Capítulo 330
ra un dilema para el tener que tomar esa decisión, sobre todo porque sabila bien que Rafael habla expresado su interés en Amelia, queriendo conquistarla Ese arreglo podria parecer un poco inapropiado, pero no se le ocurría na más adecuado en ese momento
Dorian tampoco había olvidado lo que dijo al entrar. “Podria pedirle a Rafael que te lleve de paso”
“¿Así que has hecho que Rafael la acompañe a propósito?”, preguntó con una voz tranquila.
“De ninguna manera, Rufino se apresuro a aclarar, “es que Rafael también se iba y vino a despedirse, y se me ocurrió que podría llevar a Amelia un tramo del camino.”
“Justo ahora?”
Dorian saboreaba esas palabras mientras echaba un vistazo a Amelia
Ella no dijo nada, solo miró a su jefe: “Señor Rufino, no se preocupe, ya pedi un taxi. Puedo irme sola sin problema.”
“Yo te llevaré.” Dorian dijo, mirando su reloj. “Espérame unos minutos.
“No te preocupes, hay muchos lideres e invitados aqui.” Respondió ella, “Quédate con ellos.”
“No hay problema, solo voy a despedirme, dijo Dorian, “espera en el carro,”
Con eso, Dorian le lanzó las llaves a Amelia.
Ella las atrapó por instinto y cuando reaccionó quiso devolverle las llaves, pero él ya había salido por la puerta. Amelia se quedó sin palabras,
Rufino se rio al verla: “Que te lleve Dori es bueno, nos quedaremos más tranquilos.”
Amelia sonrió forzadamente.
Señalando hacia atrás con su mano, dijo: “Entonces me voy a ocupar de unas cosas, tú sigue descansando,”
Amelia asintió y lo vio alejarse, sosteniendo las llaves que le incomodaban un poco, pero no podía simplemente dejarlas alli.
Llamó a Yael para que viniera a recoger las llaves.
Yael llegó rápidamente, confundido pregunto: “¿Por qué tienes las llaves del señor Ferrer?”
“Las tomé por accidente.” Dijo Amelia, “Puedes dárselas tú, tengo que irme a descansar un rato.”
“Claro,” asintió el asistente sin pensar mucho en ello, “dejaré que alguien te lleve.”
Dicho eso, llamó por teléfono y ordenó a un chofer llevar a Amelia a casa.
“Gracias.”
Amelia le agradeció con voz suave y tomó el carro dispuesto por él para regresar,
En el camino a casa, le envió un mensaje a Dorian:
“Le di tus llaves a Yael, el te las entregará en un momento. Ya me y
por mi.”
a casa, tú continúa con lo tuyo, no te preocupes
Dorian estaba despidiendo a los invitados cuando recibió el mensaje y sus oscuros ojos se atenuaron.
Se disculpó con los invitados y ordenó a Yael que los atendiera, antes de tomar las llaves y marcharse rápidamente.
Yael estaba confundido por la acción de Dorian, pero cuando reacciono, ya se habia ido,
En el camino, Dorian la llamó: “¿Dónde estás ahora?”
“En camino a la oficina.” Amelia respondió suavemente, “Voy a pasar por la oficina, el señor Yael le dijo a Paulo que me llevara. No te preocupes por mi.”
Dorian no dijo nada.
15.29
“Te dejo” Amelia colgó la Ramada
Donan no llamó de nuevo, sino que condujo directamente a la oficina y fue al piso diecisiete del Estudio Esencia Rufino
La mayoría de las personas del estudio habian asistido a la ceremonia de inauguración ese día, asi que la oficina estaba bastante vacia, con solo unos pocos trabajando
A través de la amplia oficina, Dorian vio a Amelia en su propia oficina, ocupada con su trabajo.
Rafael tommbién había regresado y estaba ocupado en su escritorio.
Dorian se quedó en la puerta de la oficina sin acercarse.
Cuando Amelia terminó y levantó la vista, vio a Dorian en la puerta, quedando un tanto sorprendida.
“He venido a terminar algo de trabajo,” dijo ella.
Dorian asintió.
“Llámame cuando termines, dijo antes de darse la vuelta para irse.
Al irse, echo un vistazo a Rafael.
Rafael justo giró la cabeza, sus miradas chocaron por un instante, pero ambos solo se observaron con indiferencia y luego desviaron la vista.
Donian regresó a su oficina y así esperó hasta pasadas las nueve de la noche, pero Amelia no le habia llamado.
Él sabia que ella también seguía en la empresa.
Amelia estaba pasando su trabajo a Rafael.
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