Capítulo 170
Paso la noche entera sentado en el balcón, dejando que la brisa nocturna le acariciara.
Nunca antes habia pasado una noche entera asi, solo y en silencio, sumergido en recuerdos y reflexiones.
Aun cuando a veces pensaba en Amelia, siempre se forzaba a concentrarse en sus estudios o trabajo, evitando los recuerdos y la nostalgia.
Pero esa noche, la añoranza le golpeó con fuerza. Recordaba a aquella chica de preparatoria, al principio algo timida, que se fue transformando en alguien dulce con un toque travieso al conocerlo mejor
Recordaba que Amelia se habia abierto a él durante el semestre en que compartieron pupitre. Aunque conservaba su timidez, también revelaba la vivacidad y picardia propias de su edad.
Ella era cariñosa cuando se acercaba a él, a veces caprichosa mostrando su caracter, pero también era rápida en buscar la reconciliación, como una niña que se niega a crecer
En el segundo semestre, incluso habia pedido volver a su rincón en el aula.
Habian compartido una intimidad especial, ajena a los demás en su clase Ella dependia de el de una manera que solo ellos podían entender
Pero en algún momento, todo cambio. Ella se volvió reservada, tranquila y extremadamente obediente, perdiendo aquel desenfado juvenil.
Después de graduarse de la preparatoria, se alejó de su vida de una manera serena y silenciosa.
Cuatro años después, cuando se reencontraron, Amelia habia madurado aún más, mostrándose calmada y
estabilizada.
Durante los dos anos de su matrimonio, ella fue compuesta y serena, nunca causando problemas. Aquella chica de la preparatoria que a veces era timida pero con una mirada picara, cariñosa y malcriada, habia desaparecido.
Dorian extrañaba profundamente a la chica que conoció en aquel tercer año de preparatoria, a la Amelia con el
corazón de una niña.
Al día siguiente, yendo a la oficina, Dorian se encontro con ella en el ascensor.
Habia llegado al estacionamiento subterráneo en su coche y tomó uno de los ascensores generales en lugar del exclusivo para ejecutivos.
El ascensor se detuvo en la planta baja y cuando las puertas se abrieron, la gente empezó a entrar en tropel.
Entre la multitud, Dorian vio que ella, que también entró en el ascensor.
Amelia lo vio y tras una breve pausa, desvió la mirada con tranquilidad, quedándose de pie en un rincón del ascensor, observando cómo las puertas se cerraban lentamente.
Su expresión era la viva práctica de su deseo de ser solo una extraña, de actuar como si no se conocieran.
Era lo que ambos habian acordado.
Él también se mantuvo en calma, no la saludó, pero dejó su mirada caer sobre su perfil sereno.
Ella estaba parada frente a él, cada uno en una esquina opuesta
A pesar de estar rodeado por la multitud, la altura de Dorian le permitía verla claramente entre la gente.
Ella parecia tranquila y serena, como había sido durante los últimos años.
La niña que lo miraba con ojos grandes e inocentes, pidiéndole ayuda con una pregunta de matemáticas, habia desaparecido.
Dorian no podia recordar cuando exactamente habia perdido a esa Amelia.
De repente, elis dejó de acercársele, dejó de pedirle ayuda con los deberes y empezó a mantener su distancia, siempre
Capitulo 170
seria y compuesta ante él, sin altibajos emocionales, justo como la veia ahora.
El ascensor se detuvo en diferentes pisos y la multitud se fue reduciendo lentamente.
Cuando llegó al decimoséptimo piso, Amelia salió sin mirar atrás, sin saludar ni despedirse.
Era cierto, era exactamente como ella había dicho: actuarían como desconocidos.