Capítulo 412
Fabio estaba pegado a Fabiana y Manuel como un guardaespaldas ejemplar, bloqueando con seriedad a cualquiera que intentara acercarse demasiado.
Su diligencia y atención le recordaron a Amelia a aquellos favoritos de las telenovelas de época.
No cabía duda, Fabio tenia un don para ser un sirviente leal.
No pudo evitar sonreir y sacudir la cabeza, justo cuando estaba a punto de retirar la mirada, Fabio, ocupado en proteger
a Fabiana y Manuel, levantó la vista y la vio, quedando sorprendido por un instante.
El repentino alto de Fabio hizo que Fabiana también mirara hacia Amelia y cuando la vio sentada en el área de descanso, su sonrisa se congeló por un momento.
Amelia encontró la reacción de Fabiana un tanto extraña y la miró a los ojos.
Fabiana se recuperó rápidamente y le lanzó una sonrisa a través de la multitud, antes de seguir a la gente hacia el
ascensor
Cuando se giró, Amelia notó que la sonrisa de Fabiana se volvia a tensar, así como la gravedad en su expresión.
Rafael también lo notó y funció el ceño, preguntándole a Amelia: “¿Qué pasa entre Fabiana y tú?”
Ella negó con la cabeza, confundida: “Nada que yo sepa, siempre nos hemos llevado bien en la empresa.”
La confusión de Rafael se profundizó y volvió a mirar hacia donde estaba el ascensor, que ahora estaba tranquilo y vacío.
Levantó la muñeca para mirar su reloj: la reunión para la licitación estaba a punto de comenzar.
Se dirigió a Amelia: “Vamos a entrar?”
Ella se sintió un poco incómoda: “Ve tú primero, yo esperaré al Sr. Rufino.”
“No está involucrado en la licitación, así que dudo que llegue tan pronto. Además, ha estado ocupado hoy y habia tráfico en el camino, probablemente tengas que esperar un poco más, dijo Rafael.
Justo entonces, el teléfono celular de Amelia sonó. Era Rufino, así que contestó la llamada.
“Amelia, estoy atascado en el tráfico, no sé a qué hora llegare. ¿Qué tal si hablo con Lorenzo y tú entras primero? Solo explicale eso a la anfitriona en la entrada y listo.”
La voz potente de Rufino se escuchó a través del teléfono.
Rafael, que estaba cerca, pudo oir algo de la conversación y le hizo señas a Amelia para que le pasara el celular.
Con curiosidad, ella miró y Rafael extendió el teléfono para dárselo.
“Amelia puede entrar conmigo, no hay problema,” Dijo Rafael.
Rufino sorprendido, pregunto: “Rafael?”
“Si, soy yo,” respondió. “No necesitas hablar con nadie más, Amelia puede venir con mi equipo.”
“Está bien,” Rufino aceptó de buena gana. “Nos vemos alli.”
“Hasta luego.”
Rafael colgó y le devolvió el celular a Amelia.
“Entra con nosotros.”
Ella asintió: “De acuerdo.”
Dorian se despertó después de una hora de siesta.
Al mirar su reloj, vio que la reunión de licitación de la Hacienda Sabin parecía no haber comenzado todavia,
Los Sabin seguramente estarian alli y recordando la actitud de Lorenzo hacia Amelia, no podia setar tranquila Fisspome de un momento de reflexión, se levanto, no puso ofis ropa, ngarró las llaves del coche y en dispoon a male
Serena estaba jugando en la sala, pero cuando vio a Dorlan agarrar las llaves del coche, dejó sus jogostne y como hacia el pensando que la llevaría a paseni
El se calzó y al girarse vio a su hija huchando por ponerse sus zapatos y no peado evitar contel
nue
*Tengo cosas que hacer y no puedo llevarte ¿Qué tal at nalinos esta noche ? Le dijo con voz suave mientras se
agachaba a su nivel
Capitulo 413