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Mi Frío Exmarido Capítulo 313

Capitulo 313

Capítulo 313

Marta acababa de despertar de la siesta cuando se dio cuenta de que Serena había desaparecido. Un sudor frío le recorrió la espalda.

“Serena!“, gritó con desesperación, pero nadie respondió.

Con el corazón en la boca, abrió la puerta de su dormitorio de un empujón y comenzó a buscarla, gritando su nombre, pero no habia ni rastro de ella.

Desde la habitación de Amelia hasta la sala, pasando por la cocina, el baño y el balcón, Marta inspeccionó cada rincón de la casa sin encontrar nada. El silencio era su única respuesta y el pánico la estaba dejando sin fuerzas.

Temblando, sacó su celular para revisar las cámaras de seguridad y vio a la niña saliendo sola de casa con su bolsa de leche. La niña se detuvo vacilante frente al ascensor y luego desapareció de la vista de la cámara.

Marta corrió a buscar ayuda en la administración del edificio, pidiendo que revisaran las grabaciones del ascensor

El personal, al enterarse de que una niña estaba perdida, actuó con rapidez, pero no encontraron nada en las grabaciones.

Incluso llamaron a los guardias de seguridad, que afirmaron no haber visto a ninguna niña salir sola del lugar. Se organizó una búsqueda en el complejo y se difundió un mensaje de búsqueda en el grupo de vecinos, pero nadie la había visto.

Marta estaba a punto de colapsar, incapaz de contener las lágrimas, pero sabía que no podia perder tiempo. Sacó su celular nuevamente y llamó a Amelia, pero la llamada se quedó en espera,

Desesperada, marcó el número de Frida.

Frida estaba en una sala de espera para una entrevista de trabajo cuando su teléfono sono. Al escuchar que Serena habia desaparecido, colgó inmediatamente y salió corriendo, diciéndole a Marta que llamara a la policia mientras intentaba contactar a Amelia. Abandonó la entrevista sin pensarlo.

Pero Frida tampoco pudo localizar a su amiga, su teléfono seguía en otra llamada.

Sin otra opción, Frida dejó un mensaje en WhatsApp para Amelia: “Serena ha desaparecido“.

Amelia, por su parte, estaba ocupada en una llamada con Eduardo, por lo que no pudo ver el mensaje de Frida. El la habia llamado justo cuando se dirigia a una reunión.

Eduardo había quedado aturdido después de la discusión con Amelia esa tarde, por lo que olvidó seguir indagando sobre la relación entre ella y la niña. Más tarde, cuando quiso retomar el tema, el guardaespaldas que Dorian habia asignado para “protegerlo“, aunque realmente lo que hacia era controlarlo, ya había informado a su jefe.

Eduardo sabia que Dorian habla puesto a ese hombre tras el con el pretexto de protegerlo, pero ambos conocían el verdadero motivo. Había protestado, pero fue en vano. Dorian fue claro: mientras no interfiriera en sus asuntos, nadie podía molestarlo.

Resignado, regresó a su oficina, pero algo no le cuadraba, especialmente después de recordar que Pamela habia mencionado que Dorian se habia mostrado inusualmente cercano a una niña desconocida y que la había llevado a la empresa. Cuanto más lo pensaba, más sospechoso le parecía.

Quería bajar a hablar con Amelia, pero el guardaespaldas que Dorian le habia asignado lo vigilaba de cerca. Si intentaba acercarse a ella, Dorian se enteraria de inmediato.

No quería otro enfrentamiento directo con su hijo, quien le había advertido que si se acercaba a Amelia, perdería un cinco por ciento de sus acciones en la compañia. Dudoso de las verdaderas intenciones de Dorian, no quería arriesgarse por una mera sospecha.

Sin embargo, tampoco podia quedarse de brazos cruzados. Después de pensarlo mucho, decidió llamar a Amelia en secreto desde su oficina. Al fin y al cabo, el guardaespaldas, estaba más enfocado en su protección personal y sus movimientos cuando salia.

La oficina de Eduardo era un espacio independiente, ya que las llamadas durante el trabajo podrían implicar secretos comerciales intergos de la empresa, por lo que no permitió que su guardaespaldas entrara en la oficina, solo le asigná

Capitulo 313

un escritorio afuera.

Amelia no se sorprendió en lo más minimo cuando Eduardo se contactó con ella de nuevo.

En realidad, racionalmente no debería haber intervenido, sabia que iba a causar muchos problemas innecesarios.

Pero al ver a Serena, tan herida y asustada, sin atreverse a decir una palabra o derramar una lágrima, sintió una gran pena. No pudo preocuparse por las consecuencias, en ese momento solo quería abrazarla y decirle que todo estaría bien, que su mamá estaba ahi.

Aun priorizando el bienestar emocional de su hija, sabía que tendría que enfrentar las consecuencias después.

Pero que Eduardo la llamara por teléfono era algo que no había anticipado.

En los dos años que estuvo casada con Dorian, y los dos años después de su divorcio, Eduardo nunca la habla llamado.

Asi que cuando un número desconocido apareció en su pantalla, instintivamente quiso colgar

Pero ante la persistencia del otro lado, finalmente respondió la llamada con confusión.

documentos que necesitaba para una

“¿Bueno?“, preguntó, con una voz suave pero firme, mientras buscaba los do reunión.

“Soy Eduardo.” Él no anduvo con rodeos y se presentó directamente, con el tono arrogante de un superior que siempre

habla caracterizado su hablar.

La voz de Amelia se enfrió un poco: “¿Necesitas algo? Estoy a punto de entrar a una reunión.

Su comentario provocó una risita desdeñosa de Eduardo “Dorian te puso en la compañía, pero no esperaba que realmente trabajaras para nosotros, no tienes que fingir para impresionar a nadie.”

“Si no es nada importante, voy a colgar.”

Amelia estaba a punto de terminar la llamada.

Eduardo, en su apuro, exclamó rápidamente: “Esa niña es hija de Dorian y tuya?”

15:26

Amelia se detuvo en seco.

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