Capítulo 306
Amelia abrió aquel informe de paternidad amarillento con manos temblorosas.
La frase en inglés que saltaba a la vista, “No hay relación de sangre confirmada“, estaba impresa en letras rojas y la golpeó con una mezcla de emociones encontradas. Sentia una pérdida leve, casi imperceptible, pero también un alivio, como si finalmente hubiera soltado un peso que habia estado cargando.
Era contradictorio, pero de alguna manera, esperado.
Recordaba que, hace dos años, cuando Dorian le entregó el informe, su expresión y reacción ya habian revelado la verdad.
Por eso en aquel entonces, ella no lo abrió.
Después, cuando fue a la escuela y vio que la familia Sabin rodeaba a Fabiana con lágrimas en los ojos, Amelia supo que había hecho lo correcto al no mirar el informe. No tenía sentido.
Ahora, la razón para abrirlo fue solo para confirmar lo que ya sabia, en blanco y negro
No entendia por qué Dorian habia guardado esa cosa en vez de tirarla, pero al fin y al cabo, era algo que había visto sin permiso y eso la hacia sentir un poco culpable.
Dobló cuidadosamente el papel y lo puso de vuelta en su lugar, cerró el cajón suavemente, abrió el armario y sacó una almohada baja para volver a acostarse en la cama.
Pero esta vez, no se durmió.
No sabia cómo describirlo, solo sentia un vacio.
Era una sensación de desamparo, sin origen ni destino.
Desde que Serena llegó a su vida, los estudios, el trabajo y la responsabilidad de criarla ocuparon todo su tiempo y energía. No le quedaba momento alguno para pensar en sus padres biológicos o en su familia. Serena era su mundo
entero.
Quizás fue la reaparición del informe de paternidad lo que habia revivido esa sensación de desasosiego que no habia sentido en mucho tiempo.
Ella siempre evitaba sumergirse en emociones negativas.
Cuando se dio cuenta de que estaba gastando energías en eso, se sentó en la cama y decidió no forzarse a dormiro pensar más en el asunto.
Guardó la almohada de nuevo en el armario.
Dorian seguia siendo tan ordenado como siempre. Todo en su armario estaba perfectamente organizado, limpio y pulcro, una visión que podia satisfacer a cualquier persona con trastomo obsesivo–compulsivo.
Amelia nunca habia sido tan meticulosa cuando vivian juntos.
Era más relajada, siempre que todo estuviera limpio y en orden era suficiente, sin obsesionarse con la perfección.
Pero ahora que ya no vivian juntos, respetaba las costumbres de Dorian. Se agacho y colocó la almohada con cuidado, cerró el armario y salió de la habitación,
Él estaba colocando una sopa recién hecha en la mesa.
Aún llevaba la misma camisa blanca que usó para recogerla, con las mangas arremangadas mostrando sus firmes brazos bronceados. Su aura mezclaba la vida doméstica con la profesionalidad del mundo empresarial, de alguna manera combinando dos mundos diferentes en una armonia sorprendentemente atractiva.
Lo miró sin poder evitarlo.
El también la miró al escuchar el sonido de la puerta.
“¿Ya te levantaste?“, preguntó, dejando la olla de sopa.
“No podia dormir. Pensé que sería mejor levantarme y moverme un poco, dijo suavemente, acercándose a él,
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Capitulo 306
“¿Necesitas ayuda con algo?”
“No, siéntate y come,” respondió Dorian “La cena está lista.”
Mientras hablaba, se giró hacia la cocina para sacar platos y cubiertos.
Amelia observó que la comida ya estaba servida, así que se sentó tranquilamente en la mesa.
Él le sirvió una taza de sopa y se la pasó, diciendo:
*Todavía tienes esa herida en la frente, el médico recomendo que descanses. Después de la cena, deberías acostarte
un rato.”
Amelia asintió ligeramente: “Vale.”
Dorian continud: “Tengo una videoconferencia internacional después de la cena, durará alrededor de una hora. ¿Estarás bien sola?”
Ella asintió rápidamente: “Si, no te preocupes por mi.”
Dorian asintió con la cabeza: “Está bien.”
La cena transcurrió en un ambiente relativamente armonioso.
Después de la cena, ella se levantó instintivamente para ayudar a recoger los platos y los cubiertos. “Yo me encargo,” dijo él con una voz suave que resonó mientras tomaba de sus manos la vajilla. “Tú ve a descansar.”
Amelia asintió sin insistir.
Quería sentarse en el sofá, pero al ver aquel juego de sofás oscuros, el recuerdo de la noche loca y descontrolada con Dorian la invadió y se detuvo un instante.
Después de todo, un sofá no es un lugar tan natural como la cama para hacer ese tipo de cosas, especialmente para personas reservadas y serenas como ellos. Que se hubieran dejado llevar de esa manera era algo sorprendente una vez recuperada la cordura.
Amelia no podia enfrentarlo con tanta naturalidad.
Dorian levantó la mirada y notó la vacilación en sus pasos y la leve vergüenza en su rostro.
Tosió
5 suavemente: “Hice que limpiaran y dieran mantenimiento al sofá.”
“Vale.”
La respuesta de Amelia sono tan seca y embarazosa como se sentia, no tenia nada que ver con si el sofá estaba limpio o no.
“Mejor me voy a la habitación, dijo suavemente.
El dormitorio principal de Dorian era espacioso, con otro juego de sofás
“De acuerdo,” asintió él, tomando su teléfono. “Voy a mandar que te traigan algo de ropa.”
“No hace falta.”
Amelia lo miró instintivamente. “Prefiero volver a mi lugar esta noche. Mañana tengo que trabajar y todas mis cosas
están allá.”
Dorian la observó un momento y luego asintió: “Te llevo después de la reunión.”
Ella asintió: “Está bien.”
“Descansa un rato.”
Dorian habló y echó un vistazo a su reloj, claramente tenia cosas que hacer.
Amelia asintió sin querer interrumpirlo.
Entró al dormitorio de Dorian y él se dirigió a su estudio, cada uno cerró la puerta de su habitación.
Todo eso tenía cierto aire de los dias de su matrimonio, pero a la vez era diferente.
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Capitulo 306
El Dorian de ahora parecía tener más calidez, aunque era dificil de explicar.
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