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Mi Frío Exmarido Capítulo 405

Capitulo 405

Y que tiene que ver ella?” Dorian miro a Cintia y pregunto

“Qué tiene que ver? Cintia estaba furiosa y ya no se contenia, Hace un par de dias estuvo cenando con su hermano y su papa, no se de qué hablaron, pero su hermano apareció aqui después de en

Cintia se enfadó aún más al mencionarlo. “Vino varias veces pero, los guardaespaldas lo echaban y no hacia escándalos Pero esta vez no sé que le habrá dicho Amelia, incluso se le ocuó disfrazarse de conserje para entrart No sé qué trama.“

“Fabio es Fabio, Amelia es Amelia, Dorian enfatizó, mirando a Cintia Por favor, no sigas echándole la culpa a Amelia por los errores de Fabio. El es una persona con capacidad de actuar civilmente”

“De la misma olla no sale comida diferente,” Cintia todavia estaba enojada, sacó su celular sin poder contenerse, buscó la foto de Amelia, Fausto y Fabio conando juntos y se la mostró a Dorian, “¿Ves? ¿la estoy acusando sin razón? Tu pusiste los guardaespaldas, si no me crees puedes preguntarles, Fabio siempre se ila tranquilo cuando le pedian, fuera por algo que Amelia le dijo, ¿cómo se le ocurriría a él, con esa cabeza que tiene, disfrazarse de conserje para

entrar?”

Dorian echo un vistazo a la foto y luego la mind friamente: Por favor, deja de invadir la privacidad de las personas. tomando fotos sin permiso.”

En cuanto a su encuentro, que una familia cene junta es lo más normal del mundo, por favor no proyectes tus prejuicios y pensamientos sucios en los demás.

Dicho eso, se dio la vuelta y se fue.

Cintia se quedó con una cara tan oscura como el fondo de una olla y le dijo friamente a Pamela:

“No sé qué poción mágica le ha dado esa mujer a tu hermano, tu papá está grave por su culpa y tu hermano la apoya todavia.

Pamela se sentia un poco incómoda: “Mamá, no puedes hablar asi. Mi cuñada nunca se ha metido en nada, no podemos simplemente culparla por lo de papà. En cuanto a lo de su hermano, son solo suposiciones sin pruebar comer juntos como familia no es un gran error.”

“¿Qué sabes tú?” Cintia la miró friamente: “Si no fuera por ella, tu hermano no estaria enfrentándose a tu padre y Eduardo no habria terminado en el hospital. Ella es la principal culpables, ¿cómo no vamos a culparla?”

“¿Entonces si te atragantas comiendo tienes que culpar al que inventó los frijoles?”

Pamela no pudo evitar murmurar, luego cerró la boca bajo la mirada fria de su madre, sin atreverse a decir más “Voy a ver a papá en la habitación.”

Dijo en voz baja y se apresuro a salir.

Probablemente porque había sido estrictamente controlada desde pequeña, todavia le tenía algo de miedo a su madre. Cuando Pamela volvió a la habitación, Dorian todavia estaba alli, mirando a Eduardo que yacia en coma, perdido en sus pensamientos.

“Hermano.”

Pamela lo llamó en voz baja.

Dorian se volvió y la miro: “Vete a casa, yo me quedaré con él esta noche.”

Pamela duddy

asintió: “Está bien.”

Luego lo miró preocupada: “¿Estarás bien solo aquí? Si quieres, toma la primera guardia y yo vendré después para relevarte.”

“No es necesario, tú también has estado trabajando duro últimamente, mejor descansa bien en casa”

Dijo el con voz

z suave.

Capitulo 405

Su hermana asintió: “Bien, entonces vendré mañana temprano para relevarte.”

Dorian asintió: “Dile a mamá que también se vaya a descansar”

Cintia ya estaba en la puerta de la habitación y se negó de inmediato: “No, no me voy”

No confiaba en dejar a Dorian solo con Eduardo

Él la miró y no le respondió.

Pamela no se atrevió a unirse al conflicto, se quedó un rato más en la habitación y luego se fue.

Fabio estaba que echaba humo y no sabia nada de la situación de Eduardo. Después de salir del hospital, la molestia que llevaba consigo se dividia entre la familia Ferrer y en mayor medida, contra Amelia

Pensar en que la gente de la familia Ferrer menospreciaba a Amelia lo hacia hervir de rabia. No es que le doliera por ella, simplemente consideraba que Amelia no tenia dignidad. Se habla dejado pisotear y humillar sin siquiera tener el coraje para defenderse. Para Fabio eso era una vergüenza para su propia familia.

Guiado por su enojo, fue directo al pequeño departamento de dos habitaciones que Amelia había comprado anteriormente.

Ignoraba que su hermano habla vendido el lugar y por instinto, asumió que si ella regresaba a Arbolada, tendría que quedarse alli. Pero al llegar, se encontró con que había golpeado la puerta en vano

Lleno de frustración, llamó a Fausto para pedirle el número de Amelia. No se esperaba que su padre, todavía molesto por haber tenido que pedirle un favor a Amelia dias atrás, lo recibiera con una sarta de insultos y ni siquiera le pasara su número.

Tras ser regañado sin previo aviso, su furia creció. Dio una patada a la puerta del departamento de Amelia antes de marcharse

Justo cuando estaba a punto de entrar al ascensor, sono su movil.

Fabio vio que era un número desconocido y sin pensarlo dos veces, colgó la llamada. Pero apenas lo hizo, el teléfono volvió a sonar con insistencia, el mismo número de antes.

“¿Pero quién demonios es?”

Mascullando un improperio, contestó la llamada con poca amabilidad: “Hola, ¿quién es?”

“¿Hola? ¿Tengo el gusto de hablar con el señor Fabio?“, preguntó una voz femenina dulce y melodiosa al otro lado de la linea.

Fabio, seguro de no conocer esa voz, respondió con impaciencia: “¿Quien eres?”

“Hola, mi nombre es Amanda, soy la hermana de Lorenzo, del Grupo Sabin,”

La mujer no parecia ofendida por su tono hostil, su voz seguia siendo amable y encantadora.

Fabio se quedó sorprendido. Reconocia el nombre de Amanda; recientemente Eduardo habia hablado de una chica llamada Amanda, con la que Dorian habia crecido, de quien estaba enamorado y por ende a punto de casarse.

Lo que realmente captó su atención fue que Amanda era la hermana de Lorenzo, quien dirigía el Grupo Sabin y que podria tener influencia en las decisiones del proyecto de la hacienda

Modificando su tono de voz y añadiendo una sonrisa forzada dijo: “Señorita Amanda, ¿es usted? Disculpe, no reconoci su voz. Pido perdón si la ofendi, por favor no se lo tome a mal.”

“No hay problema“, contestó Fabiana con una voz alegre y relajada. “Señor Fabio, ¿tiene un momento? Me gustarial Invitarlo a comer.”

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