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Mi Frío Exmarido Capítulo 236

Capítulo 236

“Deberia ser de darle dinero a la mama de la niña, para que se largue lejos y finja que nunca existió, ¿no?” Pamela pensó por un momento. “Pero seguro que mi hermano no va a estar de acuerdo. A él no le puede importar la madre, pero jamás abandonaria a su hija, así que yo creo que al final le va a pasar dinero a la mamá y va a reconocer a la nina.”

Mientras hablaba, Pamela se sonrojaba y le tiraba una sonrisa avergonzada a Amelia: “Pero todo esto que te estoy contando son puras suposiciones mías, ni siquiera sé si la pequeña es de mi hermano. ¿Pero mi hermano no se meteria en esos lios, eh?”

Amelia también sonrió, pero le respondió a Pamela con seriedad “Tu hermano no es de esos. Él nunca sería infiel.”

La certeza de Amelia sorprendió un poco a Pamela: ¿Tanta fe le tienes a mi hermano?”

Ella asintió: “Tu hermano es un buen hombre, el nunca haria algo que danara a su familia. Deja de imaginar cosas.”

Convencida por las palabras de Amelia, Pamela inclino la cabeza pensativa: “Es verdad. Si mi hermano ni siquiera buscaba novia antes, ¿como va a tener una aventura ahora? Además, esa mujer ni siquiera es bonita y parece mayor que el

Pero al recordar la ternura inusual de Dorian hacia la niña, Pamela volvió a dudar y se le abrió la boca de la impresión.

Al ver la cara de Pamela cambiar de mil expresiones, Amelia no podia adivinar en qué pensaba, pero estaba segura de que no era ninguna deduccion brillante.

Aunque no había tratado mucho con Pamela, sabia que era de mente sencilla y sus pensamientos no eran muy complicados, no esperaba que se metiera en enredos. Siempre la habian llamado “la boba linda” a su alrededor.

Ella nunca se habia ofendido por eso, sino que habia aceptado su forma de ser.

Aunque tenia sus berrinches de niña rica de vez en cuando, no era malintencionada, era bastante ingenua. Se dejaba llevar por el amor, hablaba y actuaba sin darle vueltas, era directa y espontánea. Decía y hacia lo que sentía en el momento, rara vez consideraba los sentimientos de los demás o buscaba la aprobación ajena.

No era que lo hiciera a propósito, simplemente le faltaba un poco de malicia.

Por eso, Amelia no se tomaba muy en serio esos comentarios sin filtro de Pamela.

Pero ahora, viendo sus expresiones cambiantes, Amelia supuso que Pamela había sacado conclusiones erradas con su forma de pensar y justo cuando iba a aclarar, Pamela se giró con una cara de shock y le preguntó “Cuñada, sera que mi hermano la regó en una noche de copas?”

Amelia se quedó sin palabras.

Pamela, viendo que Amelia no respondía, empezó a pensar que su teoria era correcta.

Eso explicaría por que su hermano y Amelia se habían divorciado de repente y sin aviso, y también por que el mostraba tanto cariño hacia una niñita desconocida, aun cuando la madre de la niña no parecia encajar.

Amelia tosió suavemente: “Mira, creo que estás malinterpretando a tu hermano.

No es ese tipo de persona, dijo Amelia, él siempre ha querido a los niños. Tal vez simplemente tenia una conexion especial con esa niña y como a la pequeña le caia bien, él no queria romperle el corazón, solo queria hacerla feliz.”

Al escuchar eso, Pamela se convenció de nuevo. “Eso tiene sentido.”

“Tú conoces a tu hermano mejor que nadie. Siempre ha sido respetuoso y correcto, ¿cómo va a tener una hija por ahí? Además, él siempre ha podido manejar la bebida. ¿Cuándo lo has visto tú perder el control y caerse borracho?”

Arnelia reforzó su punto para asegurarse de que Pamela no se dejara llevar por un impulso y fuera a cuestionar el

carácter de Dorian

Pamela, que rara vez tenía una opinión firme y cuyos pensamientos solian seguir los de los demás, se dio por convencide con la seguridad en la voz de Amelia y asintió

‘Claro, mi hermano no haria algo asi después de unas copas.”

Capaule 236

Amelia permanecio callada.

Pronto legaron a su casa.

Pamela la dejó en la entrada del complejo, se despidieron y se fue.

A pesar de su curiosidad, Pamela no tenia mucho más de qué hablar con Amelia y tampoco había demostrado un cariño de cuñadas

Amelia, ya acostumbrada, agradeció cortesmente y regresó a su hogar.

En la casa de los Ferrer, Eduardo observaba como se cerraban las puertas del ascensor y al ver a Dorian, su expresión se tomó sombria: “¿Qué hacias otra vez con esa…..?”

Estaba a punto de decir “esa mujer”, pero al notar la mirada helada que Dorian le dirigia, se calló y cambió rápidamente: “¿Qué hacia Amelia aqui?”

“No te incumbe”

Dorian respondio con frialdad, mirando hacia el y hacia Cintia, ¿Qué necesitan?”

No habia en su postura intención alguna de invitarlos a pasar.

La paciencia de Eduardo se evaporó: Esa es tu actitud? Venimos desde lejos y ni siquiera podemos entrar.”

“No se puede. La negativa era tranquila, pero directa.

Eduardo se quedó sin palabras.

Cintia, viendo que el conflicto entre padre e hijo estaba a punto de estallar, intervino rápidamente para calmar los ánimos: Vamos vamos, hablemos con calma. Siempre que se encuentran es como si estuvieran en un duelo a

muerte..”

Se detuvo al notar la herida en la mano de Dorian, su expresión cambió de inmediato: “¿Qué te pasó en la mano?”

Se acercó para agarrar su mano y examinarla, pero antes de que pudiera tocarlo, Dorian la apartó con un gesto.

Cintia estaba desesperada. “Déjame ver, ¿cómo puedes no atender una herida asi?”

Intentó entrar para buscar algún remedio y tratarlo, su preocupación parecía genuina.

Dorian la miró, con una mirada llena de complejidad.

Aunque no era muy cercano a Cintia, ella siempre se había ocupado de él con dedicación.

Cuando era pequeño y estaba enfermo en el hospital, siempre estaba allí cuidando de él y no hacia distinciones entre el y Pamela.

Como madre, Cintia era responsable y cumplidora.

Pero cuando se trataba de Amelia…

Dorian frunció el labio y extendió el brazo para bloquear la entrada, impidiendo que Cintia pasara.

“Me ocuparé de esto más tarde.” Dijo mirando a Cintia y a Eduardo, Díganme lo que tengan que decir, estoy ocupado.”

Cintia podía soportar esa actitud, pero Eduardo no y no pudo contener su enojo.

¿Vas a estar enojado con nosotros por esa mujer el resto de tu vida?”

*No estoy enojado con nadie.” Dorian miró a Eduardo con calma, “Papa, solo te haré una pregunta, si decidiera volver a casare con Amelia…”

“No va a pasar.” Eduardo lo interrumpió de inmediato, “Jamas permitiré que se casen otra vez. Su familia es una carga. Dorian pregunto. ¿Y si insisto en casarme con ella?

Eduardo replicó. Solo sobre mi cadáver Jamás permitiré que ella vuelva a ser parte de nuestra familia

Capitulo 236

Dorian inquirio: “¿Por qué tienes tales prejuicios contra ella?”

Capule

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