Switch Mode

Mi Frío Exmarido Capítulo 226

Capitulo 226

visión de la vida.

Para él, ya fuera una separación en vida o por muerte, la gente cercana a él siempre se iría un día, slempre habría un momento para enfrentar el dolor.

Si no estaba cerca de nadie, entonces no sufriria por la pérdida.

Desde ese momento, decidió no tener mascotas y mantuvo una ligera distancia con todos.

No aceptaba afecto y no lo entregaba, por lo tanto, no sufriría por la partida de nadie.

Una vida así podría ser aburrida, pero era precisamente esa contención lo que permitía que Dorian no fuera influenciado ni restringido por nadie.

Amelia probablemente, fue esa excepción.

Rufino podia ver la influencia de Amelia en Dorian.

El tambien debía sentirlo, así que su conflicto probablemente era una lucha entre la razón y el sentimiento.

La razón lo empujaba a cortar de su vida todo lo que lo afectaba, para volver a su estado de tranquilidad de antes.

Pero cuando realmente llegaba el momento de cortar, no podía dejarla ir emocionalmente.

Rufino no sabía cuánto tiempo continuaria ese tira y afloja en Dorian.

Cuando lo dejó en la entrada de su edificio, no pudo evitar preguntarle: “¿Estás bien?”

“Estoy bien.”

Fueron dos palabras tranquilas y serenas.

Mientras decia eso, Dorian ya estaba saliendo del carro.

“Vete a descansar, no te preocupes por mi.”

Su voz ya había recuperado la calma.

“OK” Rufino hizo el gesto de “OK” con la mano, luego pensó un momento y no pudo evitar preguntar con cautela, “¿Y Amelia…?”

“No te metas con ella.”

Dorian lo interrumpió.

Rufino asintió, su amigo no estaba para conversaciones esa noche.

“Descansa también, cuida esa herida.”

Rufino se despidió y se fue en su coche.

Pero no estaba completamente tranquilo, después de todo, Dorian era un paciente con una mano inutilizada, asi que a la mañana siguiente, fue a verlo bajo el pretexto de devolverle el coche.

Dorian ya se habia levantado y estaba ocupado trabajando, sentado en la mesa con su laptop.

A su lado habia un café ya frio.

La mano herida era la izquierda, aunque estaba envuelta en una venda blanca, no afectaba la velocidad de su mano derecha en el teclado.

Su rostro también había perdido la tensión del día anterior, pero seguia teniendo esa expresión serena y sin emociones. *¿Mejoró la mano?”

Al entrar y ver a Dorian ocupado en la mesa, Rufino preguntó con una ceja levantada.

SI

Él respondió brevemente, ¿Por qué viniste?”

‘Para devolverte el coche.”

Capitulo 226

Rufino le lanzó casualmente las llaves del carro.

Este las atrapó con su mano derecha y las dejó caer sobre la mesa del comedor.

“¿Ya comiste?”, preguntó él.

“Esa pregunta me corresponde a mí.”

Rufino dijo eso mientras echaba un vistazo hacia la cocina.

“Ya comi.”

Era la misma voz tranquila y apagada de siempre, Dorian no quitaba la vista de la pantalla de la computadora.

Rufino asintió, se acercó y tomó una silla para sentarse al lado de él, echó un vistazo al ordenador y luego lo miró. “Te las arreglaste bastante bien.”

*¿Qué otra cosa se supone que haga?”

Dorian habló sin siquiera levantar la mirada.

Rufino asintió de nuevo, no había mucho más que hacer.

Había tratado con Amelia por más de un año y la conocía bien; cuando ella tomaba una decisión, realmente no había quien la hiciera cambiar de opinión.

Él había pensado que Dorian, usando su influencia, podria convencerla.

“Pero hablando de eso, tampoco fuiste muy justo,” dijo Rufino, mirándolo. “Amelia no tenia idea de que Cintia no es tu

verdadera madre.”

Las manos de Dorian sobre el teclado se detuvieron abruptamente y sus ojos oscuros se movieron rápidamente hacia Rufino.

“¿Qué le dijiste? ¿Cuándo pasó eso?”

“Fue ayer, mientras cenábamos. Rufino estaba confundido por la mirada que recibia, “Solo le mencioné algo de tu infancia, que tu madre había fallecido.”

Sin embargo, al decir eso, notó un ligero cambio en la expresión de Dorian, quien empujó su laptop con fuerza.

Tengo que salir un momento.”

Dorian agarró las llaves del coche que acababa de dejar y se dirigió hacia la puerta.

Rufino se quedo perplejo mirándolo, “¿Qué pasó? ¿Dije algo malo?”

“No tiene nada que ver contigo.”

Dorian ya habia abierto la puerta y salió antes de terminar la frase.

Comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Options

not work with dark mode
Reset