabiana, “Si no puedes controlar tus emociones y enfrentar el problema, dejaremos que los abogados se encarguen.”
Manuel cambió de color
“Dori, te estás pasando. Todos sabemos cómo te trataba la Amandita cuando eran niños y qué relación tenían. Todos fuimos testigos, yo siempre pensé que le tenías cariño. Pero desde que regresó, te has comportado como si fueras otro y aunque me duele, nunca te lo he reprochado, pensando que ahora tienes tu propia familia y otras preocupaciones. Pero lo que le estás haciendo a Amandita ahora no está bien.”
“Solo estoy tratando con Fabiana y este asunto, no tiene nada que ver con Amanda,” dijo Dorian, mirando al anciano con firmeza. “Abuelo Manuel ¿entiende lo que ha hecho? Es un plagio. Si no hubiéramos visto esto hoy por casualidad y reconocido el trabajo, ¿ella habria acabado apropiándose del proyecto?”
“No es cierto, yo no hice nada.”
Fabiana, que habia estado llorando sin parar, finalmente encontró su voz y negó con la cabeza, “No quise apropiarme de nada, de verdad que no ”
Ella nunca habia imaginado que Lorenzo mostraria aquel diseño.
Habia confirmado con Lorenzo varias veces e incluso había revisado su presentación de PowerPoint para asegurarse de que no incluiria el diseño. No se hubiera atrevido a asistir al evento si no estuviera segura, especialmente con todos los medios que Manuel habia invitado de repente.
Ella había planeado y preparado todo meticulosamente, incluso habia seleccionado a quién presentaría para el proyecto de construcción. Si metia a Fabio en el equipo, el proyecto nunca vería la luz del día.
Habia investigado a Fabio y sabia que era alguien que buscaba beneficios rápidos y sabia cómo manejarse. Por eso queria usarlo.
Con solo un pequeño accidente durante la fase inicial de construcción y un poco de superstición, diciendo que el proyecto era de mala suerte y no se debería continuar, el proyecto nunca saldría a la luz. Pero simplemente no entendía como el diseño habia terminado en la presentación después de haber revisado tan cuidadosamente.
Fabiana lloraba tanto que no podia continuar, ni se atrevia a decir más.
Aunque no era la más astuta, sabia que no podia revelar esos pensamientos. Su único objetivo era enterrar un proyecto que no le pertenecía.
“No traté de robar el trabajo de nadie, queria explicarlo, pero ustedes no me dejaron hablar y asumieron que era mi diseño. No queria decepcionar a los abuelos, asi que fingi que era mio, pero ha sido una tortura. Siempre quise encontrar el momento para decirselo a mi hermano, pero nunca imaginé que él presentaria el proyecto tan rápido. No tenía elección, de verdad no queria apropiarmelo.”
Entre sollozos, Fabiana intentó explicarse, “No robé los dibujos, solo los encontré tirados en el suelo de la oficina y pensé que eran basura, por eso los tome. Iba a tirarlos, pero se me olvidó y quedaron en mi cartera. Luego mi abuelo, los vio y surgió todo este malentendido. No fue a propósito.”